Ponte la chaqueta del soul y baila este rock and roll

Esta banda de Alabama es el nuevo descubrimiento de George Drakoulias, que se encarga de la producción. Aconsejado por el líder de los Black Crowes, Chris Robinson, este quinteto se convierte desde este momento en la nueva gran apuesta de Def American Recordings. Larga vida al rock and roll.

Así podría ser la hipotética nota de prensa de The Soul Jacket, banda que nos tiene anonadados por su disco de debut Wood Mama. Pero no. Estos cinco señores vienen de Nigrán (Pontevedra) y un buen día decidieron ponerse en manos de Hendrik Röver en GuitarTown, sus propios estudios, para que les produjera este pelotazo de rock and soul que es el bosque de mamá. Pero es que estos tipos no son unos músicos noveles, ocho años llevan trabajando en su sonido. Dos EPs anteriores les secundan, pero nunca habían llegado al nivel de rotundidad y conjunción que desprende este álbum que reclama, por derecho, un puesto destacado entre los mejores del año. Espléndida voz y espléndida instrumentación. Dinámicas. Soul, blues y rock and roll. Música sureña del norte. Miño Delta Blues. Sólo nos falta comprobar si en directo son capaces de desarrollar este torbellino de sensaciones. Aunque un pajarito nos ha asegurado que cumplen con creces.

Sonando: Revolutionists de The Soul Jacket

El Blues de Los Sueños Rotos y El Regalo de Gabriel

Regularmente saqueo la biblioteca. Soy de los que quiere tener los libros en sus estanterías, pero en los tiempos que corren y dado que uno es un devorador de letras impresas (no de libros electrónicos) es necesario aprovechar el buen catálogo que ofrecen algunas bibliotecas públicas. La del Vapor Vell en Sants es una de ellas. De las mejores, diría yo. Su catálogo de libros musicales es enorme y el de novelas directamente espectacular. De allí han salido mis dos últimas lecturas.

Por un lado la tierna y cruda historia de Atwater Wise, un viejo bluesman que responde al apodo de Cuchara Wise, obsesionado con la figura de Robert Johnson con el que compartió escenarios y mujer, que es recogido después de ser embargado por una borrachuza llamada Kiki Waters. El viejo Cuchara, con un cáncer en estado muy avanzado en la cadera, lucha por volver a sentirse útil y lo hace de la única manera que sabe, tocando blues. Una oportunidad de ver a Walter Mosley moviéndose por un género alejado de su habitual novela negra. Ya saben, El Blues de Los Sueños Rotos.

Y por otro El Regalo de Gabriel, escrito por el pakistaní Hanif Kureishi en el que con buenas dosis de sentido el humor se recoge la vida de un quinceañero pintor y músico, hijo del ex bajista de una estrella del pop. Un retrato del hipismo y el glam rock a través de los ojos de un chaval que acabará haciendo realidad uno de sus sueños mientras su padre se hunde en una vorágine de imaginación, irrealidad y sueños.

Sonnando: I Won’t Cry de Janiva Magness

The Young Wait, americana desde Donosti

Engañoso título le he puesto al post de hoy, porque he de reconocer que no es este un disco de americana parido en Donosti. Por lo menos no sólo en Donosti. La cosa viene del traslado de Chip Kilpatrick, batería de Birmingham (Alabama) a la ciudad vasca y su encuentro en una tienda de instrumentos musicales con el guitarrista Fer García. De esa conexión surge The Young Wait y de sus canciones los aromas a Neil Young, Tom Petty o The Band.

Chip asegura que “Fue el destino.Nos encontramos, hablamos acerca de nuestros artistas favoritos como, The Band, Tom Petty, Tom Waits... y otra peculiar música sureña, y así empezamos a escribir nuestras propias canciones para este nuevo proyecto”. Sencillo ¿no? The Young Wait suenan bien. Muy bien. A música auténtica. A raíces donde el algodón no engaña. Son músicos que han mamado lo que tocan, y eso se nota. Encima llegan a nosotros con un 45 rpm publicado por GP con la colaboración de Ruta 66. Un formato ideal para un imaginario paseo por las llanuras de Arizona y dejar que la música se apodere de ti.

Sonando: Tornado de The Young Wait

Neil Young pone hilo al Americana

Hace unas semanas saltaba la noticia y los foros de rock se convertían en un hervidero de suposiciones, anhelos, rumores…Neil Young estaba grabando nuevo disco junto a los Crazy Horse, y la prueba de ello era una sesión de grabación que se puede disfrutar todavía en la página web oficial del canadiense. 9 años hacía que el tito Young no se metía en un estudio con los caballos locos y la cifra se extiende a 17 en lo que se refiere a la formación exacta de la banda: Billy Talbot, Ralph Molina y Frank “Poncho” Sampedro.

