Tony Joe White recopilado (y de qué manera)

Intentar descubrir a estas alturas a Tony Joe White puede parecer casi un chiste. El nombre más conocido y respetado del swamp-rock merece, por derecho propio, el  estatus de leyenda. Y luego está Rhino. Una discográfica pulida, que gusta de cuidar sus lanzamientos y que siempre da la sensación de que lo que hace, lo hace conciencia.

Swamp Fox: The Definitive Collection 1968-1973 es el resultado perfecto de  su unión.  Y lo califico así porque a un repertorio insuperable, de esos que no admite discusión, se une una preciosa edición que vale mucho la pena. La disquera ya se encargó de editar en 2006 la box-set que remasterizaba buena parte de la obra del de Lousiana y ahora repite con un disco de esos que hay que tener. Porque sí. Tienes (o deberías) todas las canciones que se incluyen («Polk Salad Annie», «Wichita Lineman», «The Family…) pero la oportunidad de tenerlas así reunidas, con esa portada y por apenas 10 euros no se puede dejar escapar.

Sonando:  Soul Francisco de Tony Joe White

Sallie y Pokey, la extraña pareja

Esta noche hay un gran cartel en Barcelona. Sallie Ford y Pokey LaFarge compartirán las tablas del Music Hall. Será la segunda vez que veo al bueno de Pokey y mi debut con Sallie, a la que me perdí en su anterior visita. Un cartel que me resulta curioso porque no acabo de ver que sus propuestas tengan mucho que ver ¿O sí? Pero creo que precisamente eso me va a gustar. Porque quizá los dobles carteles de grupos demasiado similares empalaguen ¿no? Todo en exceso suele ser negativo, miren sino lo que está pasando con el salchichón, si me permiten la broma. Pero lo que se han atrevido a hacer desde Ontheroad no suele ser muy común en el mundo de los promotores. Y hay que aplaudir por eso. Lo fácil es buscar grupos similares, “que encajen”, te dicen. Lo arriesgado es conjuntar dos propuestas que, aunque tengan elementos en común aporten cosas diferentes. Y no sé por qué, pero creo que lo disfrutaremos más.

Lo de Sallie Ford es menos retro que lo de Pokey pero, evidentemente, ambos parten de las esencias de la música americana para moldear sus propuestas. Ella opta por acercarse sin rubor al rockabilly o el soul de manera ecléctica, pero no pierde de vista elementos psicodélicos o hasta punk en su música. Pokey opta más por un ejercicio de estilo. Su música mira más atrás de los años cuarenta y se aposenta en lo más seminal de las raíces norteamericanas ¿Por qué no compartir escenario? De hecho es casi perfecto porque vamos a tener la oportunidad de ver dos maneras distintas de entender un mismo aspecto. Así que la noche promete. Promete mucho. Pokey ya sé que no falla. Lo he comprobado. Y por lo que dicen Sallie tampoco ¿Quién da más?

Sonando: I Swear de Sallie Ford

The Connection, reconociéndoles su valía

Son de Portsmouth (New Hampshire) y pasan por ser una de las niñas de los ojos de Steve Van Zandt, artífice de su salto al primer plano de la escena rockera. De hecho son habituales de su espléndido programa Underground Garage. A pesar de eso, nunca había prestado a The Connection la atención que merecen. Y eso que Let It Rock ya me pareció un espléndido disco. Pero ahora, con Labor of Love lo han bordado definitivamente.

Con las influencias de Nick Lowe, Graham Parker, los Flamin Groovies o The Beat en primer plano, Brad Marino y compañía se han marcado un disco de apenas media hora de esos que requiere un pinchado casi adictivo. Diez canciones aceleradas, vitamínicas, cargadas de punch, guitarras afiladas y melodías recordables.  Power pop de muchísimos quilates con picotazos al garage, el sonido de los girls-groups, el punk-rock de los Ramones y el rock and roll clásico de Eddie Cochran.

Entra fenomenal y, lo bueno, es que luego ya no sale. Es Labor of Love un disco de esos que te alegra las mañanas en las que sales de casa, camino al trabajo, un poco chafado. A la que arranca la canción que da título al álbum y que también lo inicia, el mundo empieza a verse de forma diferente. No hay cambios raros de acordes ni desarrollos imposibles. Hay muchas sucesiones de tres acordes, letras directas y ganas de que el oyente se lo pase bien. Y es que a fin de cuentas es solo rock and roll ¿recuerdan?

Sonando: So Easy de The Connection

PS: Servidor se arrepiente enormemente de habérselos perdido en su reciente visita a Barcelona. Andábamos en el concierto de Blackberry Smoke. Una lástima.

El regreso de Holly Golightly

Veinticinco años de carrera resumidos en veinte discos son motivos suficientes como para que la espera de noticias discográficas sobre Holly Golightly se haya hecho eterna. “All her fault” (2004) queda demasiado lejos. Por eso echábamos tanto de menos esa mezcla entre rhythm and blues, country y rock sesentero marca de la casa. Por suerte, la espera se ha acabado.

Y por si eso no fuera suficiente, Holly parece no haberse ido nunca, porque las cosas suenan exactamente como si todo se hubiera quedado en el lugar que lo dejó hace ya once años. Quizá sea el haber recurrido a la colaboración de viejos conocidos como Ed Deegan o Bruce Brand, o a que la británica se ha mantenido en forma todo este tiempo gracias a su dúo junto a Lawyer Dave apodado The Brokeoffs, pero los doce temas de este “Slowtown now” (once canciones propias y una versión de Rudy Clark) suenan tan frescas y excitantes como la primera vez que oímos hablar de ella. Y eso tiene su mérito. Porque a los cuarenta y nueve años es probable que muchos tiendan a hacer eso que se ha acabado llamando disco de madurez. Asentarse, reflexionar e intentar sentar cátedra. Aunque Holly no es de esas. Por eso amenaza al oyente con el aroma rockabilly de ‘What you see’, con el influjo sesentero de ‘As you go down’, con la fragancia a años 20 de ‘Frozen in time’ o con el sabor a psicodelia de ‘Stopped my heart’. Y al final, una vez más, gana la partida.

