miércoles, octubre 31, 2012

Servidor en la Ruta Norteamericana


Un placer siempre acercarse a esa Ruta Norteamericana que dirige con maestría Fernando Navarro en los blogs de El País. Mi segunda colaboración para tan digna bitácora se centra en Jimmy LaFave, de quien ya hemos hablado, y mucho, por aquí. Copio el principio del texto:

Anda un servidor rebuscando entre cubetas de discos. La tuna, los payasos de la tele,Sting, música para una fiesta, los Cantos del Barça, Phil Collins, decenas de CDs de una edición coleccionable de jazz… Poca cosa aprovechable, aunque la ilusión nunca se pierde. La esperanza sí que es lo último que se pierde, o eso dice la cultura popular. Muchas veces esos momentos son ideales para perder casi la conciencia. Pasar discos, uno tras otro, de manera rutinaria, casi sin leer sus títulos o sin analizar su portada. Entras en un bucle. Tu mente se dispersa y el movimiento de tus manos se convierte en repetitivo y banal. Hasta que algo te saca de eso. Un tipo sonriente me mira desde una portada en blanco y negro. Se llama Jimmy LaFave y su disco se titula Austin Skyline. Me llama la atención, por lo de Austin y por la similitud de llamar a un trabajo casi igual que uno de los discos de Dylan, el country Nashville Skyline. Continúo con el ritual y giro la jewell box. La segunda canción el disco es «Girl From The North Country» del mismo Dylan y del que también se versionan «Shelter From The Storm», «Leopard-Skin Pill Box-Hat» y «You’re a Big Girl Now». Debía ser 1995 aunque el disco se había editado tres años antes.

Pueden seguir leyendo en LA RUTA NORTEAMERICANA

Sonando: I’ll Remember You de Jimmy LaFave

martes, octubre 30, 2012

Allah-Las, rescatando la esencia del Paisley Underground


Lleva unos días disponible en la web de Ruta 66 (www.ruta66.es) la entrevista que realicé a los californianos Allah-las. Se trata de una charla exclusiva para la web que no se publicará en la versión papel y donde repasan su primer y homónimo disco. Una banda que hará las delicias a los amantes de los sonidos más sixties y psicodélicos con un deje garaje. La verdad es que la banda conjuga a la perfección todos los sonidos que se dieron en la costa oeste de los USA en los años 60 y deberían, por derecho propio, ser una de las grandes sorpresas de la temporada. Además, cuando les pregunté por su cercanía al Paisley Underground me contestaron que “el Paisley Underground fue un movimiento genial. Es increíble como el pop de los 80 supo capturar todas esas influencias de los 60. Pero también nos inspira la bossa o la música surf. En nuestra web colgamos una serie de episodios musicales con la música que nos gusta. Cualquiera puede acercarse a esas listas, descargarlas y conocernos un poco mejor”. Efectivamente, estos chicos tienen el detalle de colgar en su web (www.allah-las.com) una especie de cápsulas musicales donde pinchan listas tan interesantes como esta:

Terry Telson - When Evening Comes
John J. Francis - Sometimes (In The Night)
Vernon Wray - Prison Song
Freddie Scott - I’ll Be Leaving Her Tomorrow
Bobby Charles - I Must Be In A Good Place Now
The Brazda Brothers - Lonely Time
Ronnie Lane - The Poacher
Bruce Springsteen - Racing In The Street

Buen gusto no les falta ¿no?

Sonando: Busmans Holidays de Allah-Las

lunes, octubre 29, 2012

Turnstile Junkpile, todo es más barato de lo que parece


El otro día, en un intercambio de e-mails con el amigo Hendrik Roever, el cántabro me decía que le había gustado mucho el disco de Turnstile Junkpile, un disco que curiosamente iba a ocupar un día de esta bitácora esta misma semana. Y aquí está. Ojo porque a pesar de sonar más americanos que los Cazadores del Pantano (busquen la serie si no la conocen), y como viene siendo habitual últimamente, no son de allí sino de Londres.  Su primer disco se llama Everything is Cheaper Than it Looks y sólo tiene un problema, su minutaje. Siete canciones son demasiado poco cuando te ponen un caramelo tan dulce en la boca. Desde el rock-roots más clásico hasta el swamp-rock o el country alternativo la banda sabe estar, demuestra pericia instrumental y gusto para los arreglos.

Es difícil que en una primera escucha no te vengan a la memoria nombres como Flying Burrito Brothers o los Byrds aunque en versión contemporánea. Aunque la banda consigue dominar las influencias de raíces sin caer en un sonido retro. Con un nombre tomado de una canción de Townes Van Zandt, el grupo pone las cartas sobre la mesa desde el principio. Por eso el roots de la inicial «Time Is Running Out» queda parcialmente apartado por la más alternativa « This Isn’t What We Signed Up For» para volver a unos sonidos más The Band en «Wishing Well», la primera del lote que tiene consideración cinco estrellas. El primer aviso serio de que aquí hay mucho donde escarbar.  El country-blues toma el protagonismo en «How How How» desde que el banjo se pone a sonar en una especie de jug-song ideal para mover los pies. «Zanzibar» se me antoja la pieza central del disco, quizá por la sorpresa de sus guitarras eléctricas o puede que por su personalidad. Es el tema que lo diferencia de trabajos similares. Con un tratamiento excelente de batería, unas voces que cantan juntas todo el tema, si viviéramos en un mundo normal estaría todo el día sonando en la radio, pero…«In The Morning» regresa a los sonidos más acústicos y guiña sin rubor un ojo al folk y otro a los discos de Whiskeytown. Dejan «Everything is Cheaper Than It Looks», el tema que da nombre al disco para cerrarlo con aroma a Los Lobos menos fronterizos. Con una voz en tonos altos y una cadencia adictiva. Y se acabó. Arggggh ¿era ese el objetivo? ¿que nos quedáramos con ganas de más? Pues lo han conseguido. Marquen este disco en rojo, que lo vale.

