miércoles, noviembre 02, 2016

Doghouse Sam & His Magnatones, blues'n'roll caído del cielo



Ganadores en 2015 del Belgium Blues Challenge y segundo puesto en el European Blues Challenge, solo por detrás de los patrios Travelin Brothers, Doghouse Sam & His Magnatones se marcaron ayer un concierto de órdago en una, para variar, vacía Rocksound. No entraremos en este tema porque ya cansa, pero sorprende que un concierto de género no consiga un mínimo de público ¿Para qué darle más vueltas? La cuestión es que los que estuvimos allí lo disfrutamos enormemente. Esa mezcla de blues y rock and roll que los emparenta tanto con John Lee Hooker como con Bo Didley o The Paladins suena exquisita en un escenario. Además, los tipos son majos como pocos. Irradiaron simpatía y contagiaron de ella al escaso público demostrando que, incluso, son capaces de superar ese tipo de adversidades. Consiguieron hacernos bailar y transmitir el calor que su música desprende. Tocaron con la nueva guitar cigar-box de la sala (preciosa y cómo suena), bromearon sobre las chicas de su Bélgica natal, rieron, saltaron, bailaron…En definitiva convirtieron una noche que aparentaba frialdad en un concierto de esos que recuerdas mucho tiempo y que dentro de unos años, por esas maravillas de la imaginación, seguramente habrá multiplicado su público por diez al recordarlo. Magníficos.

Sonando: Ain’t got time de Doghouse Sam & His Magnatones

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