viernes, diciembre 31, 2010

Lo Mejor del Año 2010 - Discos Internacionales

Y, después de ver ayer la lista con lo mejor del rock nacional, hoy llega el turno del apartado Internacional. Ahí va…y Feliz 2011 a todos…

1. JD MCPHERSON – Signs & Signifiers. Discazo, discazo, discazo, discazo, discazo, discazo y discazo.
2. TRUTH & SALVAGE CO – Truth & Salvage Co. Apadrinados por Chris Robinson que demuestra una vez más su buena vista para las bandas americanas. Son tan clásicamente buenos que asustan.
3. NICK CURRAN – Reform School Girl. Con este disco el bueno de Curran ha tocado el cielo. Su carrera ya de por sí es impecable pero este álbum es de 10.
4. STEELDRIVERS – Reckless. Acaban de cambiar de cantante y ya veremos lo que pasa con ellos. De momento, este segundo disco es, una vez más, impecable.
5. JIM LAUDERDALE – Patchwork River. La etiqueta de que el amigo Jim “no ha hecho un disco malo” es más que acertada aunque prefiero la de que “todos son muy buenos”.
6. MATT HILL – On The Floor. Por los suelos te tiene que dejar el que opera un servidor es el mejor disco de blues del año. Despatarrante.
7. PERRY KEYES – Johnny Ray’s Downtown. Que un australiano haga uno de los mejores discos de rock americano del año no deja de tener su guasa pero es que Keyes llevaba tiempo amenazando. Ahora ha cumplido con esas amenazas.
8. BRETT DETAR – Bird In The Tangle. Es tan bueno este disco. Bastante alejado de lo que hacía con su banda anterior. Sencillamente sublime.
9. JAKOB DYLAN – Women And Country. Definitivamente lo ha conseguido. Jakob es JAkob y no importa quién es su padre. Pedazo de disco oigan.
10. RECKLESS KELLY – Somewhere In Time. Homenajeando a uno de sus ídolos los Reckless Kelly consiguen un disco de largo recorrido. «The Ballad of Elano DeLeon» es una auténtica obra maestra.

11. THE INFORMANTS – Crime Scene Queen
12. LOS LOBOS – Tin Can Trust
13. CHRIS ISAAK– Live At The Fillmore
14. THE MOLENES – Good Times Comin’
15. IMELDA MAY - Mayhem
16. THE WHYBIRDS – Cold Blue Sky
17. JOHNNY CASH – American VI
18. LIONS IN THE STREET – Lions In The Street
19. MIKE FARRIS – The Night The Cumberland Alive
20. MORRY SOCHAT & THE SPECIAL 20s – Eatin Dirt
21. JOHN MELLENCAMP – No Better Than This
22. THE STEEL WHEELS – Red Wing
23. JUSTIN TOWNES EARLE – Harlem River Blues
24. GREGG TROOPER – Upside Down Town
25. DYLAN LEBLANC – Paupers Field
26. MAVIS STAPLES – You Are Not Alone
27. THE GASLIGHT ANTHEM –American Slang
28. ELVIS COSTELLO – National Ransom
29. DALE WATSON – Carryin On
30. JOSH RITTER – So Runs The World Away
31. RAY LAMONTAGNE – God Willin & The Creek Don’t Rise
32. DIRTY GUV NAH'S – Youth Is In Our Blood
33. THE JIM JONES REVUE – Burning Your House Down
34. WHITEY MORGAN – Whitey Morgan and the 78’s
35. PETE MOLINARI – A Train Bound For Glory
36. THE STRANGE BOYS – Be Brave
37. PATTY GRIFFIN – Downtown Church
38. PETER CASE – Wig!
39. BRISON BURSEY – Expectations and Parking Losts
40. DYLAN SNEED - Texodus
41. FEUFOLLET – En Couleurs
42. ROBERT PLANT – Band Of Joy
43. CAROLINA CHOCOLATE DROP – Genuine Negro Jig
44. HEADWATER – Lay You Down
45. GRACE POTTER – Grace Potter & The Nocturnals
46. TOM PETTY - Mojo
47. SETH CANDAM – The Aftermath
48. DEAD WEATHER – Sea Of Cowards
49. APRIL SMITH - Songs for a Sinking Ship
50. ERIC LINDELL – Between Motion And Rest

jueves, diciembre 30, 2010

Lo mejor del año 2010 - Discos Nacionales

Llega el momento de las listas de lo Mejor del Año. Está claro que siendo la fecha que es alguno me dejo pero ya lo recuperaremos a principios del año que viene. Empezamos, como cada año, con los nacionales. Sólo comentaré brevemente los 10 primeros porque la mayoría ya han aparecido por aquí.


1. JOSE IGNACIO LAPIDO – De sombras y sueños. Porque es inmenso. Porque escribe unas canciones cojonudas y porque las interpreta como nadie. Éste es de esos discos que permanecerán años en nuestros oídos. Al tiempo…
2. LOS MADISON – Vendaval. Técnicamente es del año pasado aunque se distribuyó éste, en concreto en febrero. Todas sus canciones son enormes e, insisto, Txetxu canta tan bonito…
3. SOUL GESTAPO – Just One Day. Una de las sorpresas de este año para mí. Nunca me había centrado mucho en su trabajo hasta este disco y es de los que vuelan la cabeza ¿te gusta el rock? Te gusta Soul Gestapo. Entimema aristotélico en el que me salto una parte.
4. HENDRIK ROVER – No Temáis por Mí. Cómo para hacerlo. Con discos como éste poco hay que temer aunque con Hendrik nunca lo hemos hecho porque es un habitual hacedor de buenos discos.
5. MAIKA MAKOVSKI – Maika Makovski. Y por fin salió el famoso disco de marras producido por John Parish. Y la espera ha merecido la pena. Bueno, bueno, bueno. El paso hacia delante que necesitaba Maika. Si la oye Jack White “se la queda”.
6. AMIGOS IMAGINARIOS – Muñecas Rusas. A Santi a la hora de hacer listas le perjudica que sea tan amigo mío. Por eso tiendo a meterlo más debajo de lo que discazos como éste se merecen. Ves atando cabos sueltos…
7. LOS MARAÑONES – Tipos Raros. Serán raros pero hacen unos discos del copón. Ahora que lo pienso este es el tercer disco de mi “top ten” en el que está implicado Hendrik Röver ¿me estaré “enamorando”?
8. THE MIDNIGHT TRAVELERS – Ant Made. Los “midnites” y sus hormiguitas sufren de los mismo que los Imaginarios. Mi amiguismo los tira para abjo pero este es el mejor disco de sonidos más “crudos” del rock nacional este año. Chinaski dixit.
9. BUNBURY – Las Consecuencias. ¡Toma ya! Chinaski poniendo un disco de Enrique entre sus diez primeros pero es que el trabajito es de los buenos, buenos. Canciones como «Ella me dijo que no» son difíciles de superar. Aparquen sus prejuicios.
10. JAIME ANGLADA – Stereo. Jaime dice que no sabe si aquí están sus mejores canciones pero que sí que es su mejor disco. Yo creo que ninguna de las dos cosas (Graceland siempre tendrá mi corazón ganado). Y a pesar de eso se lleva el 10 porque sigue siendo muy bueno.


11. DEPEDRO – Nubes de Papel
12. ATOM RHUMBA – Gargantuan Melee
13. DESCONOCIDOS – No hables con Desconocidos
14. MANOLO TARANCON – Horas vacías
15. LUIS GAGO – Filosofía Barata /El Exilio del Bufón
16. BRIOLES – Love, Rhythm & Hate
17. HOLIDAYS IN THE SUN - Tell The Boss
18. NIÑOS Y PISTOLA – Arthur and the writers
19. MUJERES - Mujeres
20. TULSA – Espera la pálida
21. LOS CHICOS - We Sound Amazing But We Look Like Shit
22. AL SUPERSONIC & THE TEENAGERS – Not Too Young
23. M-CLAN – Para no ver el final
24. CORONAS+ARIZONA BABY – Dos bandas y un destino
25. SOL LAGARTO – Días Mejores
26. GASTELO – En el fondo de los mares
27. SOULBREAKER COMPANY - Ítaca
28. LOS TUPER - Sardinista
29. HONKY TONK SANCHEZ – Esta Tierra Hostil
30. THE VELVET CANDLES - Story of Your Love
31. DIEGO VASALLO – Canciones en ruinas
32. JEAN PAUL – Baskerville Old Face
33. VINILA VON BISMARK & THE LUCKY DADOS – The Secret carnival
34. BLACK CATS – Introducing The Fabulous Black Cats
35. HAVALINA – Las Hojas Secas
36. LOS PERROS DEL BOOGIE – Con Desprecio Y Entrega
37. BEERBELLYS – Breakin The Rules
38. DANI NEl-LO – Noir
39. ELECTRIC RIDERS – The Trial
40. BLACK KISS SUPERSTAR – Time For Rock And Roll
41. OCTUBRE – Todo Se Lo Lleva El Viento
42. JULIO DE LA ROSA – La Herida Universal
43. MANOLO BREIS – Siempre Es Mañana
44. BIG CITY – Celebrate It All
45. LUGER - Luger
46. JOAQUIN TALISMAN - Incomunicación
47. JF SEBASTIAN – Ten Covers
48. BIGOTT - This Is The Beginning Of A Beautiful Friendship
49. ELS TRONS - La Dosi
50. PABLO MORO – Pequeños Placeres Domésticos

miércoles, diciembre 29, 2010

DPND: Slobberbone - Everything You Thought Was Right Was Wrong

Éste entra por los pelos pero entra. Me propuse hablar sólo de discos de los 90 en esta sección pero creo que el elegido de hoy encaja perfectamente en el espíritu de la misma porque es uno de esos álbums que me convencieron de mi devoción por el género. Lo cierto es que el grupo empezó a publicar discos en 194 pero no es hasta el 2000 cuando creo que encuentran la horma de su zapato en unas canciones y una producción soberbia. Claro, es este Everything You Thought Was Right Was Wrong Today, que es mi Disco Para No Deprimirse de la semana.

