jueves, septiembre 30, 2010

Memphis Beat

Jason Lee ¿les suena? Sí, señores. Earl de My name is Earl. Ese personaje histriónico en constante búsqueda de equilibrar su karma se convierte en esta nueva serie de TNT en Dwight Hendricks, un policía perseguidor de cacos. La cosa se llama Memphis Beat. Hasta ahí todo normal. Nada especial. Pero ahora llega lo bueno. El tipo vive en Memphis por lo que han podido deducir del título de la serie y, ahí viene lo mejor, por las noches se dedica a imitar a Elvis en un tugurio de la ciudad. No es una serie de culto. Vaya por delante. No es de esas que pasarán a la historia pero entretiene y mucho. Además, a los amantes de la música les tiene que encantar. Referencias constantes al rock and roll. Escenarios impresionantes, todos de Memphis, claro. Freakies disfrazados de Elvis por doquier. Cameos de leyendas del blues….

Ahí va lo que dice la nota de prensa: “Memphis Beat se centra en la vida de un peculiar detective de policía de la ciudad de Memphis (Jason Lee, Me llamo Earl) que tiene una estrecha conexión con la ciudad, una gran pasión por la música blues y una cercana relación con su madre (Celia Waston, El bosque). Para él, todo crimen es una amenaza para su bienestar, al igual que un ataque a sí mismo y a la forma que tiene de ver el mundo. Es un extraordinario detective con un despreocupado y tranquilo estilo y que posee una increíble intuición sobre lo que la gente piensa o siente. Él es "el guardián de Memphis,” todo un caballero sureño que se dedica a proteger a sus conciudadanos, a reverenciar la historia de la ciudad y con unas raíces muy profundas en la escena musical del blues. A pesar de sus impecables instintos como detective, su estilo relajado en el trabajo policial choca con la visión de sus exigentes jefes, entre ellos una teniente interpretada por Alfre Woodward (Mujeres Desesperadas). Pero todo eso queda atrás cuando pisa el escenario de su bar favorito para interpretar una o dos canciones legendarias”.

El director es Clark Johnson conocido por The Shield y los guiones corren a cargo de Liz Garcia (Cold Case). George Clooney ha puesto su pasta en la serie porque es uno de los productores ejecutivos y, de momento, le ha salido bien. Tras una primera temporada de 10 capítulos ha sido renovada por su tremendo éxito de público. No es Los Soprano ni Dexter, ni The Wire (ni de lejos, vamos), pero no me negarán que una serie en la que todos los capítulos se titulan como una canción de Elvis no tiene su atractivo.

Sonando: Return to sender de Elvis Presley

miércoles, septiembre 29, 2010

El nuevo Ruta y yo

Ya hay número de octubre del Ruta a la venta. Y viene cargadito. Si el mes pasado un servidor aportaba únicamente críticas de discos (aunque 7 nada menos) y la habitual dosis de noticias, este mes no me puedo quejar. Hasta ¡5 entrevistas mías hay en el número de octubre! Y para todos los gustos. Con Octubre (je,je, cosas del destino,Octubre en el número de octubre) para hablar de su nuevo disco Todo se lo lleva el viento, con Desconocidos para charlar su debut producido por Santi Campos, con Joaquín Talismán para comentar su retorno con Incomunicación y con dos bandas stonianas para charlar de eso, de los Stones: Lions In The Street y Slithering Beast. Además una crítica sobre el When You're Strange de Tom DiCillo sobre los Doors en el apartado de imagen y dos libros en el de papel: el de fotos de Xavi Mercader llamado simplemente Freaks y el Resaca: Hak Over de autores diversos (se lo debía a Patxi). Además, en el discomático hay una columna mía sobre los últimos lanzamientos de CRS, la reseña al Tin Can Trust de Los Lobos y mi polémica reseña sobre el último de John Mellencamp que sigo defendiendo a muerte, y cada vez más convencido. Señor redactor jefe, lo haré. Escribiré cien veces "no volveré a decir que escribo poco en el ruta". Aunque eso, como en el caso de los niños, no garantiza que no lo vuelva a hacer.

Sonando: Sun Song de Bravo Johnson


PS: Dejando de lado el ombliguismo en la revista hay también muchas más cosas y bien ricas: entrevistas con Mike Farris, Soul Gestapo, The Cubical, Danko Jones, Tim Robbins, Grinderman o oddo Gurus. Y reportajes sobre el Situacionismo, Edwynn Collins o Daniel Johnston. Y más, mucho más....

martes, septiembre 28, 2010

Bruce en la playa

Ed y Jen son una pareja de novios que decidieron irse el día antes de su boda a una playa de Nueva Jersey para fotografiarse. Iban a usar las fotos para enviar un e-mail a sus amigos recordándoles su enlace del día siguiente. Como a los dos les gusta la música él decidió que en las fotos debía salir su guitarra, su fiel compañera hasta entonces. Cuando llegaron a la playa se encontraron a un tipo paseando que se interesó por aquella guitarra y por ellos. Él les dijo que le apetecía tocarles alguna canción, que sabía tocar un poco, y quería dedicarles un tema al saber que al día siguiente se casaban. Cuando oyeron los primeros acordes y reconocieron la voz se dieron cuenta que estaban viviendo un concierto privado pre-matrimonial del mismísimo Bruce Springsteen. «The river» sonó sólo para ellos. Las fotos no engañan. Por algo es el jefe. Y por este tipo de cosas me encanta el rock and roll.

Sonando: The River de Bruce Springsteen.

lunes, septiembre 27, 2010

Llega el volumen 9 de las Bootleg Series

Así es. El amigo Bob ya tiene un noveno volumen a punto de sus Bootleg Series (el 19 de octubre en la calle) que, por supuesto, me llevará a pasar por caja. Se trata de las legendarias Witmark Demos, unas grabaciones que los dylanitas empedernidos ya tenemos dentro de los bootlegs del mismo título y del llamado Leeds Demos. Vamos, que pocas novedades vamos a encontrar en esas 47 canciones que incluye esta nueva edición de las periódicas bootlegs del bardo. Dylan al piano, la guitarra y poco más. Una lástima creo yo porque mira que hay material inédito con banda por ahí. Sin ir más lejos de la denostada etapa cristiana. Con un sólo concierto editado de esa etapa Dylan se cargaría de una tacada a los que consideran esa una mala etapa. Por cierto, una de mis favoritas. O sesiones de grabación. Las de Blood on the tracks son acojonantes. Las de New Morning también. O las de Oh Mercy. O el material con Johnny Cash o George Harrison. Por eso pienso que el viejo no anda muy fino a la hora de escoger el contenido de sus Bootlegs Series. No siempre acierta. Y creo que no es del todo representativo. Eso sí, si me aceptan una recomendación háganse con la edición en vinilo. Ya no por el sonido y esas cosas sino porque el libreto es más grande y las fotos que acompañan esta edición son maravillosas. Sólo hay que mirar la portada.

