viernes, diciembre 27, 2013

2013, (feliz) mezcla de confusión



Adaptarse a determinadas situaciones es más fácil que hacerlo a otras. La vida va avanzando inexorable y uno va cumpliendo etapas, a veces de manera convencional, y otras no tanto. Cada uno va escribiendo su propio guión para acabar protagonizándolo. Pequeños capítulos de una serie que, a veces acaban bien y a veces mal y que, como los Soprano pueden llegar a un final definitivo con un fundido al negro que cada uno interpretará a su manera.

No pintaba bien 2013. Parecía un año condenado a quedar tachado del calendario vital de un servidor y los que le rodean. Dolorosos abortos y, sobre todo, la muerte de mi suegro al que estos días, y sin que tenga nada que ver con la dichosa Navidad, se echa más de menos que nunca. Sin embargo, el destino nos tenía destinado un último giro.  Simple Twist of Fate en palabras de Dylan. Un embarazo en el momento menos esperado y una pequeña figura que decide adelantarse tres semanas a la fecha escogida para el parto deciden cambiar de sopetón el balance del año 2013. Como si su abuelo hubiera querido que no recordemos este año por su despedida, sino por la llegada de Jon. En un último giro más haciendo que naciera el mismo día que él se fue, un 23, y si obviamos cambios horarios, incluso prácticamente a la misma hora. Mixed up Confusion, de nuevo Bob marcando la línea. Y uno caminando con la mirada al frente. I Walk the Line y Johnny definiendo esta vez el camino. Como si se tratara de un mandamiento sagrado.

Los problemas han desaparecido, si es que los había. Y caigo en la cuenta de que si dudo sobre ello es que o no existían o no eran nada graves. Ahora se centran en si Jon come, si Jon duerme, si June está bien, si sigue superando esta situación tan bien como lo está haciendo o si Rakel va encontrándose mejor. Nothing Else Matters (Metallica). Yo voy colocándome, encontrando mi sitio. Empecé a hacerlo la primera vez que calme a Jon a base de cantarle «Jackson», de Johnny & June. Claro, como ellos. Aunque al revés. June y Jon. Porque ella llegó antes y al César lo que es del César. Ambos son iguales ya, pero cada uno ha de conservar su sitio. Una princesa y un principito. Así los definió la propia June y me parece el perfecto resumen de la situación. Aunque la cosa me recuerda perfectamente a aquella Perfect Situation a la que Weezer cantaban en su quinto disco. Que todo es cojonudo pero uno necesita calmar el vértigo a las situaciones que se suceden demasiado rápido. Qué difícil pero qué bonito cuando la vida te sorprende. Todos esperando a Jon después de reyes, y a él le da por llegar antes de Papá Noel. Maldita Navidad. No por la situación familiar, sino porque todo está cerrado y servidor se tiene que ir a buscar las toallitas a la quinta leche. Cosas de El Corte Inglés. Pero da igual. Todo da igual cuando miras a June con su hermano en brazos. These are better days, baby. Ya sabes, Springsteen. Y yo a callar.

Sonando: Simple Twist of Fate de Bob Dylan

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