Los de Texas estaban formados por Brent Best , Jess Barr, Brian Lane y Tony Harper. Éste era su penúltimo disco antes de su adiós con Slippage en 2002. Luego Best, Barr y Harper formaron los más que interesantes The Drams, pero esa es otra historia. El trabajo que nos ocupa está lleno de country-rock de filosofía punk. Y, por encima de todo, canciones inolvidables. «Meltdown» es deliciosa y muestra el juego que da una guitarra de 12 cuerdas bien tocada, «Josephine» tiene un riff casi insuperable, como el de «Placement Blues» que “toman prestado” con descaro de los Big Star y su «I.O.U.». La hilarante «Pinball Song» demuestra también la calidad de sus letras, llenas de ironía a veces, igual que «Magnetic Heaven». Y si quieren una dosis de curiosidad, una de las canciones aquí incluidas, «Gimme Back My Dog» se nombra en la famosa novela Black House del superventas Stephen King. Parece que la banda le quiso devolver el guiño llamando a su siguiente disco Slippage (Deslizamiento), un elemento esencial en la novela. Ala, a no deprimirse…

Sonando: Placement Blues de Slobberbone

martes, diciembre 28, 2010

Los regalos de Navidad

Pues ya tengo mis regalitos de Navidad. Papá Noel se ha comportado (¿qué pasa? soy de los impacientes que no pueden esperar a Reyes…). Un par de libros como Desayuno con John Lennon y otras crónicas de la historia del rock de Robert Hilburn, que ya estoy devorando, y Los Atormentados de John Connolly dan paso a la música. Los discos. Ahí va la lista de lo que ha caído:

Flamin Groovies - The Complete Skydog Collection
Dream Syndicate – This is not the new Dream Syndicate album live
Cowboy Junkies – The Caution Horses
Peter Hammill – The Love Songs
Chocolate Watch band – No Way Out
Mitch Ryder & The Detroit Wheels – Breakout
The Beat Farmers – Tales Of the New West


By the moment ando loco perdido con el último pero no me negarán que la cosecha es de muchos quilates ¿eh? Todo gracias a Mamá Noel y a Papá Coco.

Sonando: Bigger Stones de The Beat Farmers

lunes, diciembre 27, 2010

Los hermanos madera

Otro de los discos que me tienen enganchado, enganchado, enganchado, últimamente es el último de los Wood Brothers o, lo que es lo mismo, Oliver y Chris Wood. Este Smoke Ring Halo es su cuarto LP tras su debut con el EP Live At The Tonic en 2005. Y yo creo que es el mejor, con diferencia.

"Estamos muy influenciados por la música sin efectos y sin cosas raras. Nos gustan los sonidos crudos y rudos" dice Oliver. Y lo demuestran. Esa es la mejor definición de su música. Country-rock-folk-bluegrasss americano sin condimentos que oculten su verdadero sabor. Dos hermanos haciendo música juntos después de que sus carreras empezaran por separado: uno en Atlanta y otro en Nueva York. Oliver en la banda de King Johnson, haciendo blues, y Chris en un trío de funk-jazz llamado Medeski, Martin & Wood. Por mí, se pueden dejar de historias ajenas y dedicarse de lleno a los hermanos madera porque este disco me tiene robada el alma. Ojito que en él, además, los acompaña el gran Tyler Greenwell que, para quién no lo controle, es el percusionista habitual de Derek Trucks ¿Alguien puede no sucumbir ante canciones tan grandes como «Mary Anna» o «The Shore»? Estarán muy arriba en mi lista de lo mejor del año...

Sonando: Mary Anna de The Wood Brothers

viernes, diciembre 24, 2010

Mark Ellington, carbón del caro

Echemos la vista atrás. Pero muy atrás. Casi cuarenta años. 1971. Ian Matthews, Sandy Denny y Richard Thompson se meten junto a Sneaky Pete, Rick Roberts o Chris Hillman para ayudar en la confección de Rains/Reins Of Change, el nuevo disco de su amigo Mark Ellington. Un álbum que haría las delicias de los amantes de la música de Fairport Convention pero también de The Byrds. Anclado a medio camino entre el country y el folk-rock, el estilo que domina todo el disco es el rock del sur de California. Los arreglos son preciosos y precisos. La voz de Ellington se eleva dulce entre las harmonías que le regala Matthews y el álbum camina sincero hacia un lugar en tu memoria. No hay artíficos. No hay cosas extrañas. Simplemente todo está colocado donde tiene que estar. Haciendo de la sencillez de la propuesta la dificultad para lograr un disco tan bueno. De esos que Andreu Cunill convierte en diamante después de pasar por el carbón en su sección rutera mensual. Y para colmo acaba con una gran versión del «Blue Suede Shoes» de Carl Perkins…Delicatessen...

Sonando: Days Used to Be Much Warmer de Mark Ellington

PS: Por cierto, Feliz Navidad...

jueves, diciembre 23, 2010

Manrique hizo una lista y yo me la copié

Publicaba una columna el martes Diego Manrique en El País sobre cómo hacer una buena lista de “Lo Mejor del Año”. Me ha encantado porque demuestra lo que conoce cómo suelen hacerse estas listas en algunos medios. Yo me he propuesto hacer una siguiendo sus parámetros y ahí va el experimento (con cursiva, sus apuntes). No negaré que lo he pasado bien haciéndolo aunque, a veces, he sufrido. A ver qué tal…

- 1º La primera en la frente. El crítico es un gallo y cacarea cuando quiere, aunque desafine. Así que es bueno poner en la cumbre de la clasificación algo insólito, que incomode a los compañeros ("¿cómo no se me ocurrió?") y deje a los lectores desconcertados.

Venga, Truth & Salvage Co con su disco homónimo.

- 2º El verdadero triunfador. Los chicos listos saben nadar y guardar la ropa. Se unen aquí al consenso, suma del zumbido mediático y el votando-con-el-bolsillo del público enterado. Atención: el segundo lugar evita el bochorno de que parezca que acabas de descubrir a grupos -Arcade Fire, Vampire Weekend- que ya triunfaron en años anteriores.

Aquí dudo porque no suelo estar muy “a la honda” de grupos populistas con excepciones como R.E.M., por ejemplo, pero ellos no tienen nuevo disco así que me quedo con Ocean Colour Scene con Saturday.

- 3º El solista ambicioso. En España se valora más a los grupos y tiene su punto apostar por un cantante. El elegido debe alejarse del modelo cantautoril. Urge inclinarse por los que usan arreglos atípicos: Sufjan Stevens, Sam Amidon, Joanna Newsom.

Aquí lo tengo claro. Nic Dawson Kelly con Old Valentine. Aunque su disco es del año pasado, su distribución es de principios de este.

- 4º El drama personal. Las historias de aguante son imbatibles: proporcionan el calorcillo de una solidaridad difusa. Le funcionó al Johnny Cash crepuscular y en 2010 tuvimos la reaparición de Edwyn Collins, superador de un ataque que le quitó movilidad y capacidad de hablar (¡pero no de cantar!).

¡Qué difícil! Aunque quizá lo fácil por seguir a Manrique es quedarse con el sexto volumen de las American Recordings de Cash.

- 5º El veterano indestructible. Conviene mostrar que el escriba no tiene prejuicios edadistas. Aquí se acomoda a un histórico, preferiblemente huraño: si no ha caído disco de Tom Waits o Bob Dylan, se puede recurrir a Neil Young, Paul Weller, Nick Cave o The Fall.

Aunque no me acaba de convencer tocaría decir Jerry Lee Lewis con Mean Old Man aunque prefiero quedarme con No Better Than This de John Mellencamp que ya es veterano y también es indestructible.

- 6º El noble experimento. Algún trabajo más apetitoso sobre el papel que en su materialización final. Como el Scratch my back, temas ajenos deshuesados por Peter Gabriel, o I'm new here, el intento de sacar jugo al pobre Gil Scott-Heron.

Candidato claro, Bettye Lavette , Interpretations.

- 7º Negro sobre negro. A estas alturas, nunca faltaba el rapero intimidante. Nadie se enteraba de lo que parloteaba pero, amigo, ¡sus construcciones sonoras! Dado que el hip-hop lleva una temporada de ensimismamiento, mejor optar por una freak tipo Janelle Monáe, algún adusto disco africano, o -¡perfecto!- la B. S. O. de Tremé.

Ahí me has pillado aunque la banda sonora de Treme está bien. Me inclinaré por Robert Randolph con We Walk The Road.

- 8 Exijo mi medalla. Deliciosamente fraudulento: destacar un disco de jazz europeo o vanguardia dura. Supone atribuirse conocimiento de campos esotéricos; vas de farol pero nadie se atreverá a rechistar.

No iré al jazz que no es lo mío. Me inclino por el rockabilly y es que si no lo meto aquí no sale el disco que para mí es el número uno indiscutible, JD McPherson con Signs & Signifiers. Lo cuelo aquí porque sí, exijo mi medalla ante lo que he dado y daré la tabarra con él. Y no, no voy de farol. Bueeeeeeeeno, si te pones pesado con el "yass", va, Lizz Wright aunque su nuevo disco sea de gospel.

- 9º El producto nacional. Eternamente enfurruñado con la industria, el especialista aplaude a los guerrilleros que regalan su música en Internet. Puede optar entre, por ejemplo, el humor generacional de Los Directivos o las visiones de Pony Bravo.

Clarísimo, Maika Makovksi. Y no va, es guerrera. Y han regalado por Internet el tema que hicieron junto a Havalina. Y, si no, otro valor seguro. Amigos Imaginarios y sus Muñecas Rusas, que también regalaron por Internet incluso antes de que saliera en tiendas….Lapido autoedita ¿vale o no cuela? Guerrero también es...

- 10º El detalle populista. El plumilla pretende aquí demostrar que, aunque lo contradiga el resto del top ten, también pertenece a la raza humana. Lo hace proclamando una sospechosa pasión por algún superventas o ritmo popular. No vale el reggaetón -lo reivindican pinchadiscos foráneos de alto caché- ni tampoco Lady Gaga o Beyoncé: no sacaron disco en 2010. Siempre queda... Shakira. ¿Una boutade? En Estados Unidos, donde no entienden sus letras (¡ni siquiera las cantadas en inglés!), es tratada como una artista seria. Puede que sí pero en el género burlesque.