Sonando: Long Time Gone de Bob Dylan

viernes, septiembre 24, 2010

Steeldrivers, hola de nuevo ¿y adiós?

Quedé preñado de los Steeldrivers desde la primera vez que oí a su cantante, Chris Stapleton. Uno de esos nombres que uno debería tener marcados en letras de color oro. Fue gracias a Internet. Ese engendro que John Mellencamp asegura que es lo peor que se ha inventado desde la bomba atómica (¿hay para tanto Johnny?). No dudé en hacerme con su primer disco de nombre homónimo cuando me crucé con él en esa droga que es Second Spin. De hecho por cosas que no vienen a cuento compré el disco dos veces ¡toma ya!

Originarios de Nashville, Tennessee, lo suyo es el bluegrass al que da una dosis de actualidad la voz rockera del gran Stapleton. Sólo había que verlo. Gordinflón. Barbudo. Melenudo. Pero hoy no sé si estar triste o contento. Su último trabajo acaba de caer en mi orejas y vuelve a ser fantástico. Tan bueno como el primero. Es inmenso. La voz de Stapleton suena excelente junto a los coros de Mike Fleming o Tammy Rogers. Las canciones son inspiradísimas y el disco es de esos que te llenan. Pero ¡glups! Resulta que tras grabarlo Stapleton decidió que se marchaba a casa a cuidar a su familia y ha abandonado la banda ¿Serán capaces de superar la pérdida de su cantante y principal compositor? Por lo pronto, le ha sustituido Gary Nichols, un tipo descubierto por la factoría Muscle Shoals. Su voz es menos rock aunque conserva el espíritu. Es más arrastrada. Más rasposa. Será que Stapleton es uno de mis cantantes favoritos pero yo me quedo con él. Y ojo, que Nichols es un muy buen cantante también pero es que Chris, con sus pintas de Allman Brother.... La banda ha tenido el detalle de colgar en su web cuatro de las canciones que se incluyen en su último disco regrabadas con la voz de Nichols. No es lo mismo pero.... Aunque creo que podré acostumbrarme. Por cierto, el disco se llama Reckless, algo así como Imprudente o Temerario. No se me ocurre mejor palabra para definir la decisión de dejar escapar a Stapleton….

Sonando: Guitars, Whiskey, Guns and Knives de Steeldrivers

jueves, septiembre 23, 2010

Cajun

La música Cajun y el Zydeco son otra de mis debilidades. Por definición, junto al Swamp son los tres estilos que definen la música del sur de Lousiana. Los acadianos, también llamados cajunes, eran y son un grupo étnico descendientes de los habitantes de Acadia que era como se conocía al grupo de las tres colinas antes llamadas Nueva Francia y que formaban parte de las provincias marítimas de Canadà (Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo). El lugar era una zona estratégica en la lucha que Inglaterra y Francia mantenían por el dominio de Canadà. Pero ¿Canadà no está muy lejos de Louisiana? Pues sí señor. Hablamos de Norte y Sur. Nada más alejado ¿y cómo acaban los cajunes allí? Pues resulta que nuestros queridos cajunes decidieron no ponerse afavor de nadie en esa tensa lucha entre dos potencias mundiales y en el siglo XVIII, los británicos, vencedores de la disputa les hicieron pagar esa indeterminación o bien con la cárcel, o bien deportándolos a Francia o bien obligándoles a marcharse bien lejos. Y los buenos de los cajunes no encontraron lugar más alejado que Lousiana, territorio descubierto en 1528 por un español de nombre curioso, Pánfilo de Narvaez (no quiero pensar lo que debió sufrir ese hombre en la escuela).

Eso explica el afrancesamiento de toda Lousiana y, en especial de Nueva Orleans, su ciudad más habitada que sin embargo no es su capital (ese honor se lo lleva Baton Rouge). Ese exilio lleva a los cajunes a desarrollar un estilo de música que beberá de infinidad de fuentes. Desarrollan elementos franceses por su origen, españoles y alemanes por su destino e incluso indígenas. Todo valía. Con el violín como protagonista principal, porque era el instrumento que más dominaban los colonos franceses, para dejar luego protagonismo al acordeón diatónico que aportaron los alemanes, a instrumentos clásicos del blues de los afroamericanos y al washboard que fue cosa de los indígenas. Los españoles creo que se dedicaron a aplaudir. Así conforman un estilo vivaz, divertido, destinado a olvidar las penas de su exilio. Fronterizo, como a mí me gusta. Lleno de influencias pero todas aunadas en estilo propio y diferente a todo lo conocido. La música Cajun y el Zydeco, nacido de ella, son una fiesta. Y eso me gusta. Recomendar artistas es complicado. Porque hay muchos y muy buenos. Quizá no podemos dejar de nombrar a Dewey Balfa o a Clifton Chenier, auténticos estandartes de ambos géneros. Pero en la actualidad también se pueden encontrar buenos discos de cajun a cargo de C.J.Chenier, hijo de Clifton, Joe Walker, los Sundogs o incluso Daniel Lanois, que en Acadie (¿les suena el nombre?), publicado en 1989 se deja llevar por sus raíces. Hasta T-Bone Walker se acercó mucho al género y, recientemente, en 2009, Buckwheat Zydeco se sacó un discazo de la manga destinado a ser uno de los clásicos del género Lay Your Burden Down.

