martes, mayo 07, 2013

La mitad de lo que quisimos ser



Todo el mundo tiene un secreto. Así subtitula Miguel Martínez su libro La Mitad de lo Que Quisimos Ser. Excelentes ambos para definir esa avalancha de situaciones observadas y analizadas que Martínez deja caer contradiciéndose desde el primer momento. Porque sí, todos tenemos algún secreto, pero los suyos, su manera de pensar, su manera de entender todo lo que nos rodea dejan de serlo en estos escritos que no me atrevería a definir como relatos, excepto en alguna contada ocasión, sino más bien como trozos de la vida misma. La prosa de Martínez es como el pensamiento. Llena de aristas, con elementos cruzados que te desvían del hilo argumental para luego devolverte bruscamente a él. Llena de detalles, de sentimientos y  de reflexiones, a veces, irreflexivas. Escritos de apenas un par de páginas la mayoría que te transportan a situaciones conocidas, a lugares transitados y a canciones escuchadas. Porque también hay música ¡y mucha! No sólo en esas canciones que cierran cada texto a forma de epílogo por donde vemos pasar a Tim Hardin, Bob Marley, Franco Battiato, Wilco, Bowie, Julio Bustamante, Xavier Baró, Sr. Chinarro o Miguel Aceves Mejías, entre otros. Sino también en las propias historias, impregnadas de melodía, llenas de armonía y a la vez disonantes. Desafinadas en su musicalidad. Como la vida misma, vamos. Como la mitad de lo que quisimos ser.

Sonando: Star de David Bowie

PS: Mis preferidos, por si se lo preguntan son los textos titulados Pilar, Pilar te quiero ¿no lo ves?  y  ¡Yo quiero ser Ho!

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