Reseña del disco Slowtown Now publicada en www.efeeme.com

Sonando: What you see de Holly Golightly

Conciertos 26/10-01/11: Pokey LaFarge, Sallie Ford, Left Lane Cruiser…

Otra semana intensa de conciertos la que se nos viene encima. Y por si eso no fuera suficiente, empieza el In-Edit Festival con un montón de documentales para ver. Y para colmo, Fira del Disc de Cotxeres de viernes a sábado. Casi nada. Ahí van los bolos a los que pienso asistir, en la medida de lo posible.

Jueves 29 de octubre. El mejor doble cartel de lo que llevamos de año, probablemente. La gran Sallie Ford y el insuperable Pokey LaFarge. Si el de Illinois ahce la mitad de lo que hizo en Rocksound los congregados en el Music Hall saldrán encantados. Imaginen si lo repite.

Viernes 30 de octubre. Llegan los poderosísimos Left Lane Cruiser, ya convertidos definitivamente en trío, al Rocksound. Me preocupan mis oídos porque en su anterior visita a la 2 de Apolo la descarga sónica fue importante. Y el bolo de órdago. Telonea el gran Caustic Roll Dave con sus cacharritos.

Sábado 31 de octubre. En la noche de las brujas llega otro bolo de esos a los que le teníamos ganas. Los Tupper se plantan en Barcelona para presentar su Yesterday’s Pizza. Cabezafuego completa el cartel.

Sonando: Something in the water de Pokey LaFarge

Los Deltonos: sin problemas de Salud

No extraña el título elegido por la ya veterana banda cántabra para este trabajo. Porque “Salud” es lo que parece emanar de las doce canciones de este nuevo, y una vez más, espléndido disco. Un álbum en el que el grupo parece, de manera consciente, echar la mirada atrás para recuperar sensaciones y dejar que el blues rock vuelva a marcar su senda. Algo que Hendrik Röver acepta. “Me parece bien. Soy consciente de que es un disco algo más rockero que los anteriores, pero tampoco muy exageradamente. Llevé diecinueve canciones a las sesiones y nos quedamos con estas doce. Sería que cuando las tocamos todos a la vez supimos que éstas eran de Los Deltonos”.

Cierto es que no se atisba en el álbum ningún tipo de cambio de dirección. Los Deltonos son lo que son, y lo que hacen lo hacen muy bien. Así que el disco recorre caminos ya transitados, cosa que no necesariamente debe interpretarse como negativa. “No, si no estás repitiendo una fórmula o copiándote a ti mismo. Nosotros intentamos que cada disco suponga algún tipo de avance o tenga algo que le distinga de los anteriores. Si no, no estaríamos satisfechos”, me asegura Hendrik. Y le creo. Los que le conocemos sabemos que el cántabro-alemán difícilmente caerá en la autocomplacencia y que el término “piloto automático” está borrado de su diccionario vital.

Y a partir de esos cimientos se alzan las pistas del álbum. Con la vuelta de algún riff más poderoso (‘Taquicardia’, ‘Incendios’), con la nostalgia de tiempos que quizá fueron mejores (“Cuando el rock tenía un rol, luchar era un debate, la fuerza era la suma de las partes”, dicen en el tema que da título al disco), con guiños a la vertiente más cercanas a las raíces “yankies” de Röver (‘Perdedor’) y con algún retazo de azote político (‘Milagritos’, ‘Miedo’), algo que ya se ha convertido en habitual. Canciones rotundas, intensas, cargadas de mensajes y buenas melodías. Porque Los Deltonos siguen siendo una de las bandas más grandes de este país. Y con cada paso que dan no hacen sino confirmarlo.

Publicado originalmente en www.efeeme.com

Sonando: Perdedor de Los Deltonos

Conciertos 19/10-25/10: Txetxu Altube, Rehenes, Bob Wayne…

Repaso algo tardío a los conciertos de esta semana aunque con coartada. Y es que servidor no inicia “actividades” hasta el viernes. Ahí van mis citas marcadas en rojo en el calendario:

Viernes 23 de octubre. Hay trampa, sí. Servidor está implicado en la organización, pero eso no quita que Txetxu sea muy bueno y que la ocasión de verle presentar las canciones de su primer disco en solitario, Cuestión de Identidad, junto a The Street Wings sea algo reseñable. Quedan poquitas entradas a la venta para una noche en el New Underground que promete momentos mágicos.

Sábado 24 de octubre. Hace unos meses reseñé para Ruta 66 el disco Abismos Desordenados  de Rehenes, una banda de Balaguer en la onda 091 o BB Sin Sed que en los noventa tuvieron su gran momento. Su regreso discográfico es más que interesante, así que verlos en el 99%, cerquita de casa, es obligado.

Domingo 25 de octubre. No me convence el disco de versiones de Bob Wayne. Lo veo previsible. Pero él, siempre que ha visitado nuestros escenarios me ha encantado. Así que repetiremos en el Rocksound el domingo con la esperanza de otro gran bolo.

Sonando: Por verte bailar de Txetxu Altube