Sonando: Everything is Cheaper Than It Looks de Turnstile Junkpile

viernes, octubre 26, 2012

Brioles, 26 años de rock and roll

En la última Fira del Disc de Sants encontré una copia del EP En Medio de La Jungla de Los Brioles. Este fin de semana vuelve a haber fira y yo pasaré por allí, por supuesto. El EP data de finales de los 80 y eso me ha llevado a pensar en la de años que llevan los hermanos Nunes al frente de este proyecto ¡26 nada menos! Y este año han vuelto a sacar disco que servidor reseñaba para Mondosonoro así:

Cada nuevo trabajo de Los Brioles tiene que ser necesariamente recibido por todos como un gran acontecimiento. Y es que pocas bandas quedan en el país con el buen hacer, la autenticidad y el empaque de los barceloneses. Más pródigos en la publicación de 7” que de LPs, este Down, Down, Down suma su larga duración a las buenas noticias. Los Brioles saben lo que hay. Saben que no es momento de ganar nuevos adeptos, pero no por ello piensan que todo lo que tenían por hacer ya lo han hecho. Lejos de caer en el desánimo, la banda sigue adelante ofreciendo canciones como «Don’t Make Me Wait», «Mambo Maligno» o «La Calle del Crimen», marca de la casa y con arrestos de convertirse, especialmente esta última, en una auténtica piedra filosofal de sus conciertos ¿Y qué decir de «(I was a) Teenage Braineater? ¿No es realmente maravillosa con ese coro pregunta-respuesta femenino? No, no han evolucionado. No han hecho nada nuevo. Siguen sonando como hace diez años. O mejor, como hace 60 ¿Pero no es esa su grandeza?

Publicado en Mondosonoro (Septiembre)

Sonando: Mambo Maligno de Los Brioles

jueves, octubre 25, 2012

Denny Freeman, excavando en Bob Dylan


Todos estamos de acuerdo en que hay demasiados discos de versiones de Dylan en el mercado, eso es indudable. Igual que lo es que muchos de ellos no aportan nada, aunque quizá eso sólo sea una prueba más de la grandeza del personaje. Bob Dylan ha sido y es tan importante para la música contemporánea que una infinidad de músicos han querido, en un momento u otro, interpretar sus canciones. La mayoría de esos discos de versiones no superan la prueba del algodón, quizá por la propia enormidad de las interpretaciones originales. Ya saben eso de Nobody’s sings Dylan Like Dylan. Yo soy de los que confirma y defiende ciegamente esa sentencia. No creo que nadie haya mejorado un tema de Dylan nunca, sinceramente, Muchas veces he discutido con mi amigo J.F. León este tema, por ejemplo a cuenta de la versión de «Mr. Tambourine Man» de The Byrds. Que sí, que McGuinn & Co cantan muy bien, pero esa es una canción de un hombre que toca la pandereta en la calle y ha de sonar a hobo, no a los Beatles. Eso la hace perder credibilidad, cosa que no sucede con la original de su dylanísima. Así pienso yo.

Por eso debe extrañar a los que me conocen que me pare en hablar de un nuevo disco de versiones de Dylan recién publicado, pero es que este es especial. Por un lado el encargado de hacerlo es Denny Freeman, miembro de la banda de Dylan y por tanto de la NET entre 2005 y 2009. Y por el otro se trata de un disco instrumental, sí, sí, instrumental. Un álbum sin letras que romperá los esquemas a todos aquellos que se limitan a considerar a Dylan un gran letrista, porque Freeman incide conscientemente en la grandeza de las melodías. El guitarrista, que participó en la grabación de Modern Times, conoce a Dylan mucho y también un buen puñado de sus canciones. No en vano hay que recordar que el bardo hace ensayar a los miembros de su banda cerca de 100 temas para elegir cada noche canciones diferentes. Denny conoce su forma de pensar, su forma de encarar e interpretar las melodías de sus temas, y eso es lo que ha reflejado en este Diggin’ On Dylan, la obra suprema de un excelente guitarrista, que no solo ha trabajado con Dylan, sino también con gente como Percy Sledge o Taj Mahal. Interpretando en clave instrumental piezas como «Tangled Up In Blue», «Masters of War» o «Señor». Canciones que abarcan casi toda la carrera de Dylan, desde 1963 a 2006 y de cuya instrumentación se encarga básicamente el propio Freeman, que toca guitarras, teclados, arpa y harmónica, mientras Elana James le apoya al violín, Jim Milan al bajo, Jon Blondell al trombón y Smith “Frosty” Barry a la batería. Y que quede claro. Freeman no se limita a hacer las canciones tocando con su guitarra la parte vocal sino que las interpreta y eso es lo que hace interesantísimo este disco. Palabra.

Sonando: Spirit In The Water de Denny Freeman

miércoles, octubre 24, 2012

Vals solidario


Hay iniciativas que se explican por sí solas, y el concierto homenaje a Levon Helm que se celebrará mañana en Madrid es una de ellas. Será en la sala Joy Eslava y los beneficios irán a parar al Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) ¿Hace falta decir algo más?

Durante el concierto, la banda formada para la ocasión bajo el nombre de The Honkies interpretará al completo el The Last Waltz de The Band en homenaje al gran Levon al que un cáncer se llevó demasiado pronto. Siguiendo el patrón del evento original, un montón de invitados se subirán al escenario de la Joy para repasar las canciones de LA BANDA. Confirmados ya están Ramón Arroyo de Los Secretos, Julián Maeso, Charlie Bautista (Amigos Imaginarios, Christina Rosenvinge), Javier Gallego, Ángel Carmona, Jeff Spinoza (Vargas Blues Band, Alberto Benítez (The Stationroad), Rebeca Jiménez, Sheila Blanco…y un largo etcétera.

Hasta 30 temas sonarán con fines solidarios, como si no hubiera ya razones suficientes para no perdérselo.

Sonando: Up On Cripple Creek de The Band

martes, octubre 23, 2012

Political World IV: Mutt Romney Blues - Ry Cooder


Ry Cooder ha publicado con su Election Special uno de los mejores discos del año. Encima lo ha hecho encargándose de todos los instrumentos excepto de la batería, detrás de la cual se ha puesto su hijo Joachim. Y el colmo es que lo ha culminado con un trabajo rico musicalmente y de letras directas a la yugular de la política americana, a la situación de su país y, por extensión, del mundo. Por eso el tema con el que inicia el disco, «Mutt Romney Blues» ocupa nuestro Political World.

