miércoles, julio 11, 2012

Eugene Edwards, guárdenme el secreto


En 2004, Eugene Edwards, músico de Yuma aunque con residencia en L.A. sacaba al mercado uno de esos discos destinados a ser un bombazo. Pero no pasó nada. Nada de nada. Y eso que es una auténtica obra maestra. Un álbum que transita a medio camino entre el mejor Elvis Costello y el mejor Tom Petty. Tocando todos los instrumentos excepto la batería, de la que se encarga el “drummer” de los Bellrays Mike Sessa, Edwards se marca un disco de 10 con unas melodías aplastantes y unas guitarras que recuerdan muy mucho a los discos de, por ejemplo, Nick Lowe. No exagero si digo que algunas de estas canciones podrían haber estado en el My Aim is True de Costello. Eso sí «Shatered Flower» o «Not That Kind Of Girl» miran de frente a Tom Petty, por no hablar de la propia «My Favorite Revolution» que da nombre al trabajo. Uno no puede evitar preguntarse ¿qué puede pasar en este mundo para que discos como este no “partan la pana”? No hay respuestas. Quizá, el único consuelo, es que los que lo conocemos disfrutamos de él periódicamente. Yo llevo una semana reenganchado a él.

Sonando: Permanent One de Eugene Edwards