La cosa se viene un poco abajo cuando el personal conoce de qué va el disco. Young ha optado por versiones de clásicos del folk americano tan dispares como «Oh Susannah» o el «This Land Is Your Land» de Woody Guthrie. A mí me pasa lo contrario. Me excita la posibilidad de lo que puede hacer Neil y su banda con esas canciones. Además optan por un nombre que lo resume todo: Americana. Y encima el portadón huele a clásico. Young se justifica (aunque no hacía falta) mediante el comunicado de prensa. “Lo que une estas canciones es el hecho de que, si bien pueden representar a una América que ya no existe, las emociones y los argumentos detrás de estas canciones aún resuenan con lo que está pasando hoy en el país, si no es mayor el impacto cerca de 200 años después. Las letras reflejan las mismas preocupaciones y siguen siendo muy significativas para una sociedad que pasa por trastornos económicos y culturales, especialmente en un año electoral. Son tan conmovedoras y poderosas hoy en día como cuando fueron escritas”. El 15 de junio es la fecha.

Sonando: This Land Is Your Land de Woody Guthrie

Gasoil, chocolatinas y cervezas con sabor a melocotón

Me huelen las manos a gasoil y chocolatinas. Gran noche de viernes. Diría sin dudarlo que vi el mejor concierto de los Deltonos de los que les he visto en el Rocksound. Soberbios. Sueltos. Un bandón inconmensurable. Quizá la mejor banda ahora mismo del país. Vi cosas que hacía tiempo que no veía. Miradas de complicidad entre Mac y Hendrik. Iñaki reventando la caja de la batería. Pablo cruzando su mástil con Mac. Sonrisas. Bromas. Rock And Roll. Versiones de «Un Hombre Enfermo», «No Señor» o «Elvis». Al tacto del viejo papel de fotos de otras vidas. Hendrik cumplía 46 años. Hecho un chaval. Tarta a las 3 de la mañana, cuando ya llevábamos unas cuantas cervezas Dougall’s. Artesanía cántabra gentileza del protagonista de la noche que se vino desde su tierra con un par de cajas para los amigos. Cerveza con sabor a flores, según H. Con sabor a melocotón para los paladares de Manel Celeiro y un servidor. Dosis extra de lúpulo es la clave. Al sueño de conseguir cerveza fría. Discutimos sobre música. Nos sorprendemos de esos discos que, teniendo gustos parecidos, unos ensalzamos como cumbres del rock and roll y otros no. También de los últimos trabajos de Roever como productor. El espléndido disco de The Soul Jacket, Sra. Robinson…Charlamos sobre el próximo de los Chinaski. Nos reímos. Se hacen declaraciones que prometo no publicar. Y…lo cumplo. No lo haré. Uno es un tipo de palabra. Colleja por montarme fábulas sobre La Caja de Los Truenos. Soy Así, que dirían los Salvajes. Sin mala fe. Sin acritud. Soy periodista. Gemma, la preciosa mujer de H. nos dice que estamos espléndidos con nuestros michelines cuando Manel y yo intercambiamos camisetas. Joder, me va bien la suya de Gregg Allman y la mía no. Y son la misma talla. Me han tangado. Sólo aquí se respira calma y tranquilidad. Nos emplazamos para una barbacoa en Muriedas.El Rocksound es un paraíso. Así os lo digo. Por qué nos gusta sufrir es el gran misterio. Cacique con cola. Se han acabado las cervezas. No suben, dice H., Manel y yo no estamos de acuerdo. Mucha charla con Mac ¡qué tío más grande! Me recuerda a alguien que conozco mucho. Y me hace sonreír la semblanza. Hay noches que nunca deberían acabar. Vivir. Y sin embargo si creéis que algún día me veréis dejar de hacerlo, más vale que esperéis sentados porque antes se congelará el infierno.

Sonando: Gasoil y Chocolatinas de Deltonos

Otis Gibbs, ese barbudo olvidado

Nacido en Indiana pero afincado en Memphis, este barbudo que bien podría pasar por ser el cuarto miembro de los ZZ Top es también uno de esos cientos de artistas olvidados que pasan desapercibidos para el gran público. Su carrera se escribe con letras de latón y el que haya sido comparado permanentemente con Woody Guthrie, Steve Earle o Bob Dylan le ha servido para bien poco. Ni siquiera que gente más reconocida como Bruce Springsteen o Billy Bragg se hayan declarado fans de música ha hecho algo por su reconocimiento. Gibbs sigue haciendo discos, los sigue vendiendo a duras penas y pocos somos los que los seguimos comprando. Su anterior trabajo, Joe Hill’s Ashes es una maravilla, y su nuevo disco Harder Than Hammered Hell no le anda a la zaga.