Aquí sí que me has pillado Diego ¿qué coño digo? Lo tienen que conocer la gente que oye las efemes más infumables ¿no? Venga, Tom Jones pero porque me obligan ¿eh?

Y al final de todo pienso ¿dónde están Los Madison, Steeldrivers, Nick Curran, Soul Gestapo, Hendrik Röver, Matt Hill, Los Lobos, Atom Rhumba, Matt Hill, Dale Watson, Eric Lindell, Los Chicos, Justin Townes Earle, Jakob Dylan, Mavis Staples, Robert Plant…..? Paro que si no desvelo mis verdaderas listas y esas no vienen hasta enero. Divertido ha sido, eso sí. Si quieren probar pasarán un buen rato. Eso sí, los resultados muestran que infalible no es....

Sonando: Back to the wall de Robert Randolph

miércoles, diciembre 22, 2010

DPND: Tom Petty - Wildflowers

Hay una serie de discos que servidor se empeña en llevar constantemente cargados en mi inseparable iPOD. Y dado que el cacharro sólo tiene 8 GBs, eso acostumbra a convertirse en problemas de espacio. Peor me da igual porque cada cierto tiempos e cumple el ritual de sentir la necesidad de escucharlos. Y uno de ellos es el álbum que hoy nos ocupa. Algunos pensarán que qué hace un disco de Tom Petty en esta sección aparentemente dedicada al “Americana”. Se podrían dar varias explicaciones. Una que muchos lo sitúan como uno de los padres evidentes del género. Otra, que a mí me convence más, es que aunque la conexión con ese género y No Depression es clara, desde el nombre de este fasciculario tecnológico, mi idea es hablar, simplemente, de discos de rock americano que me abrieron los ojos de un estilo que puedo considerar, junto al rock and roll más primigenio y el soul, mi favorito. Así que, con pleno derecho, hoy vamos a hablar de Wildflowers. En mi opinión, el mejor disco del insuperable Tom Petty.

Y es que un tío que es capaz de asegurar que lo que le hizo convertirse en músico fue el paso de Elvis por su ciudad ya lo ha dicho todo. Wildflowers, publicado en 1994, iba a ser un disco de Tom Petty en solitario, el segundo, sin sus Heartbreakers. Y digo iba porque al final tres de los cuatro miembros de su banda de acompañamiento sí están implicados. De hecho, conflictos internos por ese motivo acabaron con Stan Lynch, batería de la banda y único que no estuvo, fuera de los rompecorazones. Producido por Rick Rubin con la ayuda de Mike Campbell, el álbum es una maravilla absoluta. Petty está inconmensurable en todo: interpretación, composición, arreglos...Todo el álbum desprende una magia irrepetible que lo hace único. Todas las influencias del de Florida se condensan en unas canciones excelentes: Beatles, Kinks, Elvis, Neil Young, Beach Boys, Dylan….. ¿Se pueden superar canciones como «You Wreck Me», «Wildflowers», «It's Good to Be King» o «A Higher Place»? A mí me parece que no.

Como curiosidades decir que Rubin no quería utilizar a ninguno de los Heartbreakers y fue Petty el que insistió en el hecho. Sin duda, un acierto viendo los resultados. También decir que, a pesar de sus quince canciones, se grabaron muchas más y algunas de ellas acabarían, más tarde, en la banda sonora de She’s The One. Alguna, como «Girl On LSD» fue descartada por la discográfica, Warner Bros, por sus evidentes referencias a las drogas. Sólo pudo aparecer cómo cara B del single « You Don't Know How It Feels». Cosas que pasan. En cualquier caso, en tiempos de Internet, merece la pena buscarla y unirla al resto de canciones del disco para acabar de entender el “todo” que quería crear Petty. En cualquier caso, una obra maestra.

Sonando: It’s Good To Be A King de Tom Petty

martes, diciembre 21, 2010

Mi mujer se ha ido con otro

Y bien contento que estoy yo. Más que nada porque lo ha hecho para comprar mis regalos navideños. Este año hemos sido coherentes con la situación y hemos decidido no andarnos con mandangas. Colocamos un tope de gastos y establecemos la firme decisión de no pasar de ahí bajo ningún concepto. Y dada esa situación creada, servidor se plantea que, por muchos regalos que pudieran hacerme, lo que más ilusión me acaba haciendo es la música. Por eso Raquel se ha buscado la ayuda de un experto como el tío Coco para que le eche una mano ante tamaña empresa. Curioso que a los niños les traiga los regalos Papa Noel y a mí me los vaya a traer Raquel vía ¡el Coco! ¡juas! Normalmente ella se lo ha currado muchísimo y ha conseguido sorprenderme con grandísimos vinilos pero este año, con el huracán June instalado permanentemente en nuestras vidas, hemos ido pocas veces juntos a comprar discos, por ejemplo. Yo iba y ella se quedaba con June. Eso no le ha permitido “coscarse” de las cosas que me iban gustando pero no me compraba para decantarme por otras y su tarea se hacía más complicada. Por eso acordamos que lo mejor era acudir a Coco. Además sé que ella también ha comprado alguna cosa por su cuenta. Y así matábamos dos pájaros de un tiro. Si acierta, todos los halagos se los llevarà Raquel, por supuesto. Para eso ella hace el esfuerzo de ir con él y “aguantarlo” toda una tarde además de currarse su listita con los discos que ya tenemos, je,je.... Y si falla, la culpa será de él por su mala selección. Bien pensado ¿no? Que malo soy....

Sonando: Miéntelas de Burning

lunes, diciembre 20, 2010

Otro Dylan más

Curioso que el tipo del que voy a hablar sea el segundo Dylan, si no contamos a su majestad o a su hijo, al que le dedico un post en los últimos meses. El primero fue Dylan Leblanc y hoy le llega el turno a Dylan Sneed. Ambos tienen en común algo más que el nombre y no sólo es su estilo, que se mueve en los terrenos del rock americano más cercano a las enseñanzas de Townes Van Zandt, por ejemplo, sino también que los dos son muy buenos.

Tras trabajar durante varios meses como oficinista, en abril de 2010, Sneed se juntó con cinco amigos en una granja de Carolina del Sur para dar forma al disco que acaba de autoeditar, Texodus. Lo hizo gracias al dinero que solicitó a través de Internet a los muchos seguidores que ya tenía , gracias a un primer EP publicado en 2007, y consiguió reunir ¡el 120% de lo que necesitaba! Gracias a eso pudo grabar 14 canciones fantásticas (tres o cuatro más de las previstas inicialmente) y hay que agradecérselo enormemente porque este es un disco sin un solo resbalón.

Comparado con Steve Earle, o Guy Clark, puedo asegurar que esas referencias no le vienen grandes, en absoluto. Evidentemente, es pronto para ponerlo al mismo nivel que semejantes monstruos pero dicen que el camino se hace andando ¿no? Pues este chico camina con paso firme hacia un lugar entre los grandes. Sólo ha de seguir haciendo canciones como «Midnight Promenade» o «Prudence». Lo demás, es cuestión de suerte.

Sonando: Love You Like I Do de Dylan Sneed

PS: Por cierto, dylan Sneed tiene en su web un blog más que interesante en el que, por ejemplo, se dedica a colgar listas de canciones relacionadas con una letra del alfabeto. Vale la pena.

viernes, diciembre 17, 2010

Used to be a cop

Así se llama la canción que los Drive By Truckers llevan varios días regalando desde su página web y que sirve de adelanto a su nuevo disco, Go-go boots, disponible el 15 de febrero. Nada nuevo en el horizonte y eso, a veces, son buenas noticias. Los Truckers son una muy buena banda que hicieron un buen bolo en Barcelona, a pesar de las deficiencias técnicas propias de la sala. Pero eso es otro cantar. Lo que me sorprende de estos tipos es esa asombrosa "incontinencia creativa", expresión que un día utilizó mi buen amigo J.F.León para hablar de Ryan Adams en una memorable edición del Azkena. Y yo me pregunto ¿cómo lo harán? ¿cómo se hacen tantas canciones por segundo? Unos sufriendo para hacer un tema que merezca la pena y otros los sacan como churros. Aunque esa es otra ¿Todas las canciones mantienen el nivel? ¿Son poco exigentes? Y si lo son ¿deberían serlo más? ¿Qué es mejor? ¿Poco y bueno? ¿O mucho y algo menos bueno? ¿Qué prefiere el público?The answer my friend....

Sonando: Used to be a cop de Drive By Truckers

jueves, diciembre 16, 2010

Tributo a Depressing Claim o cómo pasan los años

La gente de Teen Punk Records edita, en formato vinilo, un homenaje a Depressing Claim, una de las bandas más importantes, si no la que más, del punk-pop nacional. Esenciales para entender, además, lo que se cocía en Castellón en los 90. Esta edición incluye la versión que mi banda de entonces, Tipos de Interés, hacía en acústico de los castellonenses. Una curiosa revisión de «Marky está solo» que Juan de Pablos pinchaba continuamente en su Flor de Pasión, en radio 3 ¡Cómo pasa el tiempo! Mirando los créditos del disco me doy cuenta de que todas las versiones se han grabado en los dos últimos años excepto la nuestra y eso se nota. Mucho. Desde la producción hasta el sonido o....mi voz. Joder ¿ese soy yo? ¿Seguro? El timbre suena juvenil. Muy diferente al actual. Diría que con el tiempo he perdido bastante de mi capacidad vocal. De hecho estoy seguro de ello. Ahora cuando intento cantar algunas de aquellas canciones no puedo hacerlo y las cambio de tono. Mientras la aguja del vinilo repasa los surcos de la canción recuerdo aquellos tiempos. Otros tiempos. Tiempos que ya quedan muy lejos...Tiempos que, a pesar de todo, tampcoo echo de menos...