Sonando: Louie Louise de Daniel lanois

miércoles, septiembre 22, 2010

Chris Stills, el otro hijísimo

Normalmente cuando se habla de hijos de rockeros americanos de raíces que hayan hecho discos meritorios es fácil hablar de Jakob Dylan, vástago de su dylanísima, y más recientemente de Justin Townes Earle, hijo de Steve. A menudo, por no decir siempre, se olvida a Chris Stills hijo de Stephen Stills y la cantante francesa Veronique Sanson. Y no me extraña, la verdad. porque el hombre no es que se haya prodigado mucho en su carrera en solitario. Un par de discos, el primero en el 98 y el segundo en 2005 son su cosecha. Poco más. El resto de su tiempo lo ha dedicado a ser músico de Richard Ascroft o Mandy Smith, por ejemplo, pero su carrera como solista la tiene prácticamente olvidada. Una lástima porque el otro día recuperaba por casualidad su primer disco, 100 Year Thing, y es realmente bueno. Más que prometedor. Muy influido por gente como los Jayhawks, Uncle Tupelo, los primeros Wilcos y un cierto regusto al Ryan Adams más inspirado. Lleno de buenas canciones, pasó despercibido a pesar de ser quien era y de que fuera editado nada menos que por Atlantic, la misma compañía que edita los discos de papá. Misterios. Aunque a mí me hace disfrutar mucho escucharlo todavía.

Sonando: Lucifer & Jane de Chris Stills

martes, septiembre 21, 2010

Eels, el final de los malos tiempos (si es que alguna vez existieron)

¡¡¡Cómo se salió Mark Oliver Everett y compañía en su concierto del viernes pasado en Barcelona!!! Servidor reconoce que se acercó sólo porque tenía la entrada comprada hace meses y por la presencia en la ciudad del gran Joserra Rodrigo. Mi dolor de pie y la aciaga noche inclinaban la balanza hacia el otro lado. Por suerte, utilicé el "seny" del que presumimos los catalanes y me planté en una abarrotada Bikini entre rayos y truenos (literalmente). Rakel me hizo de chofer motorizada y me llevó prácticamente hasta la puerta. después, los incómodos asientos del lateral de la sala anexa de la principal hicieron el resto. Allí estaba sentaito, dispuesto a ver todo el concierto en la pantalla ela sala cuando Joserra pasó por delante. cris, su encantadora mujer, andaba "guardándose" un buen sitio. Charlas, abrazos...Un tío grande. Eso me envalentonó para colocarme, apoyado en la barra y en mi pierna derecha los primeros 20 minutos del concierto. El sábado lo pague con un dolor de espalda tremebundo por la mala postura. El resto me tocó verlo sentadito y en la pantalla ¡qué le vamos a hacer! Eso sí. Estuve.

Vi a Mr. E vestido con su mono blanco y a sus compañeros barbudos. Vi como «My beloved monster» se transformaba en una canción de sonido hillbilly que no desentonaría en el repertorio de mis queridos Nu Niles. Vi una deliciosamente sucia «Souljacker». Vi la coña en forma de «Bamba» o «Twist and Shout» de «Mr. Ee's Beautiful Blues» que estaba en el primer disco que tuve del barbas, Daisies of the galaxy. Vi el gamberrismo de «Prizefighter». Vi a su batería transmutado en Levon Helm. Vi un «I like birds» que parecía el «My generation» de los Who. Vi ese «Summer In The City» de Lovin'Spoonful espectacular. Vi la desgarradora y autobiográfica «Dog faced boy». Vi a los indies cabreados porque el concierto era demasiado rockero, je,je,je...Vi que «Grace Kelly Blues» es una canción más bonita en directo que en disco. Vi por qué en USA creen que este tipo es un potencial peligro. Vi por qué lo confunden en los aeropuertos con terroristas (ese pañuelo por encima de las gafas de sol no tiene precio). No vi a Alondra Bentley. lo siento pero en esta ocasión no hubiera aguantado telonero y cabeza de cartel. Vi el «She said Yeah» de los Stones coreado por una buena panda de compradores del Rockdelux (y lo digo desde el respeto, conste). En definitiva, vi 25 temazos que explican, sin rodeos, qué es el rock and roll.


Sonando: My Beloved Monster de Eels

lunes, septiembre 20, 2010

Simpatía por el relato

Pues nada, que el menda ha tenido el placer de participar con un relato en la antología de cuentos que se han currado los amigos Esteban Gutiérrez “Baco” y Patxi Irurzun. Eso me llena de satisfacción por dos motivos. El primero es participar en un proyecto tan honesto y llevado desde la más absoluta humildad. Me encanta la gente que hace las cosas de corazón. El segundo es mi ego. Esteban y Patxi no sólo me han considerado escritor, que ya es el colmo, sino que, rizando el rizo, me han "catalogado" de músico. Un placer trabajar con Vds. Ahí va la nota de prensa del libro en cuestión.

“Simpatía por el relato. Antología de cuentos escritos por rockeros”

32 músicos ni más ni menos participan en este libro, publicado por Drakul y coordinado por los escritores Esteban Gutiérrez “Baco” y Patxi Irurzun. Los músicos se atreven con relatos de todo tipo: rocanroleros, biográficos, eróticos, incluso infantiles…

Algunos de los participantes escriben por primera vez un cuento para esta antología, los hay que ya son autores ampliamente editados, otros escribían y guardaban sus relatos en un cajón, que abren en exclusiva… Todos se sienten atraídos por la literatura (y a menudo las letras de sus canciones los delatan). Este libro, de hecho, pretende ser un punto de encuentro entre literatura y rocanrol, así como su blog http://simpatiaporelrelato.blogspot.com/ y las diferentes actividades que generará: presentaciones, conciertos, charlas, etc.

“Simpatía por el relato” sale a la venta en noviembre de 2010, y será presentado en diferentes ciudades con fiestas y conciertos. El estreno será el próximo 17 de noviembre en la FNAC de Callao (Madrid).

Es además, un libro solidario, pues sus autores han cedido los derechos que la obra genere al comedor social Paris365 de Pamplona, y a la Asociación para la Cooperación con el Pueblo Saharaui “Río de Oro” de Fuenlabrada, para el proyecto “Vacaciones en Paz”, de acogida de niños saharauis durante el verano.