Evidentemente la canción está dedicada al candidato a la presidencia de la Casa Blanca Mitt Romney en confrontación con Barack Obama. De hecho el título juega con su nombre y la palabra “mutt”, algo así como papanatas, bobo y también chucho. Lo curioso viene porque la canción está cantada desde el punto de vista del perro de Romney, de hecho oímos a Cooder incluso ladrar entre su letra encima de un ritmo tomwaitsiano. Y es que el señor que pretende gobernar el país más poderoso del mundo se atrevió a explicar en un miting que en 1983 hizo un viaje con su familia y como el perro no cabía en el coche lo ató al techo ¡durante 12 horas! Ese es el tipo que aspira a gobernar el mundo y Cooder le dedica la apertura de su disco. Con Mississippi Fred McDowell, el seminal bluesman que soñaba con tener una gasolinera en la Highway 61, en el horizonte Cooder crea un tema que va in crescendo para acabar incluyendo hasta coros femeninos a lo New Orleans. “Calor durante el día, frío de noche, no sé dónde voy” dice el pobre animal. Tampoco nosotros lo sabemos.

Sonando: Mutt Romney Blues de Ry Cooder

lunes, octubre 22, 2012

Novedades con olor a vaca


Novedades en la música con olor a vaca, botas camperas y sombrero Stetson. Tres lanzamientos llaman mucho la atención estos días en ese terreno, dos de ellos protagonizados por Johnny Cash. Desde la muerte del hombre de negro no han parado de aparecer inéditos y recopilatorios de su obra, y a este último grupo pertenecen los dos discos que me ocupan. Por un lado tenemos The Greatest Duets en el que se recogen, como su propio nombre indica, colaboraciones de Cash a lo largo de su carrera. Como no podía ser de otra manera encontramos sus clásicos «Jackson» y «If I Were a Carpenter» junto a su mujer, June Carter, pero también material con gente como Ray Charles, Waylon Jennings, Bob Dylan, Billy Joe Shaver, George Jones o Lynn Anderson. Todas son canciones conocidas pero se agradece la posibilidad de tenerlas reunidas en un solo volumen.

El segundo de los lanzamientos relacionados con Johnny Cash se titula The Very Best Prison Recordings Of Johnny Cash y también lo deja claro desde el título. El problema es que es enormemente difícil seleccionar sólo 12 canciones de los conciertos en prisiones de Cash por lo que la cosa se queda cortita, cortita. Yo sin ir más lejos no concibo un volumen así sin el «Cocaine Blues» por lo que lo dejo en simple anécdota para no iniciados.

Mucho más interesante es el nuevo disco de Jamey Johnson, Living For a Song: A Tribute To Hank Cochran, un excelente homenaje al músico fallecido en 2010. Tras una fantástica portada que acompaña este post encontramos 16 canciones de uno de los grandes baladistas de la historia de la música country en el que colaboran (ojo) Willie Nelson, Elvis Costello, Merle Haggard, Emmylou Harris y Alison Krauss. Por si no me creen, la revista Rolling Stone otorga al disco 4 estrellas sobre cinco y el prestigioso portal Metacritic cuatro y media sobre cinco, también. Esas armonías con Kraus en la inicial « Make The World Go Away» o el «She’ll Be Back» con Costello te han de acabar de convencer.

Sonando: I Fall To Pieces de Emmylou Harris

viernes, octubre 19, 2012

Bob Dylan por Daniel Kramer


Déjenme que cambie el refrán feminizándolo esta vez. Quién tiene una amiga, tiene un tesoro. Y mi amiga Silvia Beltrán se fue a París antes del verano a ver a Tom Petty, visitó la exposición de fotos de Daniel Kramer sobre Dylan que le recomendé, y se volvió con un regalito inesperado para mí. Ni más ni menos que el libro de la expo con un montón de fotos del maestro. La baba todavía se me cae. Esto es lo que escribí sobre él y que apareció en el número 296 del Ruta.

Las fotos de Daniel Kramer eran el eje central de la exposición que bajo el título Bob Dylan, L’Explosion Rock 61-66 se apoderó de las salas de la Ciudad de la Música en París entre los pasados meses de marzo y julio. Por eso la edición de un libro conmemorativo con lo más granado del fotógrafo de Brooklyn enfocado al principal y más conocido objetivo de su cámara es todo un evento. No en vano estamos hablando del fotógrafo de las portadas de Bringing It All Back Home o Highway 61 Revisited. Un tipo que no paró de fotografiar al de Duluth entre 1964 y 1965 y que la revista Rolling Stone definió como “el fotógrafo más cercano a Dylan”. El volumen se ordena a partir de 6 capítulos temáticos: Atrás En El Tiempo, En Estudio, Bob y Joan (hilarante la foto titulada «Sesión de Peluquería»), En Escena, Entre Bastidores y el súmmum de En Colores, que dota de luminosidad el final de un libro imprescindible para cualquier fan de Dylan o para simples amantes de la fotografía. Porque Kramer redefinió por completo el concepto de la instantánea en el rock capturando la esencia y la personalidad del fotografiado con un dominio de las luces y las sombras casi insuperable. En definitiva, una oportunidad única de tener en tu casa auténticas obras de arte.