Gibbs es un letrista brillante. Excelso. Un auténtico genio de la palabra que domina la métrica y la dicción como pocos. En su ya sexto disco vuelve a dar una muestra de ello. Temas políticos, canciones cotidianas, cercanas. La inicial «Never Enough» ya muestra lo que nos vamos a encontrar. Tras la espléndida voz rota de Otis aparece un medio tiempo espléndido con un estribillo cargado de autenticidad y sinceridad: “a veces me dan todo lo que tengo, a veces me dan un poco más, pero nunca es suficiente…”. La comparación con Steve Earle se evidencia más que nunca en «Made To Break», mientras que en «Broke And Restless» se nos aparece también un excelente baladista en la línea de los mejores “sad songwriters”. «Don’t Worry Kid» es una canción casi perfecta, con ese coro femenino y esa contemporaneidad aplastante. “No te preocupes hijo, no hay nada malo en ti, no puedes trabajar, todo estamos llenos de dudas”. En cambio «Big Whiskers» es la canción desenfadada del lote. Divertida y en la línea musical del «A Boy Named Sue» de Johnny Cash pone el equilibrio perfecto al disco antes de afrontar su dura recta final. En «Christ Number Three» volvemos a la cruda realidad. El mundo no es perfecto, darling, y Otis está aquí para decírtelo. Estamos en «The Land Of Maybe». Vivimos en una duda constante. Entre dos aguas. No sabemos dónde estamos ni hacia dónde vamos. Es duro, pero es así. «Detroit Steel» es una densa canción de carretera con mensaje político escondido. La voz de Otis sigue rugiendo y la pastosa guitarra de Thomm Jutz nos hace engancharnos al tema. «Dear Misery» se inicia como si se tratara de una versión del «Born On The Bayou» de la Creedence Clearwater Revival, pero ese arpegio, que volverá, se convierte rápidamente otro tema hiriente. Querida miseria, aquí me tienes. «Second Best» es un intento de que el disco no nos acabe de hundir antes de que «Blues For Mackendie» monte una historia fascinante sobre los acordes mezclados de «Desolation Row» y «A Hard Rain’s A Gonna Fall», ambas de Bob Dylan, acabando con un simple tarareo. Nada es tan importante. Vive. Se consciente del lugar en el que estás y de lo que pasa a tu alrededor. Pero vive, brother. Vive.

Sonando: Second Best de Otis Gibbs

PS: Escrito para la web de Ruta 66.

DelFuegos, ardiendo de nuevo

Llamo a Coco ¿Te has enterado que los DelFuegos tienen nuevo disco? ¿Qué dices tío? ¿Seguro? ¿Pero los originales? Pues no lo sé. Lo miro por Internet. Te llamo más tarde.(...) Coco, que sí. Que son los originales. He investigado. Estamos en la parra tío. Si se reunieron a mitad del año pasado. En Junio tocaron en el Paradise Rock de Boston en un evento benéfico y les picó el gusanillo, ya sabes. Se ve que entonces decidieron hacer una gira juntos este año y para apoyarla han hecho un disco cortito, casi un EP de 8 temas ¿Pero seguro que no es Warren Zanes con un par de amigos diciendo que son los DelFuegos? Que ya sabemos cómo van estas cosas…Joder Coco, que no tío, no seas plasta, que son ellos. Mira, Dan Zanes, Warren Zanes, Tom Lloyd, Woody Giessmann y Brother Cleve ¿qué más quieres? Me estás poniendo nervioso Edu ¿y dices que están de gira? Sí, de momento por los States pero dicen que igual cruzan el charco. Joder, joder, joder, estoy más nervioso aún ¿y a qué sonará el disco? Coco, me ofendes. Llevo escuchándolo dos días. Es puro DelFuegos. Rock Americano años 80 con toda su clase y unas pinceladas apenas perceptibles garajeras. Tío, ya me va a dar un ataque. Bueno, te lo paso el jueves en Rosanne Cash ¿Tú no vas a Tim Easton? Me molaría tío pero ya lo he visto y el bueno de Tim volverá. Se hacer raro en Barcelona esto de poder elegir. La oportunidad de ver a Rose es única y no creo que se repita. Joder que mi hija se llama como su madre….¿Pero no es la hija de la otra mujer? Sí, pero Cash y June la adoptaron y ella quería a su madrastra como a una madre. Además, a ver si me firma mi copia en vinilo de The List…Vale, pero no te olvides de mi copia de los DelFuegos… Que nooooo, contra más viejo más plasta macho y de paso te llevaré los 4 temitas de Alberto & García que están de puta madre y te molarán….

Sonando: The Midnight Train de DelFuegos

The Plimsouls, confidenciales en la playa

Si el año pasado uno de los discos en directo del año era el inédito Rockpile At Montreaux de la banda encabezada por Nick Lowe y Dave Edmunds grabado en 1980, este año lo será otro disco grabado más o menos en la misma época. Porque en 1983 The Plimsouls, la banda que formó Peter Case tras la separación de The Nerves, eran capturados en vivo en el Golden Bear de Huntington Beach, California. Los fans empezaron a morderse las uñas hasta convertir sus manos en muñones desde que Alive anunció la puesta en circulación de dicho documento. Y no es de extrañar porque Beach town confidential. Live at the Golden Bear 1983 es fascinante. Y eso que estamos hablando de un concierto celebrado apenas unos meses después de la edición de su segundo disco. Pero la banda parece que lleve quince trabajos a las espaldas. Compactos y desgarradores. Combinando temas de sus dos discos como «Zero Hour» o «Now» del primero, y «Shake City» o «Magic Touch» del segundo, con excelentes versiones: «Making Time» de los mods The Creation, «Jumpin In The Night» de The Flamin’Groovies, «Fall On You» de Moby Grape o «Jump, Jive & Harmonize» de los Thee Midniters, por citar algunas. Con un sonido impecable, Case, Lou Ramírez, Eddie Muñoz y David Pahoa se muestran rotundos pero con el punto mínimo de sensibilidad que debe tener toda banda de power pop cuando encara una melodía. Y ellos lo hacían como nadie. Otro a la categoría de imprescindibles.

