Excepcional velada la que nos ofreció la banda de
Springfield en Barcelona. Y eso que la cosa no pintaba bien al principio de la
noche. Lluvia y bochorno a partes iguales, y el habitual partido de fútbol
hacían difícil la presencia de público en la siempre acogedora sala Rocksound.
La banda se resintió de ello al principio del concierto, a pesar de sus buenas
intenciones, pero todo cambió hacia mitad del show. Fue que el simpático Brian
Roberts anunciara que iban a encarar un tema bluegrass y la cosa se disparó de
manera inesperada. Del notable se pasó al excelente, la banda se creció, subió
líneas y fueron a por el partido, si se me permite el ingrato símil
futbolístico. El público lo notó. Pocos pero bien elegidos, que se dice. Con
ganas de disfrutar de buen rock and roll de tintes americanos que el grupo
quiso premiarles con una segunda mitad de concierto exquisita. Como si se
tratara del cruce perfecto entre los Jayhawks y los Two Gallants, los temas
adquirieron consistencia, empaque y una intensidad imprevisible al inicio de la
velada. Tremendos. Soberbios en interpretación, garra y ganas. Con momentos
incluso para pasar del gospel a cappella primero al rock and roll más pesado
después con una coherencia sorprendente. Acabaron con la espléndida «Black
Betty» de Leadbelly y, como guinda, marcándose un tema solo con una guitarra,
bajo la lluvia, en la puerta de la sala. Inolvidable y para buscar ya en el
calendario su próxima visita.
Sonando: Black Betty de Ha Ha Tonka
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