Sonando: Marky está solo de TDI

miércoles, diciembre 15, 2010

DPND: Mark Curry - It's my time

Hoy voy a dedicar esta sección a alguien semi-desconocido. Me gusta ir combinando álbums que todos reconocemos como clásicos con algún descubrimiento sorpresa. Por eso hoy, en Discos Para No Deprimirse, vamos a hablar de It’s my time de Mark Curry.

Tras una portada que parece destinada a hacer las delicias de algunas quinceañeras, por no hablar del video-clip que en su momento se grabó para promocionar el disco, se esconde un muy buen trabajo de rock americano. Excelente diría yo. Un debut inmejorable porque se trata del primer disco en solitario del antiguo cantante de Crystal Sphere, grupo del que salieron algunos componentes de NOFX. Sí, sí, he dicho de NOFX. De hecho, alguna canción de Curry acabó grabada por los chicos neo-punks aunque, que yo sepa, ninguna de este álbum.

Corría 1992, aquí andábamos metidos en Juegos Olímpicos y Exposiciones Universales y en Sacramento, Curry se estrenaba en solitario. Lo que él no sabía es que nunca iba a ser capaz de superar ese disco de debut porque, de hecho, todos sus trabajos posteriores dejan bastante que desear. Pero It’s my time no. Ahí hay otra cosa. Un discazo. Con una voz a medio camino entre el Tom Waits inicialy el John Mellencamp más veterano pero llena de brío juvenil. Heredero directo de Paul Westerberg y del Dylan de «Political Words». Un disco lleno de historias y de frases simples pero soberbias. “Dime nena ¿quién engaña a quién” canta en «All over me». “Perdón por las guerras pequeñas que parecen no terminar nunca” exclama en «Sorry About the Weather ». Y te noquea. Con temas fantásticos como «Musta Been Jo» que suena a clásica desde su primera nota de guitarra o la sensible «Always a place» ¿Y qué decir de «Blow me down»? Esa canción debería haberse “comido” a cualquier otro tema de cualquier dial de las radios norteamericanas. Pero no lo hizo y su carrera se diluyó. Aunque eso no es motivo para no prestarle atención a un disco como éste.

Sonando: Blow me down de Mark Curry

martes, diciembre 14, 2010

Entrevista con Lapido

Me he dado el lujo de entrevistar a José Ignacio Lapido por segunda vez y para hablar, básicamente de su nuevo disco. La entrevista la publica SonicWaveMagazine. Ahí va la intro:

El regreso de José Ignacio Lapido tiene que ser, a la fuerza, una buena noticia. Y más si lo hace con un disco tan bueno como De Sombras y Sueños. Porque su sexto larga duración desde que iniciara su carrera con aquel ya lejano Ladridos del Perro Mágico (1999) es sólo una piedra más en un camino lleno de aciertos y al que nos es difícil encontrar algún error. Por algo estamos ante uno de los mejores, si no el mejor, escritores de canciones de este país. Un país que sigue mostrando su tendencia al “panderetismo” cuando a un tipo como el granadino no lo tenemos en los altares. Vergüenza debería darnos que sus discos sigan circulando prácticamente en la autoedición. No por él que, probablemente, está muy cómodo y tranquilo ahí sino por nosotros mismos. Los que somos capaces de encumbrar productos absolutamente detestables mientras otros, que merecen mucho más la pena, se mueren en el ostracismo y el desencanto para acabar dejando de hacer canciones. Eso no le pasará a Lapido. Por cabezonería y por honestidad. Porque es un cancionista (término que robo a mi buen amigo Quique González que, por cierto, aparece también en el disco) de nacimiento. Él seguirá sacando sus discos y éstos seguirán llenos de grandes temas. Nosotros los seguiremos comprando y los exprimiremos para disfrutarlos hasta el último de sus detalles y, de paso, aprovecharemos para hacerle unas preguntas que siempre es un placer. Esta vez no fue para menos.

La entrevista en sí en http://www.sonicwavemagazine.com/

Sonando: El más allá de José Ignacio Lapido

lunes, diciembre 13, 2010

Brett Detar, estamos rotos pero nunca estaremos solos

El primer disco de Brett Detar, Bird in the tangle, es de esos que tiene la misma pinta por fuera que por dentro. Exquisita ¡Vaya descubrimiento para final de año! Además, el amigo, tiene el detallazo de ofrecer el disco en descarga gratuita desde su página web. Vamos, que no hay excusa….

Tras una pinta cercana a un outlaw expulsado de los Allman Brothers metido a aprendiz de Dylan se esconde este tipo de Greensburg, antiguo líder de The Juliana Theory. Y para empezar su carrera en solitario se ha marcado un disco de muchos quilates en el que, por encima de todo, destacan unas excelentes letras. En sus canciones hay autopistas, moteles y tugurios de mala muerte. Historias cercanas y también soñadas. Películas, notas de pianos desafinados y sillas de tres patas. Hay también corazones rotos, otros desgastados y hasta alguno pletórico, aunque menos. Hay verdades y mentiras. Hay ecos de Dylan Thomas, de William Blake y de Bukowski en temazos como el soberbio «Cocaine, Whisky, Heroine» (¿algo que decir al título?), la sobrecogedora «Caged Bird» o la hermosa «Coats». Pero, por encima de todo hay eso, canciones.

¿Dónde colocaremos este disco? Pues no lo se ¿Es Detar un cantautor? Sí, y además al ser americano “mola” más el término. Songwriter. Pero además su música tiene mucho de country, de folk, de blues y hasta de punk. Yo creo que lo llamaría cow-punk acústico ¡toma ya! Por si no hubiera etiquetas me saco otra de la manga. En cualquier caso, escucharlo es un placer.

Sonando: This City dies tonight de Brett Detar

viernes, diciembre 10, 2010

Morry Sochat and The Special 20’s, regresando al Chicago de tiempos pasados

Como anunciaba ayer hoy toca hablar del nuevo disco, el tercero ya, de Morry Sochat and The Special 20’s. Y atención porque es el segundo disco producido por el gran Jimmy Sutton que me vuela la cabeza en las últimas semanas. El primero fue el Signs & Signifiers de J.D.McPherson y el segundo es este Eatin’Dirt. Aquí no hay misterio. Las cosas son claras y las referencias también: Muddy Waters, Little Walter, JuniorWells….Sochat es oriundo de Texas pero se largó a Chicago para mejorar su pericia con el instrumento que domina, la armónica. Allí empezó a tocar con The Shakes, pasando luego por Tongue & Groove para acabar compartiendo escenario con su banda actual, The Special 20’s, con los que lleva desde 2005. Sus dos primeros discos ya recibieron unas críticas excelentes pero yo creo que este tercero es el mejor de todos. Diez temazos originales de los que quitan el hipo con una sección de vientos aplastante. Marty Binder, Corcoran Doug, Jim St. Marie, Naito Shoji, Chris Neal, y Beranis Ted son los compañeros del amigo Morry y, desde luego, es una compañía adecuada y espléndida ¿Qué habrá que hacer para traerlos por aquí? En mayo Sutton estará en el Screamin Festival de Pineda de Mar, en solitario y también acompañando a J.D. McPherson. Podían aprovechar ¿no?

Sonando: Natural Born Lover de Morry Sochat and The Special 20’s

jueves, diciembre 09, 2010

Matt Hill, la penúltima esperanza del blues

Andaba el amigo Manel Celeiro preocupado hace unos días desde su bitácora por el momento actual de la escena blues. Yo ando cabreado porque no he podido meter dos discos de esa escena entre los mejores del año en la lista rutera al llegarme los dos tarde ¡maldita sea! Me consolaré hablándoles, de momento, de uno de ellos que, hace días, fue plástico del momento en este blog. On the Floor de Matt Hill. Este músico de Carolina del Norte con aire de Jack Black rejuvenecido, empezó tocando en la banda Buzzkillz, grupo en el que ya desarrollaba su estilo vocal sudoroso y grasiento. En el suelo es su primer disco en solitario, lugar en el que suele acabar el tipo en sus conciertos: auténticas sesiones de blues rasposo, rockabilly atemporal y rhythm & blues frenético. Alumno aventajado de Howlin Wolf o Lightnin’ Hopkins, el chico no le hace ascos a Jerry Lee Lewis, Little Richard o, incluso, Link Wray. Excitante y aplastante, Hill borda un disco de esos destinados a permanecer mucho tiempo en la parte de arriba de la pila de novedades que muchos tenemos al lado del equipo de música. Canciones como el incendiario «Gasoline» (con ese nombre el adjetivo le va que ni pintado…), blues más clásico como «Children (That Ain’t Mine)», primitivo como «Stolen Bride» o boogie explosivo como «Griddle Bread Boogie» son muestras absolutamente perfectas de lo que hay en este álbum editado por la pequeña Vizztone Records. Empiecen por el principio, «Time is up», si eso no les atrapa es que o ustedes o yo tenemos un problema. Y no descarto que sea lo segundo…

Sonando: 30 years old de Matt Hill

PS: Mañana mi otro disco de blues del año del que les hablaba, Morry Sochat & The Special 20s.

miércoles, diciembre 08, 2010

DPND: Steve Earle - El Corazón

¡Qué difícil quedarse sólo con un disco de Steve Earle! Cada semana me pasa lo mismo cuando selecciono a un artista para estos Discos Para No Deprimirse. Pero es que Earle es uno de los grandes ¿eh? De los muy grandes...

Para explicar el porqué es tan grande este disco publicado en 1997 me limitaré, simplemente, a contestar a unas cuantas preguntas ¿Por qué lo he elegido? Porque creo que es junto a I Feel Alright su mejor disco y eso tratándose de alguien como Earle es mucho decir ¿Por qué me atrae especialmente? Por su título en castellano y lo que significa. Porque es un disco dirigido a la gente que cree en las entrañas, en ese corazón que debe marcar como dirigir una vida. Porque todos tenemos un corazón pero no todos tienen claro para qué sirve ¿Por qué es especial? Pues, por ejemplo, por empezar con un tema lento y, además, tan grande como «Christmas in Washington» en el que Steve clama contra la hipocresía y llama a los ídolos del pasado, y en especial a Woody Guthrie para que le hagan ver la luz. Pero también es especial por un montón de cosas más.