Sonando: Hobo de The Plimsouls

Elvis Presley - Young And Beautiful

Hay canciones y escenas que se te quedan grabadas en la mente sin razón aparente. Quizá la canción que me ocupa hoy no sea una de las más grandes de Elvis, pero para mí es especial. Y lo es porque tengo grabada la imagen de la película en la que aparece y que, cada vez que veo, me pone la carne de gallina.

La cosa no tiene mucho misterio. Elvis interpreta en Jailhouse Rock a Vince Everett que acaba en la cárcel por una pelea en un bar. El tipo tiene un carácter irascible, un poco al estilo Paul Newman en La Leyenda del Indomable pero en la cárcel se encuentra con Hunk Houghton, interpretado por Mickey Shaughnessy, que le enseña a tocar la guitarra y eso cambiará su vida. Vince se hace famoso gracias a Peggy Van Halden, una ojeadora de discográfica, y eso le vuelve a cambiar el carácter convirtiéndose en un niño mimado. Al final acabará peleándose con Hunk, cuando este sale de prisión, y durante la pelea recibirá un golpe que le afectará a las cuerdas vocales. Everett/Elvis no se atreve a volver a cantar hasta que intenta interpretar «Young And Beautiful». Primero lo hace de manera temblorosa, envuelto en un horrible batín de topos, y al final con todo el esplendor de su voz. La canción se canta tres veces en la película pero esta es su versión definitiva y más impactante. De letra sencilla y hasta un poco babosa, Elvis borda esta composición de Abner Silver y Aaron Schroeder que se puede encontrar en todos estos discos: A Date With Elvis, Elvis: The Other Sides-Worldwide Gold Award Hits, Essential Elvis-The First Movies, A Valentine Gift For You, The Very Best of Love, The King of Rock n Roll-The Complete 50s Masters, Heart and Soul, The Jailhouse Rock/Love Me Tender Soundtrack compilation y The 50 Greatest Love Songs. La version que aparece en la película fue grabada el 30 de abril de 1957 y para mí entra por derecho propio en el selecto grupo de Canciones Indispensables.

Sonando: Young And Beautiful de Elvis Presley

Gentleman Jesse, ese caballero de Atlanta

Cuatro años separan los dos trabajos de Gentleman Jesse. En medio el tipo ha perdido a sus amigos Bobby Ubangui, por culpa de un cáncer y Jay Reatard por su adicción a las drogas. Además Jesse Smith, quien se esconde detrás del Gentleman, sufrió una dura agresión que acabó con su nariz fracturada por varios sitios. Esos tres aspectos marcan profundamente un segundo disco tan apasionante como el primero con frases como “no hay vuelta atrás, tengo que salir de esta ciudad”. De ahí el título de este fantástico Leaving Atlanta. “Esta ciudad está tratando de comerme vivo”. Más claro el agua. Pero con esperanza. “Es un lugar tan bueno como otro cualquiera para sobrevivir”.

Lleno de momentos inspirados, el disco también tiene tiempo para las canciones de amor y desamor, «I’m Only Lonely (When I'm Around You)», suprema, o la no menos destacada «You Give Me Shivers». Incluso para temas positivos como «Rooting For The Underdog», primo hermano del «Ready Teddy» que popularizó en el 56 Little Richard, aunque el sentimiento de pérdida sobrevuele por todas las canciones. “Hay nubes oscuras en el cielo, pero si miras con atención verás que detrás brilla el sol”. Con un álbum grabado íntegramente en el sótano de su casa, en este tipo al que admiran gente como Paul Collins o los Black Lips se conjugan sonidos conocidos como los de Los Nerves, los añorados y tremendos Rockpile, los Plimsouls o los Sonics, con un poso de autenticidad que abruma. Cuando las guitarras y las melodías toman el poder, mejor buscar un buen caballero…

Sonando: You Give Me Shivers de Gentleman Jesse

Bob Dylan news

Es curioso el enorme número de noticias que genera la figura de Bob Dylan. Ponerse el típico programa informático que te avise de las noticias que contiene el nombre del bardo acaba por volverte prácticamente loco. En los últimos días se han producido un buen número de ellas y vamos a comentarlas, que ya hacía tiempo que no hablaba de Dylan por aquí.