Sonando: Kodachrome de Paul Simon

jueves, octubre 18, 2012

Jim Lauderdale, alborotador de la luna de Carolina



La nueva delicia de Jim Lauderdale se llama Carolina Moonrise y está en las tiendas desde el 25 del pasado mes de septiembre. Lleva días como plástico del momento de esta bitácora y ha entrado de lleno en la pugna a ser disco del año con otros álbums como el Tempest de Dylan. Producido por el dobrista Randy Kohrs, se trata de la cuarta vez que Lauderdale coescribe sus canciones junto a Robert Hunter. En 2011, en una entrevista que le hice para Ruta 66 me decía que “nos conocimos a través de un amigo cuando yo estaba trabajando en el disco de bluegrass junto a otra de mis debilidades, Ralph Stanley. Él escribió un par de canciones para aquel álbum y acabamos escribiendo más de 60 canciones juntos. En 2004 hicimos Headed For The Hills codo a codo, y luego llegó PatchWork River. De hecho, cuando volví de la gira del verano pasado escribimos juntos un disco de bluegrass que editaremos en primavera y que me tiene muy emocionado. Robert tiene un profundo conocimiento de la música de raíces y entiende muy bien todos sus géneros”. Ese disco que debía publicarse en primavera es este Carolina Moonrise y es espectacular. El elenco de músicos implicados es de los que garantizan que de ahí no puede salir algo malo. Tim Crouch en el violín, Josh Williams en la guitarra, Aaron Ramsey en la mandolina, Scott Vestal el banjo y Jay Tejedor en el bajo forman un auténtico dream team de músicos de Nashville. Además han tocado juntos en infinidad de ocasiones y eso se nota. Y por si no fuera suficiente, el álbum contiene unas canciones que tiran de espaldas. Todas. Aunque yo no me puedo quitar de encima «Troublemaker» (algo así como “el alborotador”), una de las canciones del año. Perfecta. Su melordía, su letra, su instrumentación, la voz de Jim, la forma de cantar…Estos días me pueden buscar cuando la luna sale en Carolina.

Sonando: Troublemaker de Jim Lauderdale

miércoles, octubre 17, 2012

El reencuentro de Jeff Lynne


En este caso estoy libre de sospecha. La manía que le tengo a Jeff Lynne es inversamente proporcional a la admiración que me ha causado su último disco en solitario. Soy de los que opinan que Lynne era la pieza que sobraba a los Traveling Wilburys para ser perfectos, que su producción se cargó el Into The Great Wide Open de Tom Petty o que la ELO es probablemente la banda más sobrevalorada de la historia del rock. Y este mes de octubre había Lynne por partida doble. Por un lado un recopilatorio de la ELO del que paso directamente, y por otro Long Wave, álbum en el que el gafotas barbudo versiona sus temas favoritos.  Maldita sea, lo escucho y me gusta. Me gusta mucho. Hasta la producción me parece adecuada. Lynne, sin que sirva de precedente, no se empeña en llenar los temas de arreglos inacabables consiguiendo un efecto de sencillez inédito en su discografía. 22 años después de la publicación de su último disco en solitario, estas revisiones de temas de Chuck Berry, Charles Aznavour, Charlie Chaplin, Don Covay o Roy Orbison se sitúan por derecho propio entre las grandes sorpresas del año, por lo menos en lo que a mí respecta. Y aunque no hay que pasarse (algunos sitúan el disco a la altura de las American Recordings de Cash ¡buff!) la verdad es que en este plástico hay muchos quilates. Sorprende que muchos de los temas elegidos sean anteriores a 1950 y que, a pesar de la personalidad de sus intérpretes originales y de lo heterogéneo de la elección, Lynne consiga dotar de coherencia al lote. Me quito el sombrero, qué remedio.

Sonando: Running Scared de Jeff Lynne

martes, octubre 16, 2012

Political World III: The Revolution Starts Now - Steve Earle



El 13 de febrero de 2005, en el Staples Centers de Los Ángeles, Steve Earle recogía el Grammy al Mejor disco de Folk Contemporáneo en la 47 edición de los famosos premios por The Revolution Starts Now, un disco que empieza (y también finaliza) con un tema del mismo nombre, y que hoy toma la delantera en nuestro Political World.

Cuando el 24 de agosto de 2004 el disco sale a la venta, no sorprende a nadie en cuanto a contenido. Steve Earle llevaba tiempo siendo uno de los máximos azotes de la clase política llegando a su punto culminante, probablemente, con ese «John Walker Blues» de su disco Jerusalem (2002), en la que se ponía en el lugar de un talibán apresado por los Estados Unidos. En 2004 recoge en este The Revolution Starts Now un montón de canciones sobre la guerra de Irak marcados por un creciente sentimiento anti-Bush. De hecho, Earle grabó el disco a toda prisa para poder ayudar a John Kerry, rival de Bush, en la campaña por la presidencia a los States que estaba a punto de celebrarse. Y por eso inicia el disco, sin rodeos, con la canción que le da título y que asegura que “está escrito en el cielo, la revolución empieza ahora” o, parfraseando a Martin Luther King, “anoche tuve un sueño (…) y aprendí una canción para cantar, la revolución empieza ahora”.

La canción fue compuesta con la intención de ser incluida en un documental de otro activista anti-Bush, Michael Moore, aunque finalmente Fahrenheit 9/11 acabó publicándose antes y no pudo incluirse en el montaje final. Como compensación, Moore la incluyó en la edición en DVD del film en una selección de sus canciones favoritas. Con un característico riff inicial de guitarra que acaba dibujando la melodía principal, Earle entra a cantar con la voz ligeramente distorsionada sobre una situación aparentemente cotidiana que desemboca en ese canto absolutamente revolucionario que es su título con los platos de la batería dando la sensación de culminación. La canción, por cierto, alcanzó su dosis de contradicción cuando Earle aceptó que en 2005 se incluyera en un anuncio de General Motors, aunque eso son otros temasy su contenido, a día de hoy, sigue estando perfectamente vigente.

Sonando: The Revolution Starts Now de Steve Earle

lunes, octubre 15, 2012

Frente a Ali



Ésta no es sólo una película sobre boxeo. Es algo más. Es un documental estrenado en 2009 pero que no se distribuye en Europa hasta finales del pasado año en su versión en DVD. Es la manera de entender una vida. Una actitud. Es una amalgama de sentimientos. Y por encima de todo, es un recorrido por la existencia de uno de los deportistas más grandes del siglo pasado. Muhammad Ali. No sólo un boxeador, sino también un icono. Un líder racial. Un creador de una peligrosa corriente de pensamiento para una sociedad no preparada para desmontar el tinglado formado alrededor de la segregación racial. Y el director Pete McCormack nos acerca a él a través de sus rivales. De los púgiles que se enfrentaron a sus hábiles puños y a su verborrea inacabable. Ganadores y perdedores. Gente que besó la lona ante sus pies junto a otros que fueron capaces de derrumbar al mito. Pero, ante todo, boxeadores que respetaban la grandeza que tenían enfrente. Que reconocían la fuerza, no de sus bíceps, sino de la propia persona. Imprescindible, de todas, todas.