¿Qué no hay suficiente? Pues sigo. Este es el disco de «Here I Am» una canción que debería ser considerada uno de los grandes himnos rockeros de todos los tiempos. También es el disco de «Somewhere out there», la definición perfecta de un medio tiempo de muchos quilates con un estribillo impecable. Y también de «N.Y.C» con los Supersuckers a pleno rendimiento colaborando. Y de «Fort Worth Blues» en la que Steve se disfraza de su amigo Townes Van Zandt. Y de «Telephone Road» que es una auténtica maravilla. Y de «Taneytown» con la maravillosa Emmylou Harris…Y de….Buff, es que es muy grande.

Sonando: Somewhere out there de Steve Earle

martes, diciembre 07, 2010

Reckless Kelly - The Ballad of Elano Deleon

Un día hablaba por aquí de la obsesión por una canción. De esos momentos, sufridos (o no) por todos que se producen cuando un temita se te mete en la mollera. Cuando lo hice, mi cabecita no dejaba de sonar al ritmo de «Welcome to L.A.» de Truth & Salvage Co. Y ahora lo hace un tema del Reckless Kelly.

Para los que no los conozcan (algo imperdonable) los Reckless Kelly son una banda de Austin que, desde sus inicios, tuvieron que cargar con el "sanbenito" de parecerse demasiado a Steve Earle ¡Tócate las narices! Ya me gustaría a mí que me acusaran de lo mismo….La banda toma su nombre de Edward “Ned” Kelly, un forajido australiano-iralndés de finales del siglo XIX convertido en un héroe popular por su lucha contra la opresión británica en el lejano continente. Algunos lo amaban y otros lo consideraban un simple asesino. Algo así como un Jesse James o un Billy The Kid pero, en todo caso, personajes con encanto y misterio.

Pues, volviendo a la banda, el último disco de Reckless Kelly se llama Somewhere in time y es magnífico, en mi opinión. Salió a principios de año, el 9 de febrero, y vuelvo a él cada cierto tiempo. El álbum es un homenaje a su ídolo y mentor Pinto Bennet, líder de los míticos Motel Cowboys ¿y por qué es un homenaje? Pues porque todas las canciones son suyas ¡y vaya canciones! Una de ellas es la que llevo clavada hace algo más de un mes. «The Ballad of Elano Deleon», un temazo fronterizo que no descarto en el próximo y primer trabajo discográfico de mi otra banda, de la que pronto habrá noticias, los Tamales. Búsquenla y verán...

Sonando: The Ballad of Elano Deleon de Recless Kelly

lunes, diciembre 06, 2010

Las memorias de Lanois

Daniel Lanois es uno de mis productores fetiches. Uno de esos tipos que hace que con sólo oír su nombre un disco pase a interesarme o no. Luego, claro está, hay trabajos suyos que me han gustado menos que otros. Y cuando hablo de suyos me refiero a discos en los que, de una manera u otra, se ha visto implicado. Además, el capítulo en el que Dylan habla en el primer volumen (y esperemos que no único) del Crónicas de su experiencia grabando juntos el “resucitador” Oh Mercy forma parte de mis pasajes favoritos del libro.

Por eso, para mí es una gran noticia la publicación de Soul Minning, a musical life, que no es ni más ni menos que un volumen de memorias del canadiense. Se asegura que en el libro habla de todo. Tanto de su participación en discos enormes como de lo que opina del avance de la tecnología (glups). En cualquier caso, habrá que catarlo porque él mismo asegura que “traslado al lector visceralmente dentro del estudio de grabación, donde las fuerzas que lo rodean han sido siempre tan importantes como el trabajo en sí mismo. Más allá de la habilidad, más allá de los presupuestos de grabación, más allá de la imagen y del ego la música es amor y verdad”. Amén.

Sonando: The Maker de Emmylou Harris

viernes, diciembre 03, 2010

Stealers Wheel y el nuevo Ruta

Ya les conté hace unos días mi pasión por Gerry Rafferty que, por cierto, sigue en estado crítico. Por eso no insistiré más en ello ni en como me convertí en coleccionista de todos sus discos. Eso sí, avisarles que el Ruta de este mes con Bruce en la portada, bien rico en contenidos, viene, además de con una entrevista con Luis Gago realizada por el menda, con el artículo que escribí sobre su banda los Stealers Wheel hace un tiempo y que llevaba unas semanas en la recámara esperando su oportunidad. Como muestra un botón. Aquí dejo el inicio del artículo. El resto en el Ruta de diciembre que vale mucho la pena hombre.

"La prensa musical tiende al reflejo. Así ha sido siempre y así será. Sobretodo en los States y en Reino Unido. Como si fuera necesario encontrar el otro yo de cada una de las bandas o solistas que aparecen. Cada iniciativa transoceánica tiene inmediatamente su transmutación en el lado opuesto. Los vasos comunicantes. La teoría del espejo. No importa los años que pasen. Ni tampoco que sea inmediato. Siempre hay una referencia. Al otro lado del charco. Y eso, probablemente, marca la historia de los Stealers Wheel. Una banda que pudo ser muy grande y se quedó en nada. Ligeramente recuperados para la causa por Quentin Tarantino al incluirlos como banda sonora de su Reservoir Dogs. Pero vueltos a caer en el olvido. A pesar de su intento de reunión de 2008 que todavía no acabamos de tener claro. Un grupo perseguido por la etiqueta de ser la versión británica de Crosby, Stills, Nash & Young. Otro combo maldito. Uno más. Pero quizá mejor que otros. O quizá no. Una terna de músicos extraordinarios. Con una asombrosa capacidad para la melodía juguetona y atractiva. Una historia de 3 años. El trienio que pudo cambiar el destino de la música británica. Pero no lo hizo. Alguien robó al ladrón su minuto de fama. Y nosotros vamos a devolvérselo".

Sonando: Johnny's song de Stealers Wheel

jueves, diciembre 02, 2010

Mi concierto más difícil

¡Narices! Siempre había pensado que un concierto difícil era otra cosa. A lo largo de los años que llevo, a veces de manera intermitente, tocando por ahí me he encontrado de todo. Conciertos para el camarero, literalmente, es decir con él como único público. Conciertos para un montón de gente que girada de espaldas al escenario jugaba "al duro" o cualquier juego con la única finalidad de acabar borrachos como cubas. Conciertos en los que al finalizar te venía el tío que te había contratado pensando que eras un grupo de fiesta mayor y mientras te pagaba te decía "hijo, esto no es lo vuestro ¿eh?¿Quién es Lu Riz? Donde esté un pasodoble...". Conciertos en los que, simplemente, no te querían pagar. Conciertos en los que cuando acababas una versión de Gram Parsons alguien te venía y te decía "¿me puedes hacer una de Phil Collins que a mi novia le gusta mucho?". Y así podría seguir con situaciones varipintas que convierten muchos de esos momentos ahora divertidos en verdaderas situacions críticas mientras están sucediendo. Pero lo de ayer lo supera todo. Fue a la vez el mejor concierto que he dado en mi vida y también el más difícil. Lugar: la guardería de June. Público: ya pueden imaginarse. El mayor tenía 4 años. Repertorio: «El patio de mi casa», «Cargol treu banyes», «El ratón Pérez», «El tallarín»....Vamos, una sucesión de hits (confieso que no pude evitar colar a mitad de algunas canciones a los Stones, los Beatles, Elvis y Ritchie Valens porque se trataba de educar ¿no?) que iba desgranando ante 20 niños que me miraban, chillaban, intentaban tocar mi guitarra, tocaban el clavijero, estiraban de las cuerdas, la utilizaban como tambor y un sinfín más de peripecias. Un público de esos que sufres lo indecible para que te hagan caso. Y si lo logras. Eso sí. Todo valió la pena sólo por ver la cara de orgullo que tenía una peque mirándome desde el fondo de la sala. Sus ojos decían: ese es mi padre y que bien lo hace. Y el tipo que tocaba la guitarra se hinchaba como un pavo cada vez que la miraba. Ya saben, ella se llama June...El de la guitarra vayan a saber....

Sonando: El Ratón Pérez de Cantajuegos (¿qué pasa? no me la logro quitar de la cabeza)

miércoles, diciembre 01, 2010

DPND: Jim Lauderdale - Pretty Close To The Truth

Que Jim Lauderdale es un monstruo no lo voy a descubrir yo ni con esta ni con ninguna entrada. Por eso tenía claro que uno de estos Discos Para No Deprimirse tenía que ser del monstruo de North Carolina ¿Pero cuál? Todos son tan buenos….Todos tienen algo…Desde que empezó su carrera en 1986, Lauderdale ha ido construyendo obra maestra tras obra maestra. Pero yo debía decidirme por uno y después de mucho pensarlo opté por la solución fácil: el primero que tuve. Su título Pretty Close To The Truth. Su calificiativo: excelente, aunque pueden utilizar cualquier sinónimo que se les ocurra.

El disco se publica en 1994 y es uno de sus dos trabajos para Atlantic. Un disco difícil de clasificar ¿es esto americana?¿es country-rock?¿Es country-soul? ¿Importa? Yo creo que no. Lo que importa realmente es que es muy bueno. Que en sus surcos hay ecos de los Stones más country, de Merle Haggard, de George Jones o hasta de Al Green (escuchen «Why do I Love You», cierren los ojos y piensen en el reverendo). En tiempos en los que Garth Brooks dominaba las listas de country americanas, el disco de Lauderdale pasó sin pena ni gloria por los charts y también por las listas de ventas. Eso sí, los que lo catamos nos dimos cuenta que tras sus canciones había un artista de largo recorrido. Largo y absolutamente exitoso en cuanto a la calidad de sus grabaciones. Las ventas han sido otra cosa.