Hace unos días, los periódicos se llenaban con la noticia que había hecho saltar David Hidalgo, miembro de Los Lobos, sobre un nuevo disco de Dylan ya grabado en los estudios de Jackson Browne en California. Los diarios se hacen eco de la inclusión de sonidos mexicanos y aseguran que es la primera vez que Bobby lo hace en su carrera. Mec. Error. No le iría mal a más de uno el hecho de ponerse Desire y detenerse en «Romance In Durango». Es el ejemplo más claro de los numerosos guiños de Dylan a la cultura hispana y, en concreto, a México. Quien haya escuchado su tema en el disco editado hace unos meses sobre letras de Hank Williams, dirigido por el propio Dylan y Jack White, puede tener claro lo que es el viejo haciendo un vals ranchero. Veremos si los tiros van por ahí. Si es así yo estaré más que satisfecho porque la citada canción me parece de lo mejor del lote.

Más. Ya que hemos hablado de discos tributo, Merle Haggard anda de lleno en la preparación de un homenaje a nuestro hombre. Mientras, también se prepara la publicación de una súper caja con toda la discografía de Bobby, Bootleg Series incluídas junto a singles inéditos. Ojo que el precio no es excesivo. 300 $. Y ojo que estamos hablando de más de 40 discos. ..

Por otro lado, Bonnie Raitt incluye dos covers de Dylan en su nuevo disco, «Million Miles» y «Standing In The Dorway», curiosamente ambas de Time Out Of Mind. Y Joserra Rodrigo que va a dar una de las conferencias del ciclo Dylan antes de que acabe esta cuarta edición. Un premio más que merecido para la Land y un dylanita de pro.

Finalmente hay que hacerse eco de la publicación de la novela Aire De Dylan, escrita por Enrique Vila-Matas y publicada por Seix Barral. El protagonista de la novela es un chico tan parecido al de Duluth que se le conoce como Little Dylan y que tiene que enfrentarse a los pensamientos de su padre, un fan irredento del músico. Buena pinta ¿no?

Sonando: On A Night Like This de Bob Dylan

Nueva Jukebox con mucho power-pop

Se me acusa muchas veces de sólo oír rock americano. La verdad es que me importan poco esas afirmaciones porque me siento bien orgulloso de mi bagaje como oyente musical. Es evidente que en el rock de raíces es donde mis gustos se encuentran más complacidos, pero no por ello dejo de disfrutar otros estilos. Pocos deben saber, por ejemplo, que considero a Gato Pérez uno de los mejores letristas de la historia de este país (y si quieren discutirlo escuchen «Viejos Automóviles» primero). Por mi equipo pasa de todo y, probablemente, después del rock americano, el rock and roll y el rock nacional, la palma se la lleva el power-pop y los sonidos garajeros. Eso se refleja en la Jukebox de este mes por la que han pasado The Right Ons, Los Lobos, Biscuit, The Allnight Workers, Lincoln Durham, Ray Wylie Hubbard, Kurt Baker, Reigning Sound, Los Vólidos, Ben Nichols, Lucero, Zoe Muth, Alabama Shakes, Hacienda Brothers, The Paladins o Muck And The Mires entre otros. Ya saben, pueden descargarlo AQUÍ. Precisamente iba yo a hablar de estos últimos.

Un buen chef nunca revela el ingrediente secreto. Pero te diré algo… es todo carne y patatas… ¡nada de relleno!» (Evan Shore)

Así habla el líder de Muck & The Mires de su filosofía a la hora de hacer un disco. Ex miembro de los Queers, Shore es el auténtico alma mater de la banda. Y A Cellarful Of Muck es su último disco, un álbum que me recomendaron en Escridiscos hace apenas un mes y que salió debajo de mi brazo en su correspondiente formato en vinilo. Producido por Jim Diamond, artífice de los dos primeros discos de los White Stripes, y Kim Fowley, del que no hacen falta referencias, el trabajo de los de Boston es impresionante. Esas influencias que les sitúan entre los Beatles, los Sonics o los Ramones se hacen evidentes en todos y cada uno de sus cortes. Trece temazos directos, melódicos, grasientos. Abriendo horizontes incluso hacia el country en temas como «Right Now». Pero, sobre todo, bordando las melodías en disparos certeros como «We Don’t Have To Hide Anymore». Deliciosos.

Sonando: Saturday Let Me Down Again de Muck & The Mires

Feliz cumpleaños Rachel

Mi barman preferido, tiene los ojos pardos y un culo divino, se llama Raquel. Cuando estoy jodido, cazando duendes, de vez en cuando me piro, dejando los whiskies a deber. Y a las tres cuando cierra el garito, pega un timbrazo en mi portal, se pasa a cobrar, se queda un ratito y después se va...

Tomada prestada de Luis Gago

Feliz Cumpleaños mi amor.....

Shooter Jennings, un hombre familiar

Los periodistas somos adictos a los eventos del año. Si fuera por nosotros sucederían unos 400. A mí ya se me ocurren varios producidos este año, desde el primer disco de Michael Kiwanuka hasta el centenario del nacimiento de Woody Guthrie, la nueva gira de Dylan por Europa, el primer disco en solitario de Jack White y, cómo no, el regreso de Shooter Jennings a lo que mejor sabe hacer, el country-rock. Reconozco que en un enfrentamiento entre Shooter y Hank III yo soy del primero. Antagonistas y enemigos declarados, ambos tienen y han tenido sus desvaríos incomprensibles. El de la saga Williams intentando convertirse en una estrella del metal y Shooter acercándose más de lo que saludable a la música de Radiohead y similares. Afortunadamente, al vástago de Waylon le ha dado por dejarse de tonterías y facturar un excelente tratado de country rock como Dios manda.