Publicada en Ruta 66 nº296

Sonando: El Campeón de Quique González

viernes, octubre 12, 2012

Jambofonismo sónico


Los Mambo Jambo son uno de los grupos de los que todo el mundo habla por los mentideros de las salas de conciertos. Con un directo espectacular, la banda está integrada por Dani Nel-lo, siempre incombustible, Anton Jarl, Ivan Kovacevic y Mario Cobo. Estos últimos miembros también de Nu Niles, amigos y, sobre todo Mario compañero de corredurías musicales de un servidor. Este mes, la revista Mondosonoro publica la reseña que les he hecho de su disco de debut. Ahí va. Que la disfruten.

Primer disco de una banda nacida como soporte del espectáculo Taboo que, a base de calidad y energía, han acabado adoptando entidad propia. Y no era para menos. Liderados por la figura de Dani Nel-lo, Mambo Jambo es una banda con todas las de la ley. Su incendiario directo hacía imprescindible la aparición de este disco, sobre todo al comprobar, tras la edición de un primer EP, que eran capaces de plasmar en los surcos ese frenesí que convierte sus conciertos en una auténtica bomba de relojería. El sonido jambofónico, nombre elegido para definir su propuesta, reúne lo mejor del rock & roll, el swing, el surf y el rythm & blues de los cincuenta y principios de los sesenta dotándolo de una sorprendente actualidad. Las nueve piezas instrumentales que contiene este debut con títulos tan curiosos como “La maldición de los rockers” o “El timo” son una buena muestra de que la cosa va en serio. No son el último hype de la temporada. Son algo más. Porque sus temas huelen a clásicos desde la primera escucha. Así que ya sabes: jambofonízate.

Por cierto, en la misma web de Mondosonoro pueden disfrutar del disco al completo.

Sonando: La Maldición de los Rockers de Mambo Jambo

jueves, octubre 11, 2012

Political World II: Between The Wars – Billy Bragg


Segunda entrega de esta serie sobre canciones políticas y llega el momento de la pluma más afilada y mordaz que ha dado nunca Essex (Gran Bretaña), Billy Bragg. Desde sus inicios en 1983 con Life's a Riot with Spy Vs Spy, el bueno de Bragg ha sabido combinar a la perfección un pop-folk de autor con letras de un cargado contenido político. Y en 1985 sitúa una de esas incómodas canciones para la clase política en el puesto número 15 de las listas de singles. El tema, como el EP que la contiene, se titula «Between The Wars».

Completan la cara A del single la no menos agresiva «Which Side Are You?» en la que reclama que cada uno muestre sus cartas y se sitúe en el bando en el que quiera estar, utilizando como metáfora la lucha de las Trade Unions en los años 30. «World Turned Upside Town» continúa atizándole a la clase política al inicio de la cara B para acabar dando sopapos a los medios de comunicación en «It Says Here». Los beneficios del single fueron entregados al fondo de mineros en huelga y fue así porque la canción que nos ocupa habla precisamente de ellos, ya que se basa en las huelgas mineras celebradas entre 1984 y 1985 en UK. Y es que ese inicio arpegiado no presagia lo que se nos va a venir encima.  Frases tan crudas como “me quedé con la fe y las elecciones” y llamadas a alzarse contra la opresión del gobierno como “ve a buscar a los jóvenes para luchar de nuevo”. El tema no varía y adquiere su fuerza en el ritmo machacón que lo convirtió en una especia de himno para los mineros ante la facilidad de su melodía. Bragg canta con desprecio y con pena por la situación y el alto puestode la canción en los charts demuestra que mucha gente se vio identificada con ella. Quizá ahora también lo harían.

Sonando: Between The Wars de Billy Bragg

miércoles, octubre 10, 2012

Las revistas de octubre


Como cada mes, ya están las revistas en los quioscos y en el ejercicio habitual de ombliguismo paso a hacer recuento de lo que aporto a los medios en los que colaboro ¿quién dijo que se puede ser periodista sin ego? El Ruta va con Wilco en portada. Le pese a quién le pese, están de actualidad y son una gran banda, aunque yo dudo que vuelvan a encontrarme en un concierto suyo por dos razones. Una, el precio de las entradas, y otra que después de haberlos visto dentro de Discos Revolver tocando para 25 personas ¿qué más puedo esperar? No hay artículos ni entrevistas mías en el Ruta, pero sí un montón de material. Por un lado, en el Discomático tienen un bloque de discos en directo con las últimas novedades en ese terreno, y las reseñas de los discos de Langhorne Slim, South Memphis String Band, DAve Kusworth & Los Tupper, Olivia de Happyland y los Avett Brothers. Además repaso a la novela de Steve Earle, al comic Goliat y a los documentales Fightville, Big Easy Express y I’m A Fishing Man. En el Mondo, con Muse en portada, de quienes por cierto también se habla en el Ruta, sí que hay entrevistas mías. Tres, en concreto. Ha Ha Tonka y su country pop, el nacional Garamendi y su rock sinfónico y el rock and roll garrulo de The Booty Hunters. Además reseñas de los discos de O Sister y Mambo Jambo. No se aburrirán, hombre…

Sonando: Something’s Rattling de Ben Gibbard

martes, octubre 09, 2012

Adiós Nick


El domingo me levanté con la noticia del fallecimiento de Nick Curran por culpa del maldito cáncer que le azotaba hace años. Y no pude evitar que me pasara lo mismo que me sucedió en 2010 cuando escribí la reseña de su Reform School Girl como disco del mes del Ruta. Pensé en Mario Cobo, que me lo había descubierto, y me entristecí aún más. Sabía que Mario también estaría muy triste por un tipo joven que se nos va con la sensación de que aún le quedaban muchos buenos discos por entregarnos. Hoy lo homenajeo recuperando aquella crítica, pero no será mi último tributo, porque cada vez que pinche su música seguiré haciéndole el que a él más le hubiera gustado. Adiós Nick.