Contactos/entrevistas:

Esteban Gutiérrez (Madrid): 650833405/653470517
Patxi Irurzun (Pamplona): 630466079

Lista de participantes:

Julián Hernández (SINIESTRO TOTAL)Kutxi Romero (MAREA)Kike Suárez “Babas” (KIKE SUÁREZ & LA DESBANDADA)Ajo (MIL DOLORES PEQUEÑOS/AJO) Pablo Tamargo (BLACK HORDE)Monty PEIRÓ (SWEET LITTLE SISTER/THE SHEENAS)Carlos Pina (PANZER)Juan Abarca (MAMÁ LADILLA)Félix FX (EXTREMODURO/HASH/BOSCO EL TOSCO)Indio Zammit (TARZÁN Y SU PUTA MADRE OCUPANDO PISO EN ALCOBENDAS)Antonio Yeska (YESKA)Eduardo Izquierdo (LOS HIJOS BASTARDOS DE HENRY CHINASKI)Josu Arteaga (LA BANDA DEL ABUELO)Antonio Suárez “Lulu” (FORRAJE)Ángel Petisme (ANGEL PETISME)Roberto Moso (ZARAMA)Francisco Nixón (Fran Fernández) (AUSTRALIAN BLONDE)Rubén Pozo (PEREZA)Agnes (LILITH)Enrique Villarreal Armendáriz “El Drogas” (BARRICADA/TXARRENA)David Mardaras (HORSES OF DISASTER/DAVID MURDERS & THE REPRESENTATIVES OF EVIL)Miguel Conejo “Leiva” (PEREZA)David Suárez “Suarón” (LOS MAJADEROS)Enrique Cabezón (ENBLANCO)Daniel Sancet Cueto (INSOLENZIA)Felipe Zapico Alonso (DEICIDAS)Eduardo García Martín “Luter” (LUTER)Octavio Gómez Milián (EXPERIMENTOS IN DA NOTTE)Kike Turrón (TURRONES)José Luis Moreno-Ruiz (LA ENFERMERÍA ELÉCTRICA)Iñaki Estévez (THE BLACK DOGS/MEN OF ROCK Musika Elkartea..)Javier Gallego “Crudo” (DEAD CAPO)
Sonando: When I See The Gipsy de Bob Dylan

viernes, septiembre 17, 2010

Estrellitas

¿Crees en las estrellas? Detrás de esta pregunta digna de cualquier cutre anuncio de televisión se esconde una pequeña reflexión que debía hace tiempo a los habituales de este blog ¿Son necesarias las estrellas o puntuaciones de los discos que se otorgan en webs, revistas, etc? ¿Son fiables? En definitiva ¿sirven para algo? Hay quien asegura que estas están en la misma línea que las famosas listas de “lo mejor del año” y similares. Con lo que sabéis que me gustan las listas los que os soléis pasar por aquí no tendréis demasiado problema, siguiendo una lógica socrática, en adivinar qué pienso de las estrellas y puntuaciones de los discos. Me postulo totalmente a favor. Radicalmente. Casi con vehemencia. Y diré el por qué. Claro.

Los argumentos de los contrarios son evidentes y casi irrebatibles. Y ese casi es importante. Una puntuación a un disco no deja de ser una opinión subjetiva en la que se deberían tener en cuenta muchas más cosas que el disco en sí: su posición dentro de una carrera general, dentro de un estilo, su grado de innovación y así hasta miles de parámetros imposibles de valorar. Vale, Perfecto. Una razón casi absoluta (de nuevo un casi). Entonces ¿qué hacemos? Porque si una puntuación es algo subjetivo, también lo es una crítica/reseña en sí ¿o no? Si para decir si un disco me gusta o no tengo que hacer un postgrado de matemáticas para empezar a tener en cuenta doscientas variables mal vamos. Los críticos opinan. Simplemente. De ahí lo inadecuado de su nombre. Voto ya porque se les llame opinadores. El término crítico los podríamos dejar para unos cuantos agrios que sé cargan todo lo que les llega y a los que me imagino oyendo los discos sentados en la taza del retrete con la diarrea que les ha provocado la quina que llevan por dentro. Que ningún disco te guste es para hacértelo mirar, por lo menos. Y haberlos, los hay. Doy fe como seguidor de múltiples revistas y webs. Pero volviendo al tema. Las dichosas estrellitas. Dado que los críticos opinan creo que también están en su derecho de ponerle a los discos que reseñan una puntuación. Luego cada uno es libre de creerla o no. Como la reseña. Y algunos dirán “entonces ¿de qué sirve?”. Pues sirven, oigan, sirven.

Imagínense un hipotético caso de un señor que no conoce de nada a Neil Young (o no tan hipotético, que de estos también los hay). Decide comprarse un disco al azar y da con Trans o con Re-Ac-Tor. Ese tío, probablemente, no compra un disco más del tito Neil en su vida. Y si se va a AllMusic y coge el de más puntuación. Everybody Knows This Is Nowhere. Toma ya. Fan de Neil para toda la vida. Juas. Lo se, lo se. Este argumento también es refutable pero no por eso deja de ser lícito. Dejemos poner estrellitas hombre ¡Viva Big Star!

Sonando: Razorblades de Chris Stills

jueves, septiembre 16, 2010

Las demos de Kris

Ando pasando una época bastante Kristofferson. Uno de esos tipos a los que reconozco que llegué bastante tarde. Debía ser a finales de los 90 cuando empecé a hacerle caso a su carrera. Aunque desde ese momento me he hecho fan absoluto. Por eso la noticia de la publicación de sus primeras demos, anteriores incluso, a la edición de su primer disco era una noticia a tener muy en cuenta. Please Don't Tell Me How The Story Ends: The Publishing Demos 1968-72. Así de corto reza el título de unas grabaciones imprescindibles para entender de qué va esto de hacer canciones. Diez años se ha tardado en dar salida a estas grabaciones desde que se empezó a valorar la posibildiad de publicarlas. Los típicos problemas contractuales y desencuentros entre discográficas. Light In The Attic Records, compañía dedicada básicamente a las reediciones, es la que ha obrado el milagro y ha hecho entrar en razón nada más y nada menos que a Sony que es quien tenía los derechos de las grabaciones.

El disco es fantástico. Como no. Este capitán de las fuerzas aéreas que acabó siendo acusado de pertenecer a la extrema izquierda es uno de los mejores compositores de la historia de América. Y además generoso. Como lo demuestra que en su archiconocida «Me and Bobby McGee» incluyera Fred Foster, su jefe en la discográfica Monument, como coautor cuando el único mérito de Foster fue hacer una especie de apuesta sobre la capacidad de Kristofferson para hacer una canción que incluyera el nombre de su secretaria, Bobby McKee. Es sólo una anécdota que muestra el talante de un tío tan grande que es capaz de llamar bastardos a 20.000 tíos que abucheaban a Sinnead O'Connor el día del Homenaje a Dylan en el Madison Square Garden. Enorme. Y ojo, que esta edición lleva un sabroso libreto de 60 páginas. Queremos más ediciones como esta...