Voy a hacer algo que no suelo hacer. Reseñaré el disco habiéndolo oído sólo una vez al completo pero supongo que así sonará más fresca la cosa. Shooter está feliz. Su esposa, Drea Di Mateo, y su hija son el centro de su existencia y eso se transmite en un disco positivo que no engaña desde su título. Y ojo con lo que voy a decir. Family Man es el mejor disco de country que Shooter ha grabado nunca. Insisto. No estoy diciendo que sea su mejor disco, sino que es su mejor disco de country.

Con 18 temas en su origen, al final la cosa se queda en 10 y nos prometen una segunda parte este mismo años. La inicial «The Real In Me» nos devuelve al Shooter de Puck The O Back In Country o Electric Rodeo, con el tipo demostrando que ha vuelto para quedarse con este temazo de rock and roll al ritmo de Honky Tonk que sirve de perfecto aperitivo para el verdadero inicio del disco, la fenomenal, «The Long Road Ahead» en la que te das cuenta que aquí hay algo más que un buen disco. Es difícil hacer un tema de country-pop-rock tan perfecto y bien trabajado. Igual que haceralgo tan delicioso y sencillo como el single «The Deed And The Dollar». Un par de estrofas y tres estribillos. Sin puentes, sin cambios. Rural, hermosa, campestre. Es tan perfecta que te preguntas por qué no le has escrito esa canción tu a tu mujer y a tu hija. Joder, yo quiero ser Shooter Jennings, eso sí, a mi mujer y mi hija no las cambio. «Manifesto no.4» es un tema rock que se abre cual himno góspel para volverse trotón y denso con unas guitarras eléctricas poderosas. Con «Summer Dreams» vuelve la calma y la intimidad. Jennings está inspirado más que nunca, y eso se nota. Con «Southern Family Anthem» vuelve el rock más denso y demuestra que es el músico que mejor sabe combinar ese estilo musical con el country en un mismo disco y no sonar desfasado. «Daddy’s Hands» es de las pocas canciones tristes del paquete con Shooter demostrando que es un letrista de primera división. «The Black Dog» es una fábula que el músico le contaba a su hija en forma de cuento antes de irse a dormir y que aquí vuelve más oscura y menos infantil. «The Family Tree» es country clásico para dejar paso a «Born Again», la más Springsteen del lote y enorme en cuanto a ambientación.

Lo dicho, uno de los acontecimientos del año.

Sonando: The Deed And The Dollar de Shooter Jennings

El ruta de marzo

Este mes no aparece ninguna entrevista ni artículo mío. Grrrrrrrrrrrrrr. Je,je. Ahora en serio. El número es de relumbrón. La portada es espectacular. Yo diría que la mejor de los últimos meses ¡Por fin una portada que a nivel de imagen captura lo que es el Ruta! Jon Spencer está espectacular en esa instantánea y el artículo de interior vale mucho la pena. También se puede leer en este número entrevista con Deer Tick, con Rich Robinson, con The sadies, con Los Deltonos (a los que volvemos a llamar por error asturianos), con Dirty York o con Pájaro entre muchos otros. La retrospectiva se la lleva Mountain y el análisis Curtis Mayfield. Mucha variedad y muy buena. El disco del mes es para Dr.Dog, que a mí, confieso no me ha acabado de llegar esta vez, pero la reseña está tan bien escrita que casi me convence y todo. Yo me limito a las news, of course, a mis habituales dos películas y dos libritos y a una reseña sobre el disco de tributo a Dylan de Amnistía Internacional. ¡Ah! Y ojo con la editorial de Alfred Crespo. Magistral hablando de los secundarios del rock.

Sonando: Leaving Song de Shurman

Esa mujer llamada Rita Coolidge

Nacida en Lafayette, Tennessee, la primera vez que supimos de Rita Coolidge fue con Delaney & Bonnie & Friends. Tras eso su carrera creció exponencialmente. Clapton, Stills, Leon Russell o la gira de Mad Dogs junto a Joe Cocker son algunos de sus destacados proyectos. Pero el personaje decisivo de su carrera va a ser Kris Kristofferson, al que conoce en 1970 y con el que se casaría tres años después. Kristofferson la anima a lanzarse en solitario y lo hace en 1971 con un disco de nombre homónimo. El country, el folk, el soul y el pop se unen con una fuerza aplastante en su voz, perfecta para las versiones. «The Happy Song» de Otis Redding, «Crazy Love» de Van Morrison, «Born Under A Bad Sign» de Albert King…Todas espléndidas y en muchos casos superando las originales. Y entre los músicos que la acompañaban Leon Russell, Clarence White, Ry Cooder, Chris Ethridge, Bobby Womack, Jim Keltner, Booker T. Jones, Spooner Oldham, Stephen Stills….Un elenco escandaloso que nos hace no entender como este disco no tuvo más repercusión en su momento. Sabe a clásico.