Cada vez que un disco nuevo de Nick Curran llega a mis manos no puedo evitar recordar la figura de mi buen amigo y líder de Nu Niles Mario Cobo. Recuerdo como una tarde-noche mientras hablábamos de músicos blancos que hacían música negra me dijo “¿quieres un tipo blanco que suena verdaderamente como un negro? Pues busca cualquier cosa en solitario de Nick Curran”. Y así fue. De esta manera, Curran y yo iniciamos nuestra particular historia de amor músico-oyente. Antes, entre este excelente guitarrista de Maine y yo, sólo existían los simples devaneos de cualquier relación adolescente. Una grabación junto a Donnie Dawson por aquí, otra como miembro y referente de los Jaguars de Kim Lenz por allá….Nada serio. Pero decidí hacerle caso a Cobo y cayó en mis manos Doctor Velvet, el disco que Curran acababa de sacar el año anterior. Corría el 2004. El flechazo fue inmediato y más cuando aquel mismo año Curran se saca de la manga el esplendoroso Player ¡Qué maravilla! ¡Qué manera de entender el rock and roll! Busco y encuentro sus discos anteriores. Los disfruto. Me dejo transportar a otros tiempos. Me visualizo en los 50. Sin tupé, que uno es un soñador pero no tanto. Y además el espejo me recuerda cada mañana la imposibilidad de ver en mí ese elemento básico para mi imagen de estrella del rock and roll. Pero todo lo demás está ahí y, por encima de todo, los discos de Curran. No me hace falta rebuscar entre LPs grabados hace 50 años para poder hacer ese viaje imaginario.

Pero ninguna relación es perfecta. O casi ninguna. Y el amigo Nick decide aparcar su carrera en solitario precisamente ese mismo año 2004. En nuestro mejor momento. Primero se convierte en miembro de The Fabulous Thunderbirds con los que llega a grabar, incluso, el disco Painted On. Después forma con Ronnie James Degüello una banda de punk’n’roll que bebe de Screamin Jay Hawkins, Flat Duo Jets o Ramones, aunque la historia le dura apenas unos meses. Compone canciones para la hoy famosísima serie de televisión True Blood, en la que llega a intervenir como actor, y se enrola en el grupo The Flash Boys para acabar dándose cuenta, gracias a Dios, que llevábamos demasiado tiempo sin un disco suyo. La solución, Reform School Girl.

Señores ¿qué es el rock and roll? Adrenalina, energía, pasión, alma, potencia, sentimiento…¿Si? Pues este disco es todo eso y mucho más. No exagero si afirmo que algunas de estas canciones podrían haber estado en el primer disco de Little Richard y no hubieran desentonado para nada. Porque el álbum es una fiesta de principio a fin. Un Curran, a quien por cierto le acaban de diagnosticar un cáncer de lengua, canta y toca como nunca. Exhuma clase. Respira esencia. Fluye soul. Desde la inicial y espectacular «Tough Lover» (¿el tema del año?) que inicia el álbum poniendo las cosas en su sitio y que, en mi opinión, mejora la original de Etta James. Pasando por «Reel Rock Party» en la que Curran nos recuerda que esto es rock and roll pero que el nació en 1977 y sabe actualizar su sonido. Aunque quiera recordar, eso sí, que Howlin Wolf está en su paleta de colores, con especial atención para la armónica de Jason Ricci, su Little Walter particular, sobrevolando toda la canción. Y para llegar al tema que titula el álbum y que seguro hubiera encantado a Joey Ramone. En la línea del «Be my baby» de las Ronettes o del «Don’t Worry Baby» de los Beach Boys, Curran quiere sonar a clásico y lo consigue con una de las canciones más bellas de los últimos tiempos. En esos tres temas, el caballero resume lo que nos va a dar en los once que restan hasta el final. Descargas como «Kill my baby», semidosis surferas como «Psycho» o rock and roll de medio tiempo de esos que tan bien dominaba Esquerita como la vuelta de Sheena, «Sheena’s Back», en un guiño a sus admirados Ramones. Un disco sin fisuras ni en las canciones ni en la producción. «Ain’t no good» introduce nuevas texturas tras la explosión de la extasiante «Baby you crazy». «The Lowlife» nos lleva al respiro de «Dream Girl» para encarar un final de disco apoteósico. «Flyin Blind» acercándonos algo al contry’n’roll y a figuras como Carl Perkins, quizá por estar compuesta a medias con Dave Alvin que aparece en algunos temas del trabajo y «Lusty L’il Lucy» que tontea con el swing de lejos. «Filthy» duele de buena que es y sorprende al ser consciente que es herencia de sus tiempos con Degüello. Y para acabar, la excelente e impactante versión del «Rocker» de AC/DC que Curran lleva años haciendo en directo y que aquí se despacha en apenas minuto y medio de puro Little Richard (¿de nuevo?). No parece que el diagnóstico de su enfermedad durante la grabación del disco restara ni un ápice de energía a Curran. Más bien todo lo contrario. Nick nos chulea, desde el principio. Y a nosotros nos gusta. Háganse un favor y no lo dejen pasar.