Sonando: Smile at me again de Kris Kristofferson

miércoles, septiembre 15, 2010

El club de los canallas

Así se llama lo último que acabo de leer. Además me parece un buen nombre para una banda de rock and roll. Escrito por Jonathan Coe se trata de una novela costumbrista ambientada en la Inglaterra pre-Tatcher en la que vemos como transcurre la vida de cuatro amigos, compañeros de colegio, que irán creiendo envueltos en los problemas propios de la adolescencia mezclados con temas tan complejos como el IRA o el sindicalismo obrero. Buen libro. El chasco me le llevé cuando en la última página leí que la hisoria acabaría cn otro volumen, El Círculo Cerrado y aún no me he hecho con él. Nos e is lo haré, de hecho. Porque la historia estabalo suficientemente bien construída como para finalizarla en un volumen y no entiendo la razón de ser de un segundo. Como en los libros de Hornby, Coe da una importancia vital a la música dentro de la historia aunque en este caso se trate del rock sinfónico que no es precisamente uno de mis géneros favoritos. El último disco de los Grinderman de Nick Cave, llamado simplemente 2, ya me parece una buena banda sonora para acompañar su lectura. Recomendable.

Sonando: Mickey Mouse and The Goodbye Man de Grinderman

martes, septiembre 14, 2010

Tomando en serio a Tom Jones

Tengo una relación especial con Tom Jones. Durante muchos años, mientras vivía en casa de mis padres su «Delilah» era una especie de banda sonora oficiosa de mis despertares los fines de semana. Eso, cuando no había rancheras. Pero así como estas últimas me calaron enormemente, el galés no hizo lo mismo. Curiosamente y aunque parezca una broma me gusta su último disco.

No, no es una coña. El nuevo disco de Tom Jones es bueno. Pero bueno de verdad. Es el que hace 39 de su carrera y no sólo me gusta porque se inicie con el «What Good Am I» de Bob Dylan sino que lo hace porque el autor de la pesadísima «Sex Bomb» ha decidido grabar un disco de espirituales y clásicos del góspel. Dicen que en su compañía de discos se pusieron como motos cuando se enteraron y que lo querían despedir. Pues vaya idiotas…Porque sin ser un experto, ni mucho menos, en la carrera de este tipo, todo indica que ha hecho su mejor disco. Con diferencia. Canciones tradicionales se combinan con versiones de Sister Rosetta Tharpe, John Lee Hooker o Billy Joe Shaver. Guitarras eléctricas sucias, desgastadas, poderosas y el rock and roll volviendo a sus orígenes. Jones canta mejor que nunca y las canciones le van que ni pintadas ¿Será este el disco que nos hará que lo tomemos más en serio? Yo, por lo menos, sí….

Sonando: Lord Help de Tom Jones

lunes, septiembre 13, 2010

Todo no caben

Intentando recuperarme aún del shock que supone que mi dedito no haya quedado bien (cosa evidente con sólo mirarlo) y que sobrevuele por encima de mi cabeza una operación que me tendría muuuchooo tiempo out, hablo con un amigo, un buen amigo mío, del mundo de la farándula, claro. Me pregunta cuando va a salir algo sobre el último disco de su banda en la revista. Le digo que está complicado, estos meses de final de año el Ruta va lleno de contenidos y somos muchos los que llamamos a la puerta del redactor jefe para saber cuándo va a salir nuestro reportaje/ entrevista/ artículo. Él, al borde la locura, capea el temporal como puede. Mi amigo me dice que no lo entiende. Yo entiendo que no lo entienda y entiendo también al redactor jefe, que ni me entiende a mí ni entiende a mi amigo. Me dice que su banda tiene un cierto nombre en el panorama nacional y que no comprende tener que estar "llorando" para que se le nombre en una revista de teórica actualidad. Incluso asegura que si en la revista no ha gustado el disco, que no es el caso, no le importa que se diga. Pero que se diga algo. No le falta razón (menos en el hecho de que el disco no haya gustado). Como al redactor jefe al que tampoco le falta razón ni un centenar de redactores con los mismos argumentos y sólo 90 páginas, menos las destinadas a la publicidad, para encajarlos. Mi amigo se enfada. Y sigue teniendo razón. El redactor jefe se estresa y se mosquea. También mantiene la razón. Yo le doy vueltas. Aunque no se la razón....y escribo un post en el blog...

Sonando: Do It Again de Edwyn Collins

viernes, septiembre 10, 2010

Vinilos dobles

¿Alguien puede explicarme por qué esa manía en hacer vinilos dobles cuando no es necesario? Y espero que la respuesta no sea por la pasta. Pongo como ejemplo de mi reflexión el último disco de Ray Lamontagne. Discazo, por otro lado. Un vinilo precioso. Carpeta doble. Artwork impecable y elegante. El precio….digamos que no es un disco barato pero piensas “es una novedad y es doble”. Total que te gastas los 25 €uros que vale (a recordar que esto son más de 4.000 de las antiguas pesetas). Lo disfruto pero cada dos canciones, aproximadamente me toca levantarme y cambiar la cara del LP. Algunos dirán ¡haberlo comprado en CD! Y no les falta razón pero no puedo evitar que me guste más el sonido orgánico del vinilo. Por no hablar de su aspecto externo. Pero es que no entiendo como el disco puede ser doble (y no es el primero) cuando tiene una duración total de ¡10 canciones en 44 minutos! ¡Joder! ¿No cabía en dos caras? ¿Eran necesarias 4? Hay quien dirá que es para mantener la calidad del prensado. Vale, me lo creo. Aunque me siga tocando las narices levantarme del sofá cada dos canciones.

El disco nuevo de Peter Case venía en la misma remesa. Lo pincho. 46 minutos. Más largo que el de Ray ¡Y sólo dos caras! A ver o uno es tonto o alguien me ha tangado. O no era necesario que el de Ray tuviera 4 caras o el de Case, con sólo 2, tiene una calidad de sonido inferior. Aunque por suerte los dos discos son enormes (y diferentes). Y las suspicacias desparecen conforme voy escribiendo estas letras…

Sonando: Look Out de Peter Case

jueves, septiembre 09, 2010

No hay que preocuparse, Eric Lindell

Hace unos meses el amigo Manel Celeiro le dedicaba un post a Eric Lindell al que dedicaba estas palabras: “Dentro del modesto resurgir de los sonidos negros llevado a cabo por músicos blancos es tremendamente injusto que se ignore a este californiano. Mientras James Hunter y Eli “Paperboy” Reed se erigen en las cabezas visibles del mentado revival el trabajo de Lindell queda postergado a un segundo plano. No me gustaría ser malinterpretado, disfruto enormemente de los nombres antes citados, pero mi paladar gusta más de la estimulante, vitamínica y tonificadora pócima que cuaja este tatuado personaje. (…)En la mayoría de ocasiones suele surgir el nombre de Van Morrison al hablar de Eric pero a mí me recuerda más a mendas de clase obrera como Southside Johnny, Delbert McClinton, Frankie Miller e incluso a Willy Deville” ¿Qué más se puede decir? Pues que Eric Lindell tiene nuevo disco y si no fuera por culpa de Mavis Staples y Jeff Tweedy sería el disco de soul del momento. Porque este es un tipo que sabe de qué va el percal. Currando de panadero durante el día se dedicaba a tocar en tugurios por la noche para ir perfeccionando su estilo con lo que asegura que, a veces, no pasaba de dormir más de dos horas.