Sonando: The Happy Song de Rita Coolidge

Un tributo a la Carter Family en cinta de casette

Llámenme romántico pero me encantan proyectos como este. Resulta que a los tipos de los Pine Hill Haints se les ocurre poner en marcha un homenaje a la Carter Family. Nada nuevo en el horizonte. Lo bueno es que no se trata de un nuevo tributo al uso. La idea es grabar a músicos con una simple grabadora de casette, en sus casas, y tocando en riguroso directo. Personajes muchos de ellos desconocidos pasan por nuestros oídos con una calidad de sonido evidentemente ínfima pero con un encanto y una autenticidad aplastante. Dejando que la música fluya como la sienten. Equivocándose a mitad de los temas, cambiando de tonos, entrando mal a cantar o colocando erróneamente la cejilla en sus guitarras. Dos años grabando canciones por todo el país para conseguir las 30 que integran el proyecto y que también se publican en cinta de casette, aunque pueden descargarlas de su Bandcamp. Todo acompañado por un fantástico cómic dibujado por David Lasky, y coloreado por Frank Young, autores también de la portada. Markly Morrison, principal impulsor del proyecto, asegura que lo que pretendía era recuperar el espíritu de AP Carter, que se dedicaba a ir por los pueblos americanos grabando canciones rurales para convertirlas en éxitos de la Carter Family. Brian Hayes, Pine Hill Haints, Castanets, Jeffrey Lewis…son sólo algunos de los nombres que han participado en un proyecto que viene acompañado por una explicación de cómos e ha grabado cada una de las canciones. Una pequeña joya.

Sonando: No Depression de Pine Hill Haints

Un premio para este blog

La cosa va de premios. O mejor dicho, auto-premios. Quiero dar las gracias....¡Ay, no! Que eso es en los Oscar o en los Goya. Pues a mí me ha hecho mucha ilusión ser galardonado con un premio Liebster blog. Y aún me hace más feliz que sea un premio otorgado por los propios bloggeros que eligen a sus compinches favoritos. Las reglas del "certamen" son sencillas:

1. Copiar y pegar el premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó.
2. Señalar tus 5 blogs preferidos y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio.
3. Esperar a que esas bitácoras continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferidos.

Pues ahí voy. El premio me lo ha otorgado Rock & Soul. Muchisísimas gracias. Un placer que alguien que en su blog habla de Warren Haynes, Ruthie Foster, Ray Wylie Hubbard o Lincoln Durham crea que soy merecedor de dicha distinción. De verdad, me ha hecho mucha ilusión. Quizá la gente que no bloggea habitualmente no lo entienda, pero creo que los que pasamos ratitos currándonos entradas debemos estar muy contentos de este tipo de cosas.

Ahora me toca nominar a los míos. Devolvérselo a Rafa puede sonar a pelota, aunque se lo merece como el que más. Optaré por otros cinco ¡qué difícil! Voy a ello:

NECESITO UN ROCK AND ROLL: Un hacha. Un investigador incesable. Un placer de bitácora.

DEDOS PEGAJOSOS: Alfred "Coco" Crespo escribe poco pero ¡ay cuando escribe! Siempre cargadod e razón. Siempre original. A ver si este premio le hace escribir más.

CORAZON DE ROCK AND ROLL: Pues eso, que Manel es todo Rock And Roll, y todo corazón. Escribe con el alma y eso se nota.

ROCKANDRODRI LAND: La Land. La casa de todos nosotros. Nadie escribe como Joserra. Inimitable. Lleno de personalidad. Un clásico.

TSI-NA-PAH: Sólo por las fotos que va colocando en cabecera merecería ya la entrada a su blog. Pero es que sus posts son,a demás, inmensos. Otro crack.

No he acabado el post y ya tenngo síndrome Rob Gordon en Alta Fidelidad. Que me perdonen todos los que no están pero ya saben que podría cambiar la lista cada quince segundos.

Sonando: The Gift de The Jam

Still Crazy After All These Years

1975. A Paul Simon le da por sacar un disco con este bonito título (el cuarto e su carrera en solitario) y a mí me da por nacer. Quizá esa curiosa coincidencia hace que la sentencia se me adapte como un guante de seda. A veces le pregunto a Rakel “¿tú crees que estoy loco?”. Ella me mira, sonríe y me contesta “¿cuántos libros leíste la semana pasada?”. “Cuatro”, le digo. “Pues ya tienes la respuesta, pero yo te quiero así”. Sagaz y avispado como es uno, deduzco que me está diciendo que sí, pero la segunda parte de su frase hace que me importe bastante poco. No sé cómo lo hice pero es cierto que leí cuatro libros la semana pasada. También es verdad que ninguno es excesivamente largo. Dios Nunca Reza de Patxi Irurzun, El Color del Sol de Andrea Camilleri, Nudos y Cruces de Ian Rankin y Ziggy Stardust de Juan Manuel Escrihuela. Me encanta leer ¿qué hago? Me vuelve loco devorar los libros y lo hago sin pausa. Aprovecho el autobús al trabajo, la ida y la vuelta, la media hora de después del mediodía que tengo libre y, por supuesto, el rato que me deja el sueño antes de dormir. Luego están los ratos de espera en una oficina, antes de una reunión fuera, en el médico, etc, etc. Siempre llevo un libro en la bolsa dispuesto a aprovechar cualquier momento. Igual que hago con el iPOD y la música.