Sonando: Dream Girl de Nick Curran

lunes, octubre 08, 2012

Malcom Holcombe, uno los últimos reductos de la música real


Hoy toca Malcom Holcombe en mi ciudad, y yo seré, para qué engañarnos, uno de los pocos que disfrutará de su concierto. No lo digo con chulería ni altanería. No soy de los que borran a las bandas y grupos cuando alcanzan notoriedad, y tampoco de los que quieren que los grupos sean sólo suyos. No me gustan las salas vacías, porque sé que eso hace daño al músico. Lo enfría y, o tiene unas tablas para parar un transatlántico o acaba costándole entrar en el bolo. No dudo de que Holcombe las tenga. Él es uno de los elegidos. Uno de los grandes. El líder no ya de la segunda división, de la tercera. Su música es tan real que sangra, decía mi buen amigo Manel Celeiro en su blog. Él también estará allí. Viendo si acierta en su comparación con Townes Van Zandt y Blaze Foley. Yo creo que sí. Holcombe es de esa calaña. Porque no cuesta imaginártelo en la barra de un bar, a las tantas de la madrugada, borracho, pidiendo que le invites a una copa a cambio de que él te cante una canción. Una de las que incluye en su reciente Down The River, discazo de tomo y lomo cargado de historias inolvidables. Malcom canta con el alma rota por un sinfín de tragedias que han azotado su vida y a la que su adicción a las drogas no ha ayudado demasiado, y con la garganta destrozada por el tabaco y el alcohol. Una vez leí, hablando de su voz y su dicción, que Tom Waits es a Bing Crosby lo que Malcom Holcombe es a Tom Waits, y me pareció magistral.  Una voz que se ve arropada en su último disco por un contrabajo a lo Johnny Cash, unas escobillas que se arrastran por una caja y unos violines sutiles. Nada más. Y menos aún necesitará esta noche para ponernos la piel de gallina cuando aúlle cual Screamin Jay Hawkins. Sólo su guitarra acústica y su manera de explicar la cruda existencia. Para darnos cuenta de que somos unos afortunados por seguir teniendo músicos como él de los que poder disfrutar, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello.

Sonando: Where I Not Belong de Malcom Holcombe

viernes, octubre 05, 2012

El nuevo Dylan es el hombre más alto en la tierra



Esta noche me voy a ver a The Tallest Man On Earth, previo paso por la Fira del Disc. Este es el texto que escribí sobre él para la web de Ruta 66.

Cuando en 1962 los primeros críticos afortunados escucharon a Bob Dylan cantar la versión de «You’re No Good» que abría su primer disco de nombre homónimo se inició casi de manera automática la búsqueda de una nueva voz que sustituyera a alguien que apenas empezaba su carrera. A partir de ese momento, la losa de la etiqueta “nuevo Dylan” ha caído sobre muchos a lo largo de la historia. Algunos, como Phil Ochs, sucumbieron a ella, mientas otros, como Bruce Springsteen, lograron “despegarla” de las críticas de sus discos para iniciar un camino propio. Actualmente, el honor de dicho lastre recae en The Tallest Man On Earth o, lo que es lo mismo, el sueco Kristian Matsson que el 4 de octubre en Madrid, el 5 en Barcelona y el 6 en Donosti estará presentando su tercer disco, There’s No Leaving Now.

Aunque Mattsson parece vivir cómodo con ese hecho. Ni siquiera una comparación con alguien tan grande como Dylan le hace perder el sueño. Incluso su mujer, la songwriter Amanda Bergman, actúa bajo el pseudónimo Idiot Wind. Porque él sabe cuál es el lugar de cada uno y no pretende jugar en ligas que no son la suya. Por eso, de manera cómoda y firme, mueve sus canciones entre un pop de autor y un folk arisco que bailan entre las notas que salen de su guitarra acústica o de su banjo, instrumento en el que es un auténtico especialista. Y por eso también no duda en esconder su voz nasal ante el acecho de una nueva comparación con el de Duluth. Es su forma de cantar y ahí está.

Y su mayor baza es There’s No Leaving Now, un disco donde, en contra de lo apuntado en sus anteriores entregas, Mattsson se encuentra menos agresivo, menos rudo y más pausado. Sigue siendo un trovador excelente. Un contador de historias sublime y un constructor de melodías fantástico, pero ha dejado para los últimos asaltos el knockout. Si en Shallow Grave y The Wild Hunt era un púgil de pegada directa, ahora se torna un fajador. Casi dejando que sea el oyente el que pregunte y sus canciones se tornen en respuestas a los miedos y los anhelos de cada uno. No ha perdido ni un ápice de pasión pero la ha canalizado de manera diferente. Dominando el fingerpicking y rascando su guitarra algo menos que en el pasado, ha conformado un conjunto de canciones nostálgicas sobre las que se eleva la grandeza de ese single enorme que es «1904». Su interpretación en los conciertos de esta mini gira por la península promete ser uno de los momentos del año.

Sonando: 1904 de The Tallest Man On Earth

jueves, octubre 04, 2012

Las aventuras del Profesor Castarnado VI: Lindi Ortega


Hacía tiempo que no tenía noticias (en lo musical) del Profesor Castarnado, hasta que el viernes apareció en mi casa con una sonrisa de oreja a oreja y un CD entre las manos. “Si te gustó Lydia Loveless, esto te va  encantar. Lo compré en Francia por casualidad”. Varias horas y unas cuantas cervezas después andaba un servidor escuchando el último disco de Lindi Ortega, Little Red Boots, a las tantas de la madrugada y corroborando lo indicado por el profesor.

Ortega es canadiense de origen pero descendiente de una madre irlandesa y un padre con antepasados mexicanos. De ahí su apellido. Comparada habitualmente con Emmylou Harris, Linda Rondstadt o Dolly Parton, muchas veces la prensa se refería a ella como “el secreto mejor guardado de  Toronto”. Otros se limitaban a rebautizarla como Lindi Indie, aunque no es precisamente el indie el estilo en el que se mueve, como se puede adivinar por las referencias. Lindi factura un country-rock excelentemente tocado con canciones tremendamente adictivas. Su primer golpe, su entrée es inferior al de Loveless, pero su voz es más dulce y tiene otras texturas. El disco que no para de sonar en mi iPOD es el tercer largo de su carrera, entre los que ha habido además un par de EPs. Canciones como «I’m No Elvis», «Jimmy Dean» o «Black Fly» engrandecen, sin duda, la leyenda del profesor.

Sonando: Fall Down Or Fly de Lindi Ortega

miércoles, octubre 03, 2012

Political World, canciones para el momento actual


Llevaba tiempo dándole vueltas a empezar otra serie en esta bitácora. Quería reflejar los convulsos momentos que vivimos y cómo la música puede recogerlos. Para ello se me ha ocurrido iniciar una serie de entradas que hablen de canciones, actuales o pasadas, que puedan ser, de alguna manera, aplicables al momento actual tanto social como político que estamos viviendo. Intentaré ir combinando canciones más o menos actuales con otras con muchos años a cuestas pero que nuestra realidad vital convierte en rabiosa actualidad. Y para empezar el mundo político de Dylan.

