lunes, noviembre 30, 2009

Reencuentro (un ataque alta fidelidad)

Reencontrarse con alguien casi siempre es satisfactorio. Es una sensación que, una vez superada la extrañeza inicial, se torna en tremendamente positiva. Y si esos primeros momentos, encima, no existen, mejor que mejor. Es como cuando te da un ataque “High Fidelity” y decides reordenar tu colección de discos. Sobre todo para los que contamos, por suerte, nuestras referencias por miles. Empiezas a encontrar aquel grupo que te voló la cabeza. Aquel disco que ya no recordabas de aquella banda X que dabas por acabada cuando publicaron el bombazo que tienes en la mano. Aquel solista que te recomendó aquel conocido en el que nunca sueles confiar. Aquella banda de chicas que compraste por las referencias leídas en el Ruta de febrero del 96. O aquel disco al que simplemente te acercaste por su portada y que se convirtió en esencial de tu colección. Situaciones diversas para un mismo final. El reencuentro. La placentera sensación de volver a pinchar un disco y pensar “¡Joder! ¿Qué bueno es! ¡Y hace tres años que no lo pincho!”. Porque no nos engañemos. No, los melómanos no tenemos tiempo para escuchar compulsivamente todo lo que tenemos. Claro que no. Cada disco tiene su/sus momentos. Volviendo al principio, como los amigos.

La semana pasada fue momento de reencuentros. Con el gran Jaime Anglada con el que hacía tiempo que no hablaba y que aprovechó para pasarme su próximo disco. Ojito que suena y mucho. Y con mi gran amigo J.F. León en su visita relámpago a Barcelona. Un par de tipos con los que llevaba meses sin hablar pero que siempre tengo ahí. Luego te reencuentras y parece que no ha pasado ni un minuto desde tu anterior charla. Media hora de conversación telefónica con Jaime como si nos hubiéramos visto el día anterior. Y con J.F. más de lo mismo ¡Si acabamos jugando a golf con la Wii mientras le pinchaba el nuevo disco de los Chinaski! Amigos. Es lo que son. Se tienen, sin más. Se disfrutan. En su momento, eso sí, como los discos reencontrados en un ataque alta fidelidad.

Sonando: First I look at the purse de J.Geils Band

1 comentario:

manel dijo...

Si. Es notable como, con algunas personas,la relación parece no cambiar pese a que estés un tiempo sin verlos. A mí me sucede igual con algunos amigos lejanos. me laegra que pongas de fondo un tema de la J GEILS BAND. Precisamente hace poco hablaba de ellos en mi blog. Y....Discazo de NU NILES. Me encanta!!! Un saludo.