Es curioso pero lo primero que hago al comprar un vinilo es intentar descargarlo también. De esa manera lo “exploto” más, no sólo cuando estoy en casa. Últimamente he cambiado mi manera de oír música en el iPOD. Llevaba tiempo utilizando el random, cosa que hace perderte la visión de un disco como obra compacta. Ahora no suelo hacerlo excepto si lo pongo mientras trabajo como música de fondo. Mi iPOD es mi hilo musical. Lo dejo elegir sus propias canciones y espero que me haga perder la concentración algo. Entonces es que he dado con una joya, con algo diferente que no esperaba, y toca investigar. Son nuevos tiempos, la música se oye de manera diferente y soy de los que piensan que hay que adaptarse siempre a todo.

Sonando: Still Crazy After All These Years de Paul Simon

Don Nix confió en Dios

DISCAZO. Así, en mayúsculas. Enorme trabajo publicado en 1971 por un músico semidesconocido. Búsquenlo y prepárense para caerse de culo. Nacido en Memphis, la carrera de Nix está ligada, irremisiblemente, a la de Stax Records. Primero fue miembro de The Mar-Keys, banda residente del sello y de la que salieron componentes de Booker T & The MGs y The Memphis Horns. Tras su paso por los famosos estudios se dedicó a escribir y una de sus canciones, «Going Down», llegó a las listas de éxitos en la voz de Freddie King. En 1971, y tras ayudar a sus amigos Leon Russell y George Harrison con el concierto de Bangladesh, publica su primer disco, el increíble In God We Trust.

Barry Beckett (teclados), Eddie Hinton (guitarra), David Hood (bajo) y Roger Hawkins (batería) fueron su banda, o lo que es lo mismo, el grupo residente en el estudio en el que se grabó el trabajo, los míticos Muscle Shoals. Temazos de country-rock y country-soul de una calidad incuestionable escritos por el propio Nix, y covers del «When The Circle Be Unbroken» y del «He Never Lived A Day Without Jesus» que co-escribió junto al gran Bobby Whitlock. Temática religiosa y espiritual ¡estamos hablando de góspel! Y también campos de algodón, pantanos y carretas cargadas de fardos de paja. La portada lo dice todo. Ebay les espera.

Sonando: He Never Lived A Day Without Jesus de Don Nix

Una imagen vale más que mil palabras...

Gracias Sr. del Rio...

Scotty Alan, un nuevo punk en el mundo del americana

Qué placer cuando recibes esos discos de promoción que no esperas ni has pedido. Es una de las grandes ventajas del crítico de rock. Últimamente escasean, eso sí. Por eso igual se hace más especial la sensación. El martes llego a casa, cansado de trabajar, agobiado como cada fin de mes y me encuentro un paquetito que abro ansiosamente. Wreck & Mess reza y lo firma un tal Scotty Alan. Como decíamos en mis tiempos, ni flowers. Miro los créditos. A la batería Butch Norton de Eels, a la guitarra Randy Mitchell, el inseparable amigo de Warren Zevon (empiezo a ponerme nervioso), a los teclados Ian McLagan (me cago en la leche) y a la guitarra solista e instrumentos de cuerda varios David Lindley (¡joder!). Vaya elenco. Pero me resisto un poco más a pincharlo. Quiero hacerlo sabiendo quién es. Investigo.

El tipo vive en medio del bosque. La mayoría de lo que come lo caza o pesca él mismo: ciervos, venados, carpas…Su casa es una pequeña cabaña con un solo lujo: una sauna. En ella también tiene un mini estudio de grabación en un sótano que ¡cavó él mismo! Todo muy cow-punk. Como que el tipo proviene de tocar el bajo durante años en una banda de punk antes de decidir hacer canciones como soles de música tradicional americana. Es imposible no identificar su propuesta a la de un Mike Ness en solitario. Por sonoridad y por su manera de cantar. Ambos provienen del punk y ambos bordan la roots-music. Sale de su Michigan natal en contadas ocasiones. En una de ellas se acercó a Los Ángeles para grabar con Bernie Larsen este Wreck & The Mess. Ruina y desorden. 15 canciones en apenas 45 minutos. Espíritu punk, esencia tradicional. Sentimientos destartalados, alienación, búsqueda de sí mismo, tristeza, rabia, ansiedad, lucha. El disco de americana que probablemente hubiera grabado Johnny Thunders se parecería mucho a éste. Lo juro sobre su tumba.

Sonando: Your Hero? De Scotty Alan