Era fácil recurrir a al de Duluth para empezar esta serie. Una por mi condición de enfermo dylanita y la otra por ser uno de los personajes que, sobre todo en sus inicios, más y mejor han atizado a la clase política, pero quería hacerlo con una canción más actual. Por eso me he ido hasta Oh!Mercy, en 1989, y me he parado en «Political World». Un disco y una canción que suponen el fin de la dura travesía de los 80 para Dylan. El bardo asegura en Crónicas que compuso el tema en 1987, mientras se recuperaba de una lesión en la mano. Los expertos aseguran que se trata de una especie de segunda parte de aquel «With God On Our Side» que en 1964 se publicaba en el muy políico The Times They Are A Changing. Una especie de resumen de problemas que azotan al mundo moderno. Uno de esos expertos, Paul Williams, asegura que Dylan pretende que todo el tema gire alrededor de la fuerza de su primera frase, “vivimos en un mundo político” y el resto de la letra la encuentra más floja. Yo no estoy de acuerdo. Sin ir más allá, la continuación a esos versos con las frases “donde el amor no tiene lugar, vivimos tiempos en que el hombre comete crímenes, y el crimen no tiene cara” me parecen de una fuerza aplastante. Más adelante asegura que “la sabiduría acaba entre rejas”, “el valor es algo del pasado” o que estamos “zarandeados y vapuleados”. Dylan acusa, y para ello utiliza su dedo de manera firme en forma de ritmo de cadencia dura. La frase original se repite, pero en contra de lo que opina Williams, yo creo que lo hace para dar entrada a otra situación denunciable. Alguien lo tiene que decir y Dylan está ahí para eso. Clinton Heylin, otro experto, opina como Williams. De hecho cree que la canción es aburrida por ese empeño de Dylan en recordar, al principio de cada estrofa que vivimos en un mundo político. A mí me parece que la fuerza del tema está precisamente ahí, y espero cada principio de estrofa para que Bob suelte ese verso con rabia contenida y, a veces, casi asco en su voz. Once veces debemos escucharlo en las once estrofas de la canción definitiva, aunque no es difícil encontrar una versión que quedó descartada con 16 y frases como “la conciencia no tiene ninguna pista”. Versos crudos que tienen su éxtasis al final. “Cuélate en la foto y grita el nombre de Dios, aunque no estés seguro de cuál es”. Dylan en estado puro oigan.

Sonando: Political World de Bob Dylan

martes, octubre 02, 2012

Ty Segall, psicodelia punk



Vuelve a la carga nuestro punk-rocker psicodélico favorito. El californiano Ty Segall, empeñado en demostrar algo que ya sabemos, que es uno de los grandes actuales de esto del garage-rock, ha anunciado que este año tiene tres discos listos. El primero de ellos es este Hair en el que se hace acompañar de White Fence. El disco apesta a añejo desde cada uno de sus surcos y, como dirían los Stones, nos gusta. La cosa va a toda leche, excepto destacables excepciones como la deliciosamente fifties «Easy Rider», pero los efluvios ramonianos de los inicios de su carrera van dejando paso a un músico más completo, más maduro, en el mejor sentido de la expresión. Segall es un compositor dinámico, y eso no hay quien se lo quite. Ni ganas. Pero ahora, cual hipnotizador, se deja llevar por leves retazos psicodélicos que le sientan fantásticamente bien a su música. Entiéndanme. No estoy hablando de una revolución respecto a sus anteriores trabajos pero sí de pequeños pasos adelante que, al fin y al cabo, es lo que siempre acabamos pidiendo los críticos a todos los músicos. Si te sorprendes pinchando este disco una y otra vez, no es problema tuyo. A mí también me pasa.

Publicado en Mondosonoro 198

Sonando: Easy Rider de Ty Segall

lunes, octubre 01, 2012

Sweet Black Mamas!!!


Esta es la respuesta que obtuve de Manel Celeiro cuando le pasé los dos últimos discos de blues negroide que han caído en mis manos. Sweet Black Mamas. Dos damas diferentes en la manera de entender el blues y el soul, pero con la garra y ese “algo” que sólo tienen unas escogidas. Una de ellas gozando de una vejez de oro, realizando uno tras otro los mejores discos de su carrera, la otra dejando atrás la juventud para alcanzar la madurez. Y curiosamente las dos optan por incluir en sus discos una versión de Bob Dylan. La gran Bettye Lavette lo hace con «Everything is Broken» y Shemekiah Copeland con «I’ll Be Your Baby Tonight». Lavette publica Thankful N’Toughtful paralelamente a la edición de su interesante autobiografía. Un disco de versiones de gente tan variada como el propio Dylan, Tom Waits, The Black Keys, Gnas Barkley o Sly And The Family Stone. Producido por Craig Street mantiene ese sonido pantanoso que tienen todos sus discos desde 2005 y I've Got My Own Hell to Raise, algo que se perdió ligeramente en su último The British Rock Songbook. Lavette vuelve a gruñir, a gritar y a susurrar como sólo ella sabe dando forma, de nuevo, a un gran disco. Shemekiah, por su parte, demuestra que aún no ha alcanzado su techo. Ya no es aquella joven que deslumbró en 1998 con Turn The Head Up, pero me atrevo a decir que desde Wicked, en 2000, no había vuelto a hacer un disco del calibre de su nuevo 33 1/3. Versiones acertadísimas de temas de Lucinda Williams o Sam Cooke engrandecen un disco en el que Shemekiah está mejor cuando endulza su voz que cuando fuerza en exceso su espectacular vibrato. Quizá por eso deja la sensación de que puede y tiene que ir a más. Una vez dejadas atrás las comparaciones con Etta James, ha llegado su momento. Y tiene ínfulas de gran heredera.

Sonando: Everything Is Broken de Bettye Lavette