Lauderdale ya había compuesto canciones para gente como George Straitt o Dave Edmunds y esta vez se rodea de músicos que habían grabado con Lucinda Williams o Dave Alvin para dar forma a su segundo disco tras su debut, en 1991, con Planet of Love. Pero todo eso no tendría importancia si Lauderdale no fuera, además, un grandísimo intérprete. En «This is the big time» toma la actitud de los discos country de Jerry Lee Lewis, «Don’t trust me» encajaría en cualquier disco de Chris Isaak y «Run Like You» podría pasar por un Gram Parsons en sus momentos de máxima inspiración. Que las letras son irónicas e inteligentes es el detalle que faltaba a este cóctel de sabor dulce, fresco y afrutado. Tómese con hielo. Y guárdese en caja fuerte, es un tesoro.

Sonando: Run Like You de Jim Lauderdale

martes, noviembre 30, 2010

Steve Wynn y Carlos Rego

Steve Wynn toca hoy en Barcelona. Uno de esos músicos que nunca fallan. Viene a presentar su último disco Northern Agression que reconozco que aún no me ha enganchado del todo. Mi favorito sigue siendo My Midnight de 1999. Eso sí, Wynn es un músico que destaca por su honestidad. Casi diría que por su transparencia. Es como es y da lo que sabes que te puede dar. Ya lo hacía con Dream Syndicate y su carrera en solitario es exactamente igual de íntegra. La cita en el Sidecar.

Y apenas unas horas antes nuestro buen amigo Carlos Rego presenta su libro Nuevo Rock Americano, años 80. Luces y sombras de un espejismo. La cosa es a las 7 en Demodé Lenoir, Martinez de la Rosa 27 (Barcelona) y un pajarito nos ha contado que el propio Steve Wynn andará por allí. Nosotros nos lo perdemos porque es la hora de Sentido Común en la radio pero al resto os dejamos ir siempre que prometais después descargar el programa de hoy de nuestro blog.....

Sonando: Tears won't help de Steve Wynn

lunes, noviembre 29, 2010

Árboles y rock

Nunca me hubiera planteado que los árboles pudieran tener algún tipo de relevancia en la historia del rock más allá del mítico Joshua Tree, de todos conocido. Alguna canción por ahí y el título de algún disco por allá parecían completar la poca importancia del árbol en la historia del rock. Pero, de un tiempo a esta parte, parece que vamos a tener que ponerlos en el lado negativo de la balanza junto a aviones, coches o ríos. Sí señores, como sigamos así los árboles van a pasar a formar parte de la historia negra del rock. Hace ya unos años leíamos que Keith Richards se caía de un cocotero, cachonda historia que, fuera verdad o no, supuso que los Stones cancelaran varias fechas. Muchos nos preguntamos qué narices hacía (si era cierto) Keith subido a un cocotero pero, en el fondo, tampoco nos extrañaba tanto. Y menos si lo comparamos con la noticia que nos llegaba la semana pasada: Joan Baez se caía de un árbol de seis metros ¡Adiós! Esta sí que es buena. La otrora reina del folk. La mujer de la dulce voz ¿subida a un árbol? ¡Pero si tiene 69 años! ¿Y de seis metros? Joder, eso son unos cuantos metros. Parece que la historia aquí es menos turbia que en el caso de Keith y se ha resuelto con unas magulladuras aunque podía haber sido algo muy serio. Dicen que la Baez sigue viviendo, de alguna manera, anclada en el movimiento hippie y tiene una casita en un árbol de su casa en la que le gusta dormir cuando hace buen tiempo. Así se cayó nuestra amiga. Menos mal pero, a ver quien es el siguiente músico al que le da por hacer de Tarzán...Y yo que en mi vida he sabido subirme a un árbol.....

Sonando: Here's to you de Joan Baez

viernes, noviembre 26, 2010

Greg Trooper, exorcizando demonios

Cuando en 2004 me hice con el enorme disco que es Universal United House of Prayer de Buddy Miller pensé en buscar algún artista similar porque andaba absolutamente enganchado a esa especie de country-soul. Quería descubrir algo nuevo. Alguien que poder unir a los nombres de Dan Penn, Tony Joe White, Donnie Fritts o Larry Jon Wilson. Así que utilicé uno de esos programillas tipo “Pandora” y apareció un nombre en pantalla: Greg Trooper. Puede sonar cutre pero así es como descubrí al de New Jersey y así lo cuento. En aquel momento su disco más reciente era Floating, de 2003, y cuando me hice con él aluciné. Y el por qué de este rollo es tan sencillo como que el tipo tiene nuevo disco y vuelve a ser un discazo. Es su disco número 11 y ni un resbalón. Todos enormes. Upside-Down Town no es una excepción en la carrera de un tipo que asegura que la “música me ayuda a exorcizar mis demonios. Trato de no tomarme demasiado en serio porque en esto de la música casi todo está dicho. Yo sólo intento expresarme a través de mis canciones”.

Trooper vuelve con su sonido más característico pero aquí aprovecha para dar pinceladas extraídas de las paletas de sus músicos favoritos. «They call me Hank» es el country soul que haría Dylan si se lo propusiera. «First True Love» el que haría Cash. «Dreams like this» el que haría John Hiatt. «Nobody in the whole wide world», desde ese teclado inicial, es herencia del mejor Tony Joe White. Y «Time for love» es un country-rock en la línea Bruce Springsteen o incluso Steve Earle ¿Más referencias? Búsquenlas ustedes que se lo pasarán en grande…Una curiosidad, saben a quién copió Elvis Costello su característico sombrero de ala redonda? Busquen por Internet, ya verán....

Sonando: Time for love de Greg Trooper

jueves, noviembre 25, 2010

Hendrik en directo y solo

Hace ya días del concierto pero dado que no he hablado por aquí de él voy a pararme un poquito, porque vale la pena hacerlo, en el acústico que Hendrik Röver hizo el pasado viernes en la Sala Rocksound. Además, lo bueno, es que he tenido tiempo para asimilarlo.

No es la primera vez que veía a Hendrik en ese formato. Pero sí es la primera vez que me convenció totalmente. Creo que mi estreno con Hendrik delante, solo con su guitarra fue, si no recuerdo mal, en la Boite, ahora Zac, aunque puede que mi memoria me esté jugando una mala pasada aquí. Lo que sí recuerdo es que de allí salí con la sensación de que Röver había estado incómodo, incluso inseguro. Algo poco habitual para alguien con su experiencia. Alguien que con los Deltonos detrás era una bestia del escenario se empequeñecía al mostrarse “semidesnudo”, sólo con la compañía de su acústica. Y no fue un mal bolo pero le fallaba algo.

El viernes fue diferente. Hendrik, vestido de negro, con botas camperas y camisa country con bordados blancos se plantaba ante los pocos que tuvimos la decencia, en una ciudad que definitivamente no ha nacido para el rock, de acercarnos al Rocksound dispuesto a comerse al respetable. Charló, bromeó, tocó (y cómo tocó). En definitiva, dominó el concierto. Lo controló. Sin vacilaciones. Paseándose con maestría por su repertorio en solitario, por alguna versión de los Deltonos como «Circunvalación» del soberbio GT y con versiones de todo pelaje ¡Hasta su idolatrado George Jones tuvo su momento! Anécdotas, historias, canciones. Quizá por eso, al final del bolo, cuando yo le hablaba de los cantautores él me decía “es que yo soy un cantautor porque canto mis canciones”. De Perogrullo. Puede. Pero no hay mucha gente que lo tenga tan claro con el significado que se le suele dar en este país a ese término. Röver lo bordó. No se puede decir más. Y enfrentarse al público en acústico no es tarea fácil para nadie. Por muchos años de experiencia que lleves detrás y por muchas veces que lo hayas hecho.

Sonando: Mi mansión de Hendrik Röver

miércoles, noviembre 24, 2010

DPND: The Wallflowers - Bringing Down The Horse

La banda liderada por el vástago de Bob Dylan con más talento, The Wallflowers publicaba en 2006 su segundo disco tras un debut con nombre homónimo. Junto a Jakob Dylan formaban la banda Fred Eltringham (bateria), Rami Jaffee (teclado) y Greg Richling (Bajo). Tampoco hay que olvidar la colaboración esencial de Michael Ward, colaborador habitual de The Mars Volta. Bringing Down The Horse fue un soplo de aire fresco para la música americana y a día de hoy muchos lo siguen viendo como la obra cumbre de la banda del descendiente del gran Bob. Es el disco en el que Jakob demuestra que podía volar en solitario, a pesar de que su disco de debut no es un mal disco. Ni mucho menos. Pero con Bringing down the horse suben ese peldaño que separa el notable del excelente. Un trabajo separado en 4 años de su predecesor. Bien pensado, bien planteado y que, en contra de lo que sucedió con aquel fue un gran éxito de ventas.

Ser hijo de Bob Dylan debe ser fácil para unas cosas, por ejemplo tener la posibilidad de grabar un disco, y difícil para otras. En esta última categoría estaría encajar las críticas. The Wallflowers, el disco, recibió críticas feroces y también injustas. Aunque sea cierto que la banda no se mostraba tan compacta como años después lo haría en este Bringing Down The Horse en el que la producción de T-Bonne Burnett se hace absolutamente imprescindible para entender su éxito.

La banda y en concreto Jakob supieron construir un disco con mucho ritmo. Lleno de subidas y bajadas, de golpes de efectos, de baladas, medios tiempos y temas acelerados. Todo en su sitio. Bien colocadito y sonando de manera enérgica. Con ínfulas de primer disco. Quizá por eso se llevó un par de premios Grammy. El primero de ellos al mejor dúo vocal por el espectacular trabajo de Jakob con Adam Duritz, cantante de los Counting Crows, en la emocional «6th Avenue Heartache». El otro se lo llevó el propio Jakob como mejor vocalista de una canción de rock por «One headlight», el temazo que sirvió de primer single al disco y que es una de esas canciones inolvidables que probablemente debería situarse en una hipotética lista de las 10 mejores canciones que dio el rock americano en los 90. Llegó al número 2 de las listas americanas y Bruce Springsteen se subió al escenario para cantarla con ellos en la fiesta de la MTV de 1997 asegurando que era una de sus canciones favoritas. Como también debían serlo temas del calibre de «Josephine», una balada definitiva, «Three Marlenas» otro tema lento con una de mis frases favoritas del disco, llena de clase y chulería “I think I'm gonna buy myself a Rolls Maybe a Chevrolet…”, la esencial «The Difference» o «Angel on my bike», una de esas canciones que te hacen moverte sólo.