Su estreno como músico profesional se produce en 1996 con Bring It back, un buen disco pero aún algo frío, para mi gusto. Tres años después gana el Concurso John Lennon de Composición Musical con el que sería su primer gran éxito (si es que Eric ha tenido alguna vez un “gran” éxito), «Kelly Ann». Una buena canción que creo que aún no lo muestra en toda su grandeza. Quizá por eso no se vuelve a saber nada de él hasta que en 2002 saca un disco de título homónimo. Dos discos y un EP después llega su primer golpe en la mesa, Change in the Weather de 2006. Funky y soul lleno de energía. Real. Orgánico. Además editado en Alligator Records. El sello del cocodrilo. Como Dios manda. Tres estrellas y media en AllMusic que ya es una puntuación destacable (otro día hablaremos del tema de las estrellitas y las puntuaciones). La misma se mantiene en Low Cash, Rich Love (2008), discazo de amor para corazones rotos. Muy buen disco para tan poca repercusión. Y en 2009 sube un peldaño más con Gulf Coast Highway. Aunque sólo sea a nivel de calidad porque sus ventas se mantienen ahí. Discretas. Un soberano álbum con ecos a Stax pero también al sonido Nueva Orleans, al Delta del Mississippi y hasta al espíritu de Buck Owens.

Between Motion and Rest ya está aquí. Y lo suyo le ha costado porque el álbum retrasó varias veces su fecha de lanzamiento. Un disco corto. Sólo ocho canciones. O mejor dicho, ocho CANCIONES. Así, con mayúsculas mejor. Este publicado por Sparco Records, su propio sello. Rhythm & Blues para colarse en las rendijas del alma. «Lucky Lucky» es un espléndido principio con esa armónica llorona y ese ritmo arrastrado. En «It’s so hard to believe» baja a visitarnos el espíritu de Curtis Mayfield. «Bodega» ¿no es un tema de los Allman Brothers? Cualquiera lo diría…«True Blue Love» es más Nueva Orleans que Mardi Grass. Y el funky de «Don’t Fret» cierra el disco de la forma más optimista posible. No hay que preocuparse. Vendrán más y serán igual de buenos.

Sonando: Bodega de Eric Lindell

miércoles, septiembre 08, 2010

Ya lo he catado ¡¡¡¡¡Mavis & Jeff!!!!

¡¡¡¡¡Buuuuuuffffffff!!!!! Es lo único que se me ocurre decir ante la escucha del último disco de Mavis Staples producido por el inconmensurable Jeff Tweedy. You are not alone. No señora, no está sola. Está pero que muy bien acompañada. Para mí Jeff supera en producción a Ry Cooder en We'll Never Turn Back (2007). Y eso que en ese disco Ry y Mavis también se salieron. Pero Jeff juega en otra galaxia.

A ver cuánto tardan los habituales "salmones" (llámense así por su empecinamiento en nadar a contracorriente) para decir que no aporta nada nuevo, que está mal producido, que Tweedy es un modernillo sin calidad o que Mavis ya no puede cantar. De todo habrá. Y ya que hice un post sobre eso hace unos días los respetaré (aunque seguro que no van a darme motivos) pero de estar de acuerdo ¡ni hablar! Candidato indiscutible a disco del año. Temazos. Y no sólo las versiones. Aunque estemos hablando de que la señora reinterpreta y hace suyos temas de John Fogerty, Randy Newman, Allen Toussaint o una vieja canción recuperada del Reverendo Gary Davis escogida por el propio líder de Wilco. Ojito con los temazos que el propio Jeff le ha compuesto a esta dama de la canción porque están ya entre lo mejor que Tweedy ha compuesto nunca. Es que a un genio como el suyo, con una habilidad maravillosa para las melodías y las armonías más dispares, sólo le falta tener a su disposición la sapiencia, el saber estar y la voz de la hija del gran Pops Staples. No se cómo calificarlo para no quedarme corto. Me limitaré a otro ¡¡¡bufff!!! Y un ¡¡Amén!!

Sonando: Creep Along Moses de Mavis Staples


PS: Me callo que el resto ya lo desgrana esta gran señora en su entrevista en el Ruta. Encima humilde y simpática.

martes, septiembre 07, 2010

Dice la Wikipedia que un súpergrupo es “un término utilizado para describir a grupos de música formados por artistas que habían tenido fama y respeto en grupos anteriores o a nivel individual. Este comenzó a usarse a finales de los años 60, tomando su nombre del disco Super Session (1968), de Al Kooper, Mike Bloomfield y Stephen Stills”. Luego nombra a gente como Crosby, Stills, Nash & Young, claro, los Travelling Wilburys, Cream, Bad Company, Temple of The Dog o los más recientes The New Pornographers. Pues acaba de nacer otro.

Su nombre es Fistful Of Mercy y, al loro, lo forman el siempre interesante Ben Harper, el gran Joseph Arthur (su último disco es de los que quitan el hipo) y Dhani Harrison, que para quien no lo sepa es el hijísimo de George Harrison. Dicen que en octubre empiezan a girar y que pronto tendrán a la venta su primer disco. Parece que la idea es de Harper y Arthur y que “ficharon” a Harrison a posteriori. Llegaron al estudio sin canciones pero con una misión: grabar al menos tres temas cada día. Y lo hicieron. Grabaron las bases a tres guitarras para llamar luego a un amiguete batería de Dhani que junto al bajo grabado del propio Arthur se encargó de la base rítmica. Disco acabado. A mezclar y a masterizar. Y promete ¡joder si promete! Yo he oído una grabación que corre por ahí de un concierto celebrado en la emisora KWC sólo en acústico y se salen. Además en Youtube es fácil encontrar el tema que da nombre a la banda y que es acojonante. Así que a esperar el álbum con ansiedad.

Sonando: In vain or true de Fistful of Mercy

lunes, septiembre 06, 2010

Si ya sabía yo....

Resulta que me da por buscar el origen de mi apellido y tras breves pesquisas descubro que, a pesar de ser de origen romano, evolucionando hacia la corona de Aragón, una buena parte de los Izquierdo se marcharon a México. El apellido Izquierdo llegó a México a través de don Juan de Izquierdo, uno de los capitanes de don Diego de Almagro. Era granadino, de estirpe aragonesa y su familia se encontraba dividida entre Granada y Cartagena. Toma ya, casualmente mi abuelo por parte de padre era granadino y mi abuela cartagenera. Si ya sabía yo que algo tenía yo que ver con México. Mi pasión por las rancheras y la música fronteriza viene evidentemente de mi padre, no ya por los motivos antes expuestos sino porque el hombre pinchaba sin parar sus cintas de Antonio Aguilar (su favorito), Jorge Negrete, Miguel Aceves Mejías y José Alfredo Jiménez todos los domingos por la mañana. Era como un ritual. Churros y rancheras. Esos fueron los despertares de mis años de niñez.

¿Y a qué viene esto ahora? Pues resulta que June, sin saberlo, se despierta todos los fines de semana y oye una ranchera. Sin saberlo pero lo hace. Por casualidad, pero le gusta. Manny Manitas es su serie de despertar matutino los fines de semana. Unos dibujitos de Disney sobre un “manitas” y sus herramientas animadas. Ella no lo sabe pero en la serie original a uno de los personajes le da voz el mismísimo Kris Kristofferson. Siempre me había llamado la atención la canción de inicio y fin, el tema central, y a ella también. Es una especie de ranchera instrumental la mar de animada que te incita al bailoteo. Un día me paro a ver los créditos y con sorpresa descubro un “Theme Song Perfomed by Los Lobos” ¡Toma ya! De tal palo tal astilla, June. Es que son tan grandes Los Lobos. Cuando le envié un avance de su último disco a Manel Celeiro me contestó con un simple “Son unos genios tío!!!!!!!!!!!”. Y no se me ocurre mejor definición. Su reciente Tin Can Trust del que podrán leer oportuna reseña en el Ruta del mes que viene es fantástico. Otra vez. Tiene de todo. Su habitual calidad, su par de guiños a sus raíces latinas (curiosamente sólo uno de ellos habla y entiende castellano), sus dosis de experimentación y su clase. Un disco hermoso que disfrutará cualquiera con ganas de hacerlo. Un nuevo acierto en una carrera llena de dieces pero que nadie parece acabar de querer valorar en toda su grandeza. Llevan juntos más de treinta y cinco años y sin cambios de formación desde mediados de los ochenta. Leo a Andreu Cunill en su entrevista a Dr.Dog de este mes en el Ruta que los de Philadelphia son uno de los mejores cinco grupos de la historia. Aunque no estoy de acuerdo con él, porque creo que para eso les falta algo de recorrido, es indudable su enorme calidad de la que hablaremos otro día. Pues para mí, los Lobos sí que son uno de esos cinco grandes de la historia. Me explico.

Treinta y siete años de carrera. Diecisiete discos. Ni un solo traspiés. En los 80, gente del calibre de Bob Dylan, John Hiatt, Neil Young o Tom Petty andaban por terrenos “peligrosos”. Que flojeaban, vamos. Dylan con discos como Knocked Out Loaded o Down In The Groove (que sí, que tienen grandes canciones pero dentro de la discografía de su dylanísima chirrían…) o en aventuras fallidas junto a los Grateful Dead. El tito Neil con Re-Ac_tor, Trans o transvistiéndose de rocker en Everybody’s Rockin (un disco al que le tengo cariño pero también flojete). Hiatt con All of Sudden, quizá el punto más bajo de su fantástica discografía aunque se recuperaría antes de acabar la década con dos discazos. Y Petty con Southern Accents o Long After Dark, lejos de sus mejores obras. Todos resintiéndose de las producciones de los ochenta. Y cojo estos cuatro tótems por elegir algunos ¿Quién no falló ni una sola vez esa década? Of course, nuestros lobunos amigos. Incluso se marcaron dos de sus mejores discos como How With The Wolf Survive? O By The Light of the Moon en la década maldita. Y si no fallaron ahí....¿Son o no son grandes?

Sonando: 27 Spanishes de Los Lobos

viernes, septiembre 03, 2010

Opino, luego existo

Cojo el ruta de este mes gracias a que mi buen amigo Alfred Crespo me lo trae a casita. Con especial ilusión. Siempre pasa cuando llega septiembre. En agosto no hay número. Eso hace que cuando tienes en tus manos el nuevo tras dos meses de espera casi lo devores. En este número servidor no publica ningún artículo ni entrevistas. Las noticias sí, como siempre. y los obituarios, la agenda y el play-list. Llego a las reseñas de discos. Una, dos, tres...¡joder! ¡hasta siete reseñas mías! No lo esperaba. Me pongo a temblar. Va a ser imposible que no me haya repetido y más teniendo en cuenta que fueron enviadas a redacción en momentos distintos sin recordar lo que escribí en las anteriores. Las leo ¡bien! No hay repeticiones. Todo ok. Buff. Respiro. Y pienso.

Pienso en la pequeña (ínfima) polémica que en otros foros (no aquí) se crea sobre mi opinión acerca del nuevo disco de Mellencamp que, por cierto, no sale en este número sino que lo hará en el próximo. Y dudo. Busco en el diccionario de la RAE:

Opinión: Dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable.
Mi: adj. poses. Mío

Bien. Analizamos. El posesivo indica que esa opinión me pertenece. No es de nadie. Es mía, como el tesoro de Gollum. No tengo que convencer a nadie sólo, dada mi condición de crítico, plumilla o husmeador de discos (llámenme como quieran) expresarla y razonarla adecuadamente.

Por lo que respecta a la opinión, la definición es más que interesante. Dictamen o juicio que se forma, y dado que en mi caso lo acompaño del mi podría cambiarlo por dictamen o juicio que me formo…Y lo más bonito, el final….de algo cuestionable ¡Claro! Volvemos a algo que aunque sea más que evidente le cuesta entender a muchos. Yo, aunque me pese, no tengo la verdad absoluta. Mi opinión es cuestionable. Me puedo equivocar. De hecho lo hago muchas veces. Incluso, sin equivocarme, puede haber gente con otras opiniones igual de respetables ¿Tanto cuesta eso? Eso sí, también tengan claro algunos que si mi opinión es cuestionable es justamente igual que la suya, la del vecino o la del tendero de la esquina. Por eso me encanta escribir aquí. En mi casa, si se me permite. Porque todo el mundo suele hablar desde el respeto.