Lo mejor de Bringing down the horse es la persistencia de Dylan. Lejos de amedrentarse con los palos que le dieron con su disco de debut y de optar por el camino fácil que hubiera sido retirarse a vivir del cuento, Jakob se empecina en lograrlo y este disco es su consagración. La prueba de que, a pesar de la alargada sombra de papá, él también podía tener una exitosa e interesante carrera en solitario. Y lo mejor es que lo hace sin cambiar un ápice su sonido respecto a su debut. Si quieren lo define mejor, lo refina, pero mantiene las mismas constantes vitales. Seguro de que no habían hecho nada malo antes y de que la forma debía funcionar. Y vaya si lo hace. Dylan está cómodo en los temas acelerados, porque le gusta rockear, pero aún lo está mucho más en las canciones más oscuras del disco (si es que se les puede llamar así). Ahí lo borda. Domina los ambientes. Susurra. Inquieta. Su interpretación vocal lo coloca en el mapa. No sólo por los premios a los que hacía referencia antes sino por la sensación que deja en el oyente cuando su voz se pierde. Quizá, por todo eso, nunca lograron repetir su éxito y la banda acabó sucumbiendo ante el inicio de la carrera en solitario de Jakob. Aunque eso ya es otra historia.

Sonando: Three Marlenas de The Wallflowers

martes, noviembre 23, 2010

¿Quién diantre eres Billy Wilder?

Ese es el título del último libro que acabo de leer. Siempre combino, como ya sabéis, las biografías, mi género favorito, con la novela. Este volumen de Tom Wood publicado originalmente en 1970 pretende ser un acercamiento al famoso director de cine culpable de películas como Con faldas y a lo loco, Sabrina o El crepúsculo de los dioses. Además lo hace de una manera curiosa. De hecho, por la forma en que está ecsrito, es difícil trazar una línea temporal en la vida de Wilder. Si no recurres a la filmografía del final se te hace complicado saber qué película fue antes y cual después. Pero a cambio de eso el autor decide trazar una línea por la vida del director en base a sus anécdotas y, sobre todo, a sus ingeniosísimas frases. Wilder era un tipo de esos de rápida respuesta. Por eso la sonrisa suele aparecerse en la cara de uno varias veces a lo largo de la lectura del libro. Las anécdotas con gente como Marilyn Monroe o Humpfrey Bogart son impagables. El tio tenía ingenio y lo demostraba continuamente unido a unas dosis de soberbia que no gustarán a todo el mundo. Por citar alguna me quedo con la anécdota que explica uno de sus asistentes cuando dice que un día Wilder le soltó “Eres como mi mujer, que no es que te quiera, es que simplemente me he acostumbrado a que estés aquí”.

Sonando: King of the western world de Soul Gestapo

lunes, noviembre 22, 2010

Gill Landry, otro nombre a tener en cuenta

La primera vez que vi su nombre lo hice en uno de mis estudios pormenorizados de los libretos de un disco. Se trataba de un álbum de Old Crown Medicine Show, una banda por la que siento especial debilidad. Landry es el cantante principal y además toca la guitarra, el banjo y la steel guitar. Por no citar sus aventuras junto a los Woody Pines, otra de mis debilidades.

En 2007 el tipo lanzó su primer disco en solitario, titulado The Ballad of Lawless Show y ahora me llega su segundo disco, Piety & Desire en el que participan miembros de los Felice Brothers y gente como Jolie Holland (vaya discazo se sacó hace apenas un añito) o Brandi Carlile. El disco es grandísimo y Landry se muestra como lo que es: un excelente cantante. Además demuestra que es un todo terreno. No se limita a quedarse en los registros que domina sino que arriesga y nos enseña como moldea cualquier canción. Su voz es preciosa pero si es necesario, porque la canción lo pide, se vuelve difícil. Se afila o se rompe en función de la necesidad de cada tema. Siempre afinado, eso sí. Siempre acertado. Siempre sobebrio. Como un crooner metálico del country-jazz. Picotenando de muchos estilos y dándoles a todo un elemento común: la maestría de sus cuerdas vocales. Es que hay gente que la clase la lleva innata oigan…

Sonando: Annie de Gill Landry

viernes, noviembre 19, 2010

Seguimos de celebración

Ruteros. Hay quien defiende que no existen. Que el llamarse así es una falacia. La típica manía de huir de las etiquetas que tenemos (y me incluyo) todos. De alguna manera tendremos que llamarnos ¿no? Estamos, mal que nos pese, en una sociedad de etiquetas. Aquí hay culés y merengues. Fascistas y comunistas. Rockers y mods. Mileuristas y millonarios. Moderniquis y retros. Clases altas y clases bajas….Cientos de etiquetas. Algunas molestas. Otras no. Algunas acertadas. Otras menos. Pero hay ruteros tan ruteros que se ofenden por la etiqueta ¡Juas! Así somos. Es que joder, llamarnos “seguidores de una revista de rock que se llama Ruta 66, que está muy bien y que la hacemos con mucho cariño y la defenderemos por encima de todo” es un poco largo ¿no? Eso sí, a mí me gusta más la palabra routier. Le tengo más cariño. Y todo esto para decir que seguimos celebrando nuestros 25 añitos de existencia. Y hoy siguen “los actos”. Esta tarde a las 19:00 h charlita en la FNAC de Triangle en Barcelona con Jaime Gonzalo, cofundador de la revista, al que merece mucho la pena oír hablar (Jaime ¿por qué hablas tan bien?) y Alfred Crespo, uno de los codirectores actuales al que hay que ver (¿y esa barba de Deadhead? vaya, otra etiqueta) y también escuchar. Luego servidor se larga hacia el Rocksound que Hendrik Röver presenta su último disco y no me lo pierdo.

De regalo, para seguir celebrando el aniversario, algunos de mis favoritos entre los que han versionado el «Route 66» de Chuck Berry: The Rolling Stones, Dr. Feelgood, R.E.M., Them, The Pretty Things, The Cramps, Jerry Lee Lewis, The Surfaris, Asleep at the Wheel, Los Lunáticos….Get your kicks on Route 66!!!!

Sonando: Ruta 66 de Los Lunáticos

jueves, noviembre 18, 2010

La misteriosa Meschiya Lake

No soy un gran seguidor del jazz. Ya lo saben los que se pasan por aquí habitualmente. Aunque Nueva Orleans es otra cosa. Sus sonidos sí me atraen. Llaman mi atención. Me provocan. Y si estos vienen de una mujer tatuada hasta las cejas que parece la versión femenina del gran Willy De Ville, aún más. En la tradición de las grandes vocalistas de los años 20 y 30, Lake formaba parte de una especie de grupo de músicos titiriteros llamados The Loose Marbles que se dedicaban a tocar sus melodías por las calles de la más francesa ciudad americana. Quince músicos ataviados de un montón de vientos, percusiones y otros instrumentos de cualquier pelaje que acabaron creando hasta filiales en otras ciudades como Nueva York con el único objetivo de acabar con el aburrimiento en las calles mediante la música. Y al frente de todo Meschiya Lake. Sensual. Atractiva. Magnética.

Pues su primer disco ya está en la calle. La banda que acompaña a la cantante se hace llamar The Little Big Horns y el disco lleva por nombre Lucky Devil. Es buenísima. Pero buenísima ¿eh? Estoy seguro que Tom Waits anda enamorado de su música. Lo tiene todo. Menos información por Internet. Curiosamente es casi imposible encontrar referencias veraces sobre ella en la red más allá de cuatro frases sueltas. Más misterio aún. Aunque da igual. Insisto. Brutal.

Sonando: Joseph! Joseph! de Meschiya Lake & The Little Big Horns

miércoles, noviembre 17, 2010

DPND: Slaid Cleaves - Life's Other Side

Life's Other Side tiene algo especial para mí. Es el disco con el que descubría a Slaid Cleaves. Y vaya manera de hacerlo...Como ya he hablado por aquí de Unsung y de Wishbones hoy me detengo, en esta serie, en este “Otro Lado de la Vida”. El álbum se publica en 1992 y primero lo hace sólo en su edición en cinta de casette. Creo que me hice con él hacia 1996 y sólo un año después, cuando apareció su versión en CD volví a comprarlo. Cuando lo publicó, el de Maine se había trasladado con su mujer a Austin, Texas, y acababa de ganar el prestigioso Kerrville Folk Festival, un conocidísimo concurso que previamente habían ganado Patty Griffin, Robert Earl Keen y Steve Earle. Casi nada.

Editado por Rok Bottom Records, cuando Gurf Morlix oyó este disco quiso encargarse de grabar el siguiente trabajo de Cleaves y no olvidemos que estamos hablando de alguien que ha sido mano derecha de Lucinda Williams. Un músico, Cleaves, que se definía a sí mismo como el suplente de Jerry Jeff Walker, Jimmie Dale Gilmore y Robert Earl Keen pero que con este disco sube a primera división definitivamente superando de una tacada a esos nombres.

14 canciones espectaculares que beben directamente de las letras de Woody Guthrie adaptándolas al sonido de Austin y caramelizadas con la espectacular voz de Cleaves. Se abre con la canción que le da título y al instante esa melodía folkie se te mete en la cabeza. De manera sutil. Como si no quisiera ensombrecer a la canción más famosa del disco y quizá la más dylaniana. «Willie of the wind» tiene una melodía embriagadora y una letra fantástica (de las mejores de la carrera de Slaid) sobre un hombre sin hogar. «Justice» muestra al trovador preocupado también por temas políticos. «Tell me» es una auténtica preciosidad y por algo una de las canciones favoritas de Ray Lamontagne. «Ramblin Man» es la única versión del disco y el elegido es ni más ni menos que Hank Williams. Soberbia. Y «The Rain Song» muestra la variedad de registros de una voz que se me antoja casi insuperable para cantar rock americano. Son sólo cinco pinceladas, quedan nueve más. Nueve auténticas joyas. Con la apariencia de poca instrumentación. Aunque sólo es apariencia porque a Cleaves lo acompañan hasta 7 músicos entre los que destaca la lap steel de Jussi Huhtakangas. Y con el añadido, como todo el disco, de ser sólo el principio de algo mucho más grande de lo que ya es. Aquí hay un diamante en bruto. Aunque ya brilla poderoso. Una lástima que muchas veces se olvide Life’s Other Side al nombrar los mejores discos de Slaid Cleaves y, por qué no, los mejores álbums de la década.