Yo he manifestado en este blog que siendo más dylanita que Dylan su disco de Navidad me parece un peñazo. Otros han manifestado lo contrario y tan amigos. A mí me encantan los Doors, a mi amigo Manel Celeiro no. Tan amigos también. A mi Maika Makovski me parece la mujer con más personalidad de los escenarios de este país, al amigo Tsi, no. Seguiré visitando su blog y devorando sus opiniones porque me encantan. A Juanma no la ha entrado lo nuevo de Mellencamp tan bien como otros discos. Ningún problema, sólo espero que se siga pasado por aquí y opinando sin rubor. Eso, por citar sólo algunos ejemplos. De hecho iré más allá. En el propio Ruta de este mes hay un Fuego Cruzado entre dos amigos míos, Héctor G.Barnes y J.F.León. Dos buenos escritores que discuten sobre los últimos bolos de Dylan y la necesidad de que el bardo siga en los escenarios. Pues fíjense que yo, que me pareció un bolazo lo que vi en Barcelona, disfruto de las dos opiniones. Incluso diría que la de JF está más razonada (y por los pelos, aunque no esté de acuerdo en el fondo, le gana la partida a Héctor, otro crack) y lo paso bien leyéndola. Diría que me gusta, incluso. No hay problemas. Es su opinión. Tan respetable, exactamente igual, como la mía.

Yo sigo pensando lo mismo del disco de Mellencamp ¡qué le vamos a hacer! A mí me parece muy grande pero no voy a ningunear al que me diga lo contrario. Es más, sólo por el hecho de atreverse a exponer su opinión contraria, le respetaré aún más. Excepto si lo hace desde la falta de respeto, la mofa o el insulto. Entonces me limitaré a girar la cara y poner más alto «Save Some Time To Dream». Claro, of course, del nuevo de Mellencamp. Que cabezón soy un rato…

Sonando: Save Some Time To Dream de John Mellencamp

PS: Realmente está sonando «Dig What You're Putting Down» del último y grandioso disco de Peter Case pero no s elo digan a nadie.

jueves, septiembre 02, 2010

A mi que me cure este doctor....

A pesar de no ser un gran fan de Malcolm John Rebennack, Jr o, lo que es lo mismo, Dr. John, siempre ha sido un personaje que he respetado por diferentes motivos aunque nunca he acabado de adentrarme en su música. Uno de esos motivos, por ejemplo, es que fuera uno de los ilustres invitados de The Last Waltz. No puedo opinar demasiado sobre su discografía porque la conozco de puntillas. Seguro que si muchos fans me oyeran decir que mi disco favorito del doctor es el segundo volumen de las sesiones Dr.John Plays Mac Rebenack podrían llegar a espantarse. Pero este médico nacido en Nueva Orleans en 1940 es una de mis grandes cuentas pendientes en esto de la música.

Eso no me ha impedido, sin embargo, estar disfrutando como un enano de su último disco, Tribal. Blues, funk, jazz y ese sonido de la ciudad más francesa de los States tan característico de todo lo que sale de allí es lo que refleja el álbum. Vamos, lo de siempre (sin que esto sea algo negativo). A mí me ha gustado y me gusta. No se por qué. No se si es adecuado o no. No se si es su mejor o su peor disco. Simplemente me gusta y lo disfruto. Y a fin de cuentas, de eso se trata ¿no?


Sonando: Feel Good Music de Dr.John

miércoles, septiembre 01, 2010

Yo descubrí a Ray Lamontagne

Valiente afirmación ¿eh? La verdad es que sólo pretende atraeros a esta lectura...No soy de esos que se pelean por intentar demostrar que yo descubrí a un artista u otro. Podría decir, por ejemplo, que yo hablé de Maika Makovski (y aquí mi buen amigo J.F.León podría certificarlo) antes de que llegara a Barcelona y cuando ella sólo tenía 14 años y ganaba concursos en Palma. Pero es que cosas de ese tipo las hemos hecho todos los que pululamos por estos ambientes. Mi otro buen amigo Toni Castarnado es un descubridor de nuevos talentos. Igual que los amigos de Hotel Arizona o Jesús de Radio City Discos en Madrid. Arquéologos discográficos a los que hay que tener muy en cuenta. Va, vamos a suavizar el título. Yo fui de los primeros en hablar en este país de Ray Lamontagne. Lo descubrí por casualidad. Por recomendación de un blog inglés que ya no existe. Era septiembre de 2004. Rakel y yo, por entonces amigos, andábamos con problemillas con nuestras parejas de entonces y cuando descubrí «Trouble» la canción que abría y daba título a aquel disco que se había filtrado una semanita antes de su salida oficial le dije que aquella era nuestra canción (la otra era «Love our love» de The Sunday Drivers). «Trouble» nos iba bien a los dos. Hoy me sigue emocionando oirla. Ya sabéis que cada uno interpreta las canciones a su manera. Cuando el tipo soltaba frases como "la preocupación es mi único amigo" o "he sido salvado por una mujer" yo sabía que esa mujer era Rakel pero que mi s eparación me iba a acarrear muchos problemas. Cuando apenas cuatro meses después nos separamos de nuestras respectivas parejas (una separación muy dura, especialmente en mi caso y llena de conflictos ¿trouble?) para después iniciar nuestra relación, «Trouble» seguía en mi mente. "Ella es buena para mí, me dio amor y afecto, le dije que la quiero, le dije que era amor...".

Por eso empecé a hablarle a todo el mundo de aquel tipo. Intenté hacerle un artículo en el Ruta pero no me dejaron. Lástima, esa sería mi prueba. Aunque no me hace falta. Se que muchos de sus admiradores actuales, que están a mi alrededor, oyeron hablar por primera vez de él gracias a mi insistencia. Y por eso me llena de orgullo que se haya marcado un discazo como God Willin' & The Creek Don't Rise que no voy a destripar porque de eso ya se ha encargado el amigo Joserra en su Land. Sólo diré que es otro grande y que no he parado de escucharlo, tampoco, este verano. Otro de mis discos de las vacaciones.


Sonando: This love is over de Ray Lamontagne