Sonando: Too sentimental de Slaid Cleaves

martes, noviembre 16, 2010

José Ignacio Lapido - El más allá

Está claro que no me refiero a si habéis tenido experiencias paranormales o encuentros en la tercera fase...Hablo del nuevo tema, que digo tema, temón de José Ignacio Lapido. Es el adelanto de su nuevo disco, De Sombras y sueños, y ya se le puede pegar una escucha en el myspace del granadino. Un maestro. Un personaje injustamente condenado a mantenerse oculto en la sombra. Como muchos otros, sí. Pero eso no lo hace menos injusto. Lapido es un escritor de canciones soberbio. El mejor, incluso para muchos de sus compañeros. De los mejores para la mayoría de la crítica. Y un desconocido para el gran público ¿Alguien me lo explica? Los misterios de la industria discográfica....

A pesar de eso el tipo sigue haciendo canciones como templos. Homenajes poéticos a nuestra propia historia musical. Lapido es un digno heredero de los grandes escritores de canciones de este país y también de los grandes songwriters americanos. Y además de eso es un ejemplo de superación. De permanencia. De cabezonería, incluso. Cada disco que hace supone un pasito más respecto al anterior. Siempre mejora. Aunque parece imposible. Y ahora todo pinta a que lo ha vuelto a hacer. Si el resto del disco es como esta canción ya tienen mi disco nacional del año. El 22 salimos de dudas...

Sonando: El más allá de José Ignacio Lapido

lunes, noviembre 15, 2010

Gerry Rafferty en estado crítico

El escocés Gerry Raffrety se encuentra en estado crítico debido a una insuficiencia hepática. Parece que sus problemas con el alcohol son la causa y a los 63 años su familia ha decidido desconectarlo de la máquina de respiración asistida tras lo que, curiosamente, parece que ha mejorado. Soy un gran fan de este hombre. De hecho no hay muchos músicos o bandas de los que puedo decir que poseo absolutamente toda su discografía. Y uno es Rafferty.

Me convertí en fan del de Paisley casi por casualidad y diría que por inercia. Sin darme cuenta fui comprando todos sus discos. Primero los de los Stealers Wheel en los que alternaba el papel de líder con Joe Egan. Y luego los de su carrera en solitario. Los tengo todos en vinilo porque sus portadas son dignas de ello. Auténticas obras de arte para los amantes de la ilustración. Pero no creo que Rafferty pase a la historia por eso sino más bien por «Stuck in the middle (with you)», la canción que Tarantino popularizó en la mejor escena de Reservoir Dogs y que Rafferty y Egan compusieron para su banda en un intento de ¡burlarse de Bob Dylan y su forma de cantar! Una pena que esta noticia llegue justo cuando el próximo número de diciembre del Ruta servidor tiene un recuerdo para una banda que pudo ser muy grande (y no diré más que esas cosas no deben revelarse).


Sonando: Baker Street de Gerry Rafferty

viernes, noviembre 12, 2010

Preséntame un poeta

Me gusta la poesía. Sobre todo la sencilla. La que llega a base de palabras llanas. Cercanas. De cotidianidad. Y me gusta la música. También cotidiana. Eso ya lo saben. Por tanto me gusta la poesía que se llena de música. Los últimos dos días los he pasado con un buen amigo charlando de eso, de música, de poesía, de anécdotas, de nuestras vidas y hasta de la de los demás. Dos días fantásticos. Y suelo tener esa sensación siempre que nos vemos. Al final, antes de irse, me hizo un último regalo. Me presentó a un poeta. O mejor dicho a un POETA. Con mayúsculas. Desconocido para mí hasta ese momento. Kirmen Uribe. Un monstruo. Un maestro de la sencillez. Un nuevo ídolo para mí. Verlo en su recital de ayer fue fantástico. Precioso. Soberano. Y además, a su lado, Quique González daba el toque sonoro adecuado a unas frases llenas de sensibilidad, de misterio, de calor y, a fin de cuentas, de musicalidad. Si pueden verlos juntos, háganlo. Sino siempre pueden ponerse un disco de Quique o leer a Kirmen. Incluso combinarlo. La experiencia es gratificante, de verdad...

Sonando: Aunque tú no lo sepas de Quique González

jueves, noviembre 11, 2010

La culpa de todo fue de J.R.

Podría ser el eterno protagonista de Dallas, aquella serie que veía con mis padres en TV3 los domingos por la noche cuando era un chaval y la cadena autonómica acababa de estrenarse. Pero no me refiero a él. Miren que he leído a gente. A periodistas. He conocido a muchos. Trabajo con muchos. Comparto aficiones. Algunos de ellos han tenido mucho que ver en mi “conversión” a su secta y, sobre todo, en llegar a ser un aprendiz de musicólogo. Así, a bote pronto, diría que los más influyentes en mi “carrera” (que gracia llamarlo así, suena tan petulante, igual que la propia palabra “petulante”) fueron varios. En primer lugar Juan De Pablos. Él me enseñó el amor desenfrenado por la radio. Le conocí a mediados de los 90 y no puedo olvidar un viaje en tren en el que me planteé charlando con él, por primera vez, que yo quería ser así. Después está J.F.León. Mi buen amigo, maestro y mentor. El primero que me dio cancha gracias al buen hacer de mi otro buen amigo Jonathan Vidal. Durante mucho tiempo consejero espiritual impagable. Le sigue mi tocayo Edu Ranedo. Le conocí cuando yo quería ser estrella del rock y hoy escribimos sobre otras estrellas en la misma revista. De rock, claro. Edu es un crack. Respira rock. Es rock. Y creo que tras ellos, y como decía hace algunas semanas, vendría Alfred “Coco” Crespo. Ya lo puse “guapo” hace unos posts así que no insistiré. Un crack. Como el resto.

Eso sí. Hay uno más importante que todos ellos y probablemente nadie lo sabe. Voy a explicarme. Tuve mi primer reproductor de CDs hacia 1993. Hasta entonces mi pasión por la música se reflejaba en las cintas de casette. No tenía muchas (en comparación con lo que hay ahora por mi casa). Quizá unas doscientas. Las escuchaba en un radiocasete de “doble pletina”. Como Dios manda. Mis favoritas a principios de los 90 eran un par de Elvis compradas en una gasolinera que hacían el servicio como Grandes Éxitos, el primer disco de los Dire Straits (sí ¿qué pasa? creo que casi todo el mundo ha “pasado” por ese disco), el Born in The USA de Springsteen, Return to Magenta de unos desconocidos Mink DeVille, How Will The Wolf Survive de Los Lobos y Greatest Hits Volumen 1 de Bob Dylan. Las compraba en discos Pelayo antes de que esta se convirtiera en discos Balada para desaparecer después. Pero en el año 92 iba a producirse algo más importante que las Olimpiadas de Barcelona en la vida de un servidor. El 30 aniversario de la carrera de Bob Dylan ¿Exagerado? No, ya verán. Yo había visto a Dylan en el 89 en el Palau d’Esports de Barcelona y en el 91 en Sevilla, en el Festival Leyendas de la Guitarra. Mi conversión al dylanismo era casi un hecho pero faltaba la puntilla. Y esa la dio J.R.. José Ramón Pardo, entonces presentador de M80 y que iba a conmemorar el aniversario, que acabaría con el mítico concierto lleno de invitados en el Madison Square Garden, con 24 horas dedicadas a la figura de Dylan ininterrumpidas. Yo, más chulo que un ocho, comenté a mis amigos que aquel fin de semana no iba a salir de casa. Compré cintas de 120 minutos, preparé mi casette con el REC a punto y las grabé ¡enteras! 24 horas de radio dedicadas a Bob Dylan. Ese programa, además, me sirvió para saber que yo quería ser un coleccionista de discos. En menos de un año completé la discografía del bardo en casette, en poco tiempo más en CD y finalmente en vinilo. Pero el coleccionismo fue más allá. Si valía la pena tener toda la discografía de Dylan igual también valía la pena la de otros. Empezar a trabajar me dotó de mayor poder adquisitivo, claro. Y el pescado estaba todo vendido.

Hoy miro mi colección y sin querer sonar…arrogante (palabra por cierto menos petulante que petulante y que viene a significar lo mismo) descubro que he comprado una media de 176 discos al año ¡Casi nada! La media no llega por poco a un disco cada dos días…¿Y a qué viene esto? Pues toda esta reflexión viene a cuenta de que ayer a alguien se le ocurrió decirme que por culpa de gente como yo, que baja música de Internet (sí, lo hago, confieso, soy un pecador) se está acabando la industria y se van a dejar de hacer discos ¡No te jode!¡Y eso se lo dicen a un tío que tiene sus discos asegurados en el banco!¡Me cago en mi puta cara!¡Joder, que rabia! Probablemente si los que piensan de esa manera y acusan a otros sin saber se callaran la bocota y compraran sólo un disco al mes, otro gallo cantaría a los artistas. También pueden decir que la culpa es de J.R.. El de Dallas, no Pardo. Puestos a buscar culpables…¿Cuántos discos compran los miembros de la SGAE? A no, claro, que a ellos les llegan gratis. Pues podrían regalar los promocionales y gastarse la pasta. Que tienen mucha. Hay perdonen. Que Teddy Bautista dice que lleva tres años con el sueldo congelado. Mire. Se lo cambio ¿vale? Yo también llevo tres años con el sueldo congelado y este año me lo han bajado. Y no soy funcionario, por si alguien lo está pensando. Le cambio su cochazo, sus pisos, sus apartamentos por los “míos”. Eso sí. Mi colección de discos ni tocarla. Usted no sabría apreciarla. Ya me entiende.

Sonando: Honest with